domingo, 29 de septiembre de 2013

BALCÁNICOS Y ROJIBLANCOS




La llegada de Stefan al Molinón ha sorprendido a propios y extraños que esperaban un nuevo despropósito de los ojeadores rojiblancos que han acumulado, históricamente, más fracasos que éxitos cuando se trata de peinar los mercados foráneos. Stefan está en racha, y su estado de fortuna hace que el Sporting se pueda permitir el lujo de ganar jugando peor que su rival,  como algunos grandes, sabedor que tiene dinamita en el ataque. 

La moda Scepovic que se ha instalado en las orillas del Piles no es algo nuevo en el fútbol español. Los futbolistas balcánicos han sido y serán siempre respetados por su combinación de carácter y calidad. Muchos han triunfado dentro de la liga española y dar nombres haría de este post algo eterno, pero a nadie le extraña que gente como Djukic, Mijatovic, Suker, Jokanovic, Pantic, Kodro, Kovacevic, Stosic, Gudelj o Milosevic se hayan convertido en ídolos de sus respectivas aficiones.

Es por ello que en la entrada futbolera de los domingos en éste, su podreblog de sobremesa, haremos un repaso de los balcánicos rojiblancos, que hasta la llegada de Stefan han dado más penas que alegrías.

miércoles, 25 de septiembre de 2013

ARTISTAS Y GENIOS


Hay, en todo ámbito de la vida, una fina línea que separa la calidad de la genialidad. Traspasarla es costoso y difícil pues un genio ¿nace o se hace? Yo considero que el talento en un campo determinado es algo que todo el mundo lleva dentro y que sale a la luz en el momento oportuno o permanece en la oscuridad para siempre. De esta manera, es imposible saber con exactitud cuántos genios de las matemáticas, la escultura, la ciencia, el baloncesto o la música se han perdido debido a que nunca han tenido la ocasión de entrar en contacto con aquello para lo que estaban destinados. 
 
Por ejemplo Shaquille O'Neal, que podría haber sido un crack de la farmacodinámica y se pasó la vida jugando con pelotitas
Sin haber sido nunca un asiduo a los grandes eventos musicales, tendré la desgracia de morirme sin presenciar un concierto de la semi retirada Tina Turner, aunque una vez muerto es posible que en las calderas del infierno los Blues Brothers me inviten a unirme a ellos en el escenario. Pese a esas muescas que nunca podré poner en mi revólver, he tenido a bien presenciar a diversos músicos con muy diferentes estilos y, sobretodo, unas muy diferentes cualidades.
 
Aquí muestro mi probable disfraz de Halloween temporada 2013
Cronológicamente empezando, en su momento, y acompañado por mi hermano Román Pol, presencié una actuación memorable del “Boss”, Bruce Springsteen, un genio en toda la definición de la palabra. Sin ser nunca un gran aficionado al músico de New Jersey, su concierto me impactó por la brutal sencillez de su puesta en escena y la desmedida energía de Bruce. Como un animal desencadenado, Springsteen se paseó por el escenario del Molinón llevando arrastras a un público entregado. Un talento único e increíble para la música perfectamente apoyado por la E-street band. Una demostración de genialidad, de eso a lo que muchos pueden aspirar pero pocos llegar. Una delicia.
 
MOMENTAZO

Tiempo después y con mi mujer vimos a la banda alemana Rammstein. No del gusto de todos, polémica, brutal, ruidosa, escandalosa… pero a fin de cuentas, germana y como tal puntillosa y perfeccionista hasta lo paranoico. El concierto de Rammstein olía a sudor y pólvora, pero todo eran fuegos de artificio. Todo estaba perfectamente medido, calculado y orquestado para parecer un elogio a la ira y al espectáculo pero sin fallo posible. Tan predecible como profesional, la actuación de Rammstein fue espectacular y digna de elogio. Fuego saliendo de la boca de los guitarristas, luces que parecían emanar de la cabeza de Till Lindemann y una brutal conexión con el público. Una auténtica locura, una demostración de profesionalidad.
 
ESPECTACULAR
Y llegamos al cercano ayer y en una demostración de variedad de estilos y formatos, acudo, de nuevo con mi señora,a la actuación de Michael Bublé. El concierto fue espectacular, obra de un showman, un artista, un crooner de otra época vestido de humorista y acompañado de una banda absolutamente espectacular y capaz, por si sola, de transmitirte la sensación de estar envuelto por la banda sonora de James Bond. Bublé demostró ser un artista de clase mundial. Manejó al público a su antojo (sobretodo el femenino), hizo gala de un sentido del humor fino y elegante, pero ácido y universal. Michael no es un compositor, pero su selección y su interpretación de éxitos ajenos es brillante y la puesta en escena hipnótica. No es un genio como Springsteen, pero su profesionalidad y talento son, en suma, algo digno de ver.
 
ARTISTA
Por eso recomiendo dejar atrás tabúes y opiniones prefabricadas. Hay artistas que se les ve algo especial. Te pueden gustar más o menos, pero destacan y lo sabes. Tienen algo, ese “it factor” que dicen en estas tierras. Ese talento causante de pasar dos horas y media de tu vida de pie y con una sonrisa, algo que no tiene precio.

domingo, 22 de septiembre de 2013

ALAVÉS 3 SPORTING 0

Siendo el Sporting, no se puede ganar siempre, al igual que no siempre va a marcar Scepovic. De lo que uno puede estar casi al cien por cien seguro es de que Mandi se vaya a casa con una amarilla. Hoy el Alavés nos ha metido un repaso merced a sus virtudes y a nuestros defectos. Solo así se explica que un equipo que llevaba cinco partidos sin ganar nos haya pegado tal baño que Viguera o Vélez pareciesen los primos de Messi.
El partido ya empezó cuesta abajo en la pretemporada. En el tiempo dedicado a la planificación de la plantilla se concedió un dorsal a Álex Menéndez que, visto lo visto, poco va a usar. Mientras Canella está lesionado, Lora ocupa su puesto con irregular fortuna. Además de dejar coja la banda derecha donde Luis hace lo que puede sin ser suficiente, los equipos rivales queman sus naves atacando continuamente la banda izquierda de la defensa sportinguista. Tras varias intentonas, tuvo que llegar el gol de la manera más ridícula. El salto entre, quizá, los dos jugadores más en forma de la zaga rojiblanca dio con un choque entre los mismos que derivó en ver como la pelota se introducía mansamente en el arco. O bien Cuéllar no gritó o Bernardo no escuchó, pero yo soy partidario de que en el área pequeña el portero salga con las rodillas por delante y se lleve a quién sea, así que creo que el fallo fue del Pichu.

A partir de ahí, mazazo. El equipo entra en la mítica caraja que ya se ha anidado en el ADN rojiblanco y deambula ante un Alavés que se relame encerrado. Un saque de banda y fin del partido con toda la defensa cogida a contrapié.

Sandoval reacciónó y sacó jugadores con más claridad con el balón en los pies. Carmona y Casquero mejoraron las prestaciones de Bustos y López, pero el día de la remontada no iba a ser hoy. Fraile romo, Garai y Barrera desaparecidos y Scepovic, que tuvo una, aislado entre la maraña blanquiazul. No había nada que hacer y pocos consideraban posible que el Sporting respirase. Poca intensidad y un Alavés fajándose y aprovechando su ventaja. Cerca del final, una hermosa jugada de los vascos culminó en el tercer gol que cerraba lo que se había acabado casi una hora antes.

En resumen, nada de nada. Se puede perder. No pasa nada. Pero en Gijón tenemos cercanos recuerdos de partidos tirados por la borda antes de bajar del autobús. No es éste el camino y debe subsanarse el error dando una imagen imponente ante el Éibar y el Numancia. Mientras, nombres como Casquero, Carmona, Lekic o Jara deberán dar un paso adelante para empezar a contribuir y fortalecer al equipo.

Solo es un paso atrás. Esperemos que sirva para aprender de los errores y coger impulso.

domingo, 15 de septiembre de 2013

SPORTING 2 DEPORTIVO 0



 Está de enhorabuena el sportinguismo. Si el año pasado hacer un par de buenos partidos mientras se naufragaba por mitad de la tabla ya ilusionó a la afición, la imagen y resultados de este año permiten soñar con volver a la división de oro del fútbol español.

La temporada es larga y dura y los palos en forma de derrotas llegarán porque nadie es perfecto, sin embargo, la imagen y la inercia hacen presagiar un cambio. El conjunto de individualidades blando, descabezado y repleto de nombres del año pasado ha dejado paso al grupo compacto, al equipo y a los hombres.

De esta manera Cuéllar apenas tuvo trabajo parapetado tras una línea defensiva más que correcta, con un Lora que juega donde lo pongan y que partido a partido tapa con profesionalidad la boca de aquellos que le acusaron de antisportinguista por reclamar lo que legalmente era suyo. Luis Hernández hizo un partido muy digno y mostró que la dinámica positiva ayuda incluso a los menos aptos. Sin embargo el punto fuerte está en el centro de la zaga donde Bernardo y Mandi se han convertido en pareja de hecho y de derecho, compenetrándose a la perfección y mostrando que la reconversión del que fuera un mediocampista peleón y aceptable en defensa se ha culminado con éxito, pese a las licencias que el canario se tomó en la recta final del partido.

En el medio, Bustos estuvo peleón pero impreciso y Garai es el típico jugador que parece no estar, no hacer y no intervenir, pero que se necesita. Es un centrocampista oscuro pero cuyo trabajo se me antoja necesario pese a no ser visualmente muy agradable. Sin embargo entre los dos no son capaces de crear un juego espectacular. Eso se deja a los artistas. Isma López, Fraile, Barrera, Carmona y Scepovic muestran un entendimiento más que aceptable. Están en sintonía y eso se nota. Cuando combinaron y conectaron las cosas cambiaron y los goles llegaron, en gran medida porque entre Scepovic y Barrera parece haber algo especial. El gijonés llega y define ocupando un puesto del agrado de Sandoval, el de medio llegador, que el año pasado no ocupaba nadie.

El partido fue prácticamente un monólogo rojiblanco solo amenazado por Bastón y el árbitro, el cual, curiosamente, concedió un penalti que no fue al Sporting, culminando así una tarde en la que pareció equivocarse en todo cuanto señaló.

Cinco partidos con tres victorias como locales pero sobretodo una sensación de equipo cocinado a fuego lento que debe crecer pero que cada jornada parece un poco más hecho. Llegarán las derrotas y los momentos difíciles porque nadie es infalible, pero de seguir en esta línea todo parece posible.

miércoles, 4 de septiembre de 2013

LAZARILLOS Y QUIJOTES



Ayer veía en “El intermedio” la entrevista que le hicieron a una de esas grandes investigadoras que tienen que abandonar la madre patria ante la falta de recursos. Amaya Moro es una astrofísica de relevancia internacional con publicaciones de muy alto índice de impacto y que parece más que cualificada para ocupar un puesto investigador/docente en España. 

Sin embargo la oportunidad se le niega de nuevo ante los recortes en investigación y desarrollo que los sucesivos gobiernos españoles han ido acometiendo uno tras otro, colocando a España en una situación ruinosa en este campo.

Si bien estoy de acuerdo en que es una lástima que gente de probada valía salga del país, mi pregunta va más allá. Si los buenos salen por falta de oportunidades, entonces los que se quedan ¿son buenísimos?

Vaya por delante que la idea de que son los mejores los que se van no es cierta. Yo mismo soy un investigador con un bagaje mediocre y que nunca llegará a ser un número uno (ni dos, ni tres) en su disciplina, posiblemente por lo mismo por lo que no he llegado a jugar en primera división. Me falta talento y el esfuerzo no lo suple todo. Por tanto, y cometiendo el error de ponerme como ejemplo, no siempre los mejores salen del país. Al final, salen los que pueden, pero ¿Quién se queda?

Evidentemente existen grandes nombres de la ciencia que se mantienen en España, no sin sufrir por los recortes. Nombres, para mí cercanos, de grandes talentos como Carlos López-Otín o José Barluenga, punteros en sus respectivas ramas, mantienen sus puestos y sus grupos en una universidad tan dañada por la crisis como la Universidad de Oviedo. Jóvenes genios como Ignacio Varela vuelven y encuentran un sitio para seguir creciendo en Santander. Distando de la perfección, no todo está mal, pero, si la ciencia española apunta a la excelencia, ¿Cómo es posible que investigadores excelentes como Amaya Moro no se puedan quedar?

Al final, no todo es dinero. No olvidemos que vivimos en la España de Quijotes y Lazarillos. Están los que persiguen un sueño para darse de bruces (tras dejarse la piel) con la realidad dura y macabra de los gigantes convertidos en molinos. Pero también están los que embaucan al ciego, los trileros de gama baja, esos personajes acostumbrados a subsistir, sobrevivir o incluso vivir muy bien haciendo de las migajas de otros su rico pan. Los Bárcenas, Roldán y demás embaucadores existen a todo nivel. Desde lo alto del monte al fondo del océano y en la ciencia española se acumulan este tipo de reyes Midas que convierten en mierda todo lo que tocan.

Amaya Moro se marcha y otros mucho menos cualificados se quedan agarrados como piojos a un puesto que no merecen y en lugar de preguntarme qué causa que no se dé más dinero a la investigación española, lo que me pregunto es cuál es la razón de que no se reparta mejor ¿Por qué los verdaderos investigadores han de competir con tahúres profesionales por un dinero miserable? 

La solución no es sencilla. El sistema investigador español necesita más dinero. Sí, pero no solo eso. Necesita una exhaustiva limpieza para que ese dinero se reparta equitativamente por méritos y no por amiguismos, paternalismos o en su nombre patrio “enchufismos”. Solo de esa manera conseguiremos que gente que es útil a la NASA se quede siendo útil a España, mientras que gente que solo es útil para sí misma y un cáncer para los demás dejen de chupar del dinero público a manos llenas.

Evidentemente no es sencillo, pero creo que va siendo hora de mirar no solo a los que se van. Quizá parte del problema está en entender la razón de que algunos no se vayan ni con agua caliente.

domingo, 1 de septiembre de 2013

SPORTING 3 MALLORCA 0



Pocos partidos más sencillos tendrá el Sporting este año. El Mallorca no se ha aclimatado a la categoría y aún teniendo jugadores como Nsue, Víctor, Nunes, Aouate o Alfaro, la transición hacia la segunda división se le está haciendo muy cuesta arriba, algo que parece bastante común entre los recién descendidos. Los jugadores baleares con un juego plano, sin presionar y con una tendencia al juego brusco, parecían estar pasándole la factura a Oltra por su bronca de esta semana.

Así que el Sporting en menos de veinte minutos se encontró en superioridad numérica y supo aprovecharlo por mediación de Hugo Fraile, muy activo en la primera parte y que anotó un buen gol a la salida de un córner. Los asturianos controlaban ante la nula intensidad de los bermellones que esperaban agazapados en busca de una contra que no existió. La segunda mitad discurrió por el mismo sendero. Otra expulsión y control total rojiblanco. Tardó en llegar el segundo gol por parte de un Barrera que definió con una frialdad sensacional justo antes de irse a vestuarios. Ambos equipos se declararon la paz en ese momento, algo que no gustó al Molinón que reclamó más, y más es lo que da Scepovic, candidato a figura rojiblanca que anotó el tercer tanto para recibir una sonora ovación.

En el plano individual, nuevo partido sin contratiempos para Cuéllar bien protegido por una defensa que con Mandi y Bernardo parece haber encontrado el equilibrio. Canella se retiró lesionado pronto mientras en el palco, los encargados de contar los billetes de su traspaso se hacían cruces y entraban en catarsis pensando en que todo el negocio de su venta se pueda ir al garete por un mal gesto. Luis Hernández lo suplió sin problemas gracias a la naturaleza mansa del rival con Lora pasando a banda izquierda y despachando un partido correcto.

En el medio, Garai y Bustos controlaron sin problemas el partido, de nuevo con comodidad por la falta de presión rival. Hugo hizo un buen encuentro hasta desinflarse por completo por agotamiento. Rápido y vertical, le faltó soltar un poco el balón antes. Jara sigue falto de ritmo y de velocidad punta y no generó apenas peligro por su banda. Barrera mostró detalles y anotó un gol excelente. Le falta un pequeño plus de agresividad o de experiencia, algo que se puede mejorar sin problemas. Parece haberle comido la tostada a Cases, pero dada su sustitución, y la entrada de Guerrero en punta, me parece que Sandoval se está pensando jugar con la dupla de balcánicos arriba.

Y supongo que se lo está pensando porque al menos uno de los serbios de la plantilla da la sensación de hacerlo todo, o casi todo, bien. Su movilidad, sus desmarques, sus controles y su definición, le hacen estar un punto por encima de sus compañeros. Está claro que Scepovic es un jugador de categoría. Además es joven, lo que le da un margen de mejora y le convierte en un referente indispensable para el Sporting. Solo en punta o en dupla con Lekic, Stefan se convierte en un peligro y de alguna manera premia la labor de Lozano, muy cuestionada y cuestionable, pero que de momento, este año, parece acertada.

En definitiva. Tres puntos, aunque pocas conclusiones ante un rival sin dientes. Estas victorias y las sensaciones que dejan favorecen de alguna manera que los jugadores cojan confianza y crean en sus posibilidades. Al menos el inicio es esperanzador en resultados y en idea de juego. Ojalá que el equipo siga creyendo en sí mismo.
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