martes, 3 de abril de 2012

JUEGO DE TRONOS



Excepcional. Pocas veces se puede decir esto de una serie de televisión. También, pocas son las veces en que se puede dotar de este calificativo al producto obtenido de la adaptación audiovisual de un precedente escrito. Qué enorme coincidencia que en esta ocasión se puede usar esta palabra, excepcional, para una obra maestra de la pequeña pantalla que encuentra sus orígenes en un libro.
Esta película se parece tanto al libro como yo a Beyoncé
Y es que pocas veces se ha puesto tanto mimo y empeño, se ha combinado tanto talento y se ha cuidado con tanto cariño un producto televisivo. Han existido precedentes a “Juego de tronos”, e incluso coexisten en el tiempo, con la estupenda adaptación del comic “The walking dead”, pero hay algo en las andanzas de los Stark, Lannister y Baratheon que no existe en otras series, algo difícilmente palpable, una sensación de estar ante algo grande en cada momento.
La que va a liar Michonne en "The walking dead"
Es complicado que cada sentencia, cada personaje o cada situación sean importantes y tengan algo que aportar. Es difícil ver una serie o una película en la que no existan tiempos muertos, momentos para ir al baño o charlar con el de al lado. Aquí no. Aquí cada momento cuenta, cada frase es importante, cada gesto, cada mirada y cada escena están estudiados para transmitir algo.

Porque ya lo dije hace tiempo, el arte y el espectáculo se combinan por tener un punto en común. Transmitir emociones. De nada sirve la más bella conjunción de notas si la partitura final es un sonido confuso y sin alma. De nada sirve dotar a una película de las más bellas imágenes jamás rodadas si no existe un trasfondo, un cuerpo que las sustente. Afortunadamente en “Juego de Tronos” hay eso y más.

Empezando por el apartado técnico, desde los títulos de crédito se intuye el buen gusto y el respeto hacia la obra original, habiendo dotado a ese breve preludio, habitualmente destinado a ser un soporte para las letras que enumeran a cuantos participan en la obra, de una calidad y una personalidad pocas veces vista. A ello contribuye una partitura fastuosa y hermosa como pocas, pero sobretodo acorde con todo aquello que vamos a presenciar, una música que transmite drama y grandeza en escasos dos minutos.

Directores y guionistas han sabido dar el apropiado tono a la serie. Mantienen un excepcional pulso entre el espectáculo y la narración demostrando que no hace falta realizar mil piruetas visuales para mostrar una escena de indudable espectacularidad, al igual que un guión bien trenzado puede poner en boca de los personajes frases increíbles de manera continua, sin llegar a caer en el ridículo ni en la soberbia.

Los actores, en estado de gracia continuo, pasean todos una capacidad interpretativa más que aceptable, bien arropados por el envoltorio de calidad que les han proporcionado pero sin desentonar con el mismo. Destacan las aportaciones de Peter Dinklage, una demostración de que el tamaño no importa, al menos a la hora de contener un talento interpretativo inconmensurable, o de Sean Bean, un hombre nacido para mostrar el lado rudo de la era medieval y capaz de transmitir una calidez y una fuerza más allá de toda duda a su Eddard Stark.
A esto en mi pueblo de le llama "ser un paisano" y en Asturias "ser un paisano" es un pedazo de halago que no se dice a todo el mundo
No solo de personajes masculinos vive la serie. George R.R. Martin, ha dado un papel preponderante a las féminas. No solo importante, también realista, con mujeres sutiles, hábiles, inteligentes y poderosas, capaces de mancharse las manos, de tomar el poder y de demostrar una fuerza demasiado a menudo destinada solo a personajes masculinos.
Tengo ganas de que Ayra la líe
Ha empezado la segunda temporada. Soy uno de esos incultos que no se ha acercado al libro y que reconoce sentirse más atraído por la hermosa belleza de lo que me muestran en la pantalla. Con eso me vale, de momento, ya que durante el primer episodio de esta segunda sesión he sentido emociones, nervios y he respondido a lo que me han ofrecido de una manera que me hace esperar con ansia a la próxima semana, a mi ración semanal de “Juego de Tronos”, a volver a viajar de Invernalia a Desembarco del Rey, a acompañar a Daenerys y sus dragones y a esperar a que los Lannister ocupen su lugar.

Sí, me molan los Lannister, Tyrion los tiene cuadrados y el Matarreyes me cae bien, qué le vamos a hacer.
"Semos buenos, semos duros, semos los más cojonudos"

6 comentarios:

  1. Pero vamos a ver, si Sean Bean es un PAISANO y es Stark, ¿por qué leches eres de los Lannister? mira que no lo entiendo. Además, el lema "se acerca el invierno" parece hecho para nosotros, los del norte. Si es que ... Bueno, resumiendo, me enganchaste a la serie y la pena es que la segunda temporada la estes viendo sin mí, pero bueno, cuando vaya a verte tendremos otra vez maratón de JUEGOS DE TRONOS ;-)

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  2. Stark es un PAISANO, así con mayúsculas, pero es que Tyrion es un DIOS. Además los Stark son demasiado buena gente, así no se va a ningún lado. Aquí te espero para ver la segunda parte, pero en Español, que algunos pronuncian de lujo pero hay otros que no les entiendo ná de ná.

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  3. Respuestas
    1. El 23 (creo) en España. Pa esas ya voy por el capítulo 4. Spoilerssssssssssssss

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  4. Me encanta juego de tronos, tiene una excepcional producción, creo que es delas mejores series del momento.

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    1. Pues sí, una pedazo de serie. En calidad creo que no la iguala ninguna. Gracias por pasar

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