lunes, 31 de octubre de 2011

ESTO ES HALLOWEEN

-¿Puede levantarse el acusado?-
El juzgado estaba en silencio, como un cementerio. La descripción de los hechos en las jornadas anteriores había dado evidencias de la culpabilidad del acusado, Jack Martel, pero su abogado, sabiendo que la derrota era evidente de antemano, busco el atenuante de la enajenación. Para muchos en la sala, estaba claro que Jack no estaba bien de la cabeza.
-Tras las pruebas mostradas a este tribunal, queda claro que el acusado, Jack Martel, asesinó a veintisiete personas mediante el uso de objetos afilados. Que tras ensañarse con las víctimas profanó de diferentes maneras sus cuerpos y que los enterró, según sus propias palabras- El juez hojeó el acta del juicio –por ser de gran utilidad al mundo como abono. Este tribunal le declara culpable de tales hechos- La sala no estalló, no hubo vítores ni alegría por parte de los familiares de las víctimas, hacinados en el juzgado, no por las escasas dimensiones del mismo, sino por la gran cantidad de público presente –Por otra parte y dadas las alegaciones de la defensa, este tribunal admite que el acusado, Jack Martel, no estaba, ni está, en plena posesión de sus facultades mentales. Su estado mental enfermo ha sido comprobado y atestiguado por al menos tres expertos independientes. Por ello- la sala contuvo la respiración al unísono –Este tribunal castiga al acusado con su ingreso en el ala de máxima seguridad del sanatorio mental de Darcheville, con el objeto de que sea tratado de su trastorno y que durante este tratamiento sea apartado, no solo de la sociedad libre, sino del resto de los pacientes de dicho sanatorio. Dicho ingreso se hará efectivo el próximo lunes treinta y uno de octubre. Se levanta la sesión- El golpe de mazo del juez originó un murmullo de desaprobación que se tornó en gritos e ira desmedida por parte de los afectados. Las fuerzas de orden públicas intervinieron con rapidez y Jack fue sacado de la sala por los alguaciles. El juez no le había permitido hablar tras la lectura del veredicto. De haberlo hecho, habría escuchado la canción que ahora Jack llevaba en los labios.
-Esto es Halloween, esto es Halloween, gritos en la oscuridad-

domingo, 30 de octubre de 2011

SPORTING (1) ATHLETIC (1)


 En un día extraño, el Sporting acabó empatando en un rebote, un partido que mereció ganar. Las ocasiones de Barral, Castro, Trejo y demás solo fueron respondidas por un tiro de Llorente y el gol, a la salida de un córner, como no puede ser de otra manera.

El Athletic demostró que sabe tocarla y que es un equipo rocoso. Pero si este equipo es el tercero de nuestra liga tras Madrid y Barcelona, como dice Preciado, apaga y vámonos. El equipo asturiano estuvo bien, aprovechando sus armas y que al Athletic le gusta tener el balón y al Sporting no demasiado. Juan Pablo apenas tuvo trabajo y realizó un paradón a tiro de Llorente.

Atrás, Botía e Iván recuerdan a los del año pasado, Canella dio su mejor cara y Lora estuvo bien hasta el gol, donde de nuevo un despiste suyo en el marcaje acabó con el balón en el fondo de las redes. Mención aparte merece Damián, que salió a sustituir al madrileño, y en un ataque del Athletic, le pillaron en el círculo central. No se trataba de un contragolpe, sino de la máxima demostración de que este chaval tiene unas lagunas tácticas que en el fútbol español se solventan en cadetes.

En la media, pese a la falta de Cases, los tres centrocampistas Rivera, Eguren y André estuvieron bien. El portugués parece hacerse a la posición de media punta, y hoy llegó bien arriba. Rivera en su línea de hacerse veinte kilómetros cada partido y Eguren, pese a que tiene muchos críticos, para mí estuvo bien, solvente y con detalles de calidad. Creo que es un jugador muy útil para este equipo. Lo que está claro es que Sergio ha caído muchos puestos para volverá jugar de inicio.

En las bandas llegó el problema. Creo que Trejo pierde el noventa por ciento de los balones que toca y que además hay veces que le falta meter una marcha más. Parece que está cansado en el minuto dos. Aunque claro, viendo salir a Morán del banquillo y estando Novo lesionado, es normal que juegue todos los partidos. La parrocha de Luanco, solo hizo una jugada, con un buen centro a Barral que casi nos da la victoria, pero aparte de eso, creo que para la grada está sentenciado y con razón. Apático y torpe. Por otro lado De las Cuevas, apenas participó y me llamó la atención un sprint que se pegó para robar un balón en el medio a David López, solo para pararse a un metro del jugador del Athletic, sin meter la pierna ni hacer nada por interrumpir la jugada. Creo que en banda se deprime un poco, o bien está sin coger del todo la forma.

Arriba hoy Barral dio una lección de garra y pundonor. Esa bestia física que lleva dentro, le permite ganar algunos balones imposibles, aunque la misma bestia, provoca que a veces mande remates al Piles desde el área pequeña. De todas formas, hoy no puedo quejarme de él. Bilic salió y mojó. Fue de rebote, pero está claro que el croata se ha comprometido con la causa y que puede aportar. Pelea de cabeza todo lo que venga y de momento está enchufado. Tiene gracia que la doble B lleve este año cinco goles, cuando el año pasado, en toda la temporada solo consiguieron cuatro. Para mí que en la planta noble ya se piensan lo de traer un delantero en diciembre. 

Buen partido. Me quedo contento y con la esperanza de que este equipo va hacia arriba. Ahora toca pensar en Zaragoza.  

sábado, 29 de octubre de 2011

GRANDES PERSONAJES DE COMIC (8)

Tras un tiempo dejando aparcado el tema de los personajes de comic, hoy lo retomo y además entro en el top tres con dos personajes muy diferentes entre sí, dos personajes que suman muy pocas historias entre ambos. De hecho, uno de ellos solo ha aparecido en un comic, pero menudo comic, una de las obras maestras absolutas de este arte, Watchmen.

3 FAVORITOS. RORSCHACH

Walter Kovacs es Rorschach, uno de los personajes de la aclamada novela gráfica de Alan Moore y Dave Gibbons. No es solamente el personaje más fácilmente reconocible y aclamado de la serie, sino también uno de los más importantes del comic actual, y eso lo ha logrado con una única aparición y algún que otro cameo.
Peleando con el Caballero oscuro
Rorschach es un personaje que genera un gran impacto en el lector. Desde el principio se sitúa en una posición difícil y con una línea de actuación muy clara, pero a la vez muy dura. Rorschach desprecia abiertamente, no solo a los criminales, sino a los que no tienen su misma visión o código ético. En su primer monólogo interno, deja clara su opinión y va dirigiendo al lector hacia su modus operandi, claramente al margen de la ley (como todos los superhéroes), pero mostrando un odio profundo por la sociedad que en principio pretende defender. Y es que Rorschach no es estrictamente un superhéroe. Su apariencia física es la opuesta a la esperada en un héroe de comic. Delgado, enano y bastante feo, sin ningún atractivo visible o palpable, logra que a través de sus ojos bajemos a las cloacas de Nueva York y defendamos sus indefendibles métodos y acciones. Más cercano por momentos a la imagen de matón o asesino, tras la máscara de Rorschach se esconde la cara de Kovacs (¿o es al revés?), un joven martirizado y sanguinario, capaz de hacer justicia de la manera más brutal y a la vez renegar de acciones similares.
Tenía mala leche el muchacho
Rorschach persigue a un asesino de superhéroes, haciendo un trabajo de calle, manchándose de barro y mostrando una cara realmente amarga. Duro y expeditivo, no duda en causar el mayor de los daños posibles a todo lo que se mueve. Su investigación se entremezcla con un asunto de mayor calado, más típicamente superheróico y que conlleva una decisión moral difícilmente aceptable.
Y si hace falta ponerse desagradable, se pone
Así, en el último capítulo de Watchmen, los héroes reunidos deben aceptar el mal menor como solución de todos los males, y todos lo aceptan. Todos salvo Rorschach. El personaje que durante toda la obra ha mostrado un menor reparo frente a la posibilidad de dañar a otros para conseguir un fin honorable, en esta última confrontación rechaza por completo el plan de Ozymandias y reniega de esa posibilidad. Ese es el código moral de un personaje ambiguo y complejo, capaz de odiar a la humanidad y luchar por ella hasta su último aliento.
Escena excepcionalmente representada en la película
Rorschach y su trasfondo ético se han apoyado y a la vez han servido como inspiración para muchos otros personajes. Basado en el personaje de The Question, lleva al extremo los postulados de otros vigilantes enmascarados como Batman. No duda en cometer atrocidad tras atrocidad con tal de resolver los casos y castigar a los criminales, algo semejante al Castigador, pero a su vez muy alejado de éste. Por todo ello, Rorschach se ha convertido en un personaje reconocible en el panorama del comic mundial. 
"No me he lavado la gabardina never del ever"
3 INFRAVALORADOS. EL SOMBRERERO LOCO

El Mad Hatter, Jervis Tetch, es uno de esos personajes que apenas pintan nada en el Universo DC y que a su vez, cuando le dan una oportunidad real, parece más posible que pueda ser un gran personaje, aunque para ello debe pasar por las manos de gente como Grant Morrison o Paul Dini. Ambos guionistas han aportado un cierto grado de realismo y crudeza a un personaje, por otra parte, carente de atractivo o poder de seducción, si se le deja en el estado en que se encuentra ahora ¿Y cuál es ese estado? Jervis Tetch es un científico (como el noventa por ciento de supervillanos, claro, con la de paro que hay, algo habrá que hacer con los conocimientos que tienes en la cabeza). No está muy claro si tiene conocimientos de neurología o robótica. Lo que es cierto es que es capaz de controlar personas a través de implantes que en ocasiones toman forma de máscaras o sombreros. Su fijación con el libro “Alicia en el país de las maravillas” le hace rodearse de matones basados en esa historia, y poco más.
No asusta mucho
Pero, qué pasa cuando alguien pone interés y quiere mejorar algo. Pues que se da una vuelta de tuerca al personaje y se consiguen resultados. No sé si fue el escocés Grant Morrison el primero en convertir a Tetch en un depravado adorador de jovencitas rubias. En la gran Arkham Asylum, Morrison coloca un monólogo en la boca del Sombrerero en la que habla de su fijación por muchachas de rubios cabellos, y es que un personaje basado en Alicia, debería tener algo que ver con ella. De esta manera se nos pinta al enano y malformado Tetch, como una especie de depredador sexual, un pervertidor de la inocencia, y en un Gotham donde payasos asesinos y bipolares homicidas campan a sus anchas, ¿cómo no va a haber sitio para un criminal sexual? Además, uno de la peor calaña, con gusto por la carne joven. 
Aunque a Morrison a veces se le va un poco la cabeza
Por su parte, Paul Dini, en la sensacional serie de dibujos animados de Batman, crea a un Tetch con fijación por su ayudante de laboratorio, Alice, la cual , pese a la extrema cortesía y amabilidad de Tetch, lo desprecia por estar enamorada de otro hombre (lo normal). Así que Tetch, despechado, la secuestra y esclaviza con su controlador mental. Suavizándolo para una serie infantil, Dini ya arranca por los mismos derroteros que Morrison. La aparición del Sombrerero en el videojuego Arkham City, guionizado por el propio Dini, ya nos demuestra que él y Morrison están de acuerdo en la visión de este personaje.
Los caballeros las prefieren rubias
Es normal. Por si mismo Tetch no causa reacción a ojos del lector. Es solo otro loco disfrazado más, pero si a ese loco le gusta perseguir, esclavizar y hacer cosas peores a jovencitas, la cosa ya se pone más dura, y Batman ya tendrá razones para odiar a Jervis, dándole una dimensión que otros como el Joker o Harvey Dent, tienen en Gotham. Es solo cuestión de atreverse a entrar en temas tan escabrosos.
"Creo que me voy a pasar un tiempo aquí"

jueves, 27 de octubre de 2011

FINALONES DE PELÍCULA (3)

Hoy culmino mi repaso a doce grandes películas con doce grandes finales. Mañana tengo tres pachangas (es lo que tiene no encontrar curro, en algo hay que amortizar el tiempo) y no creo que tenga físico para ponerme con el blog, pero el sábado prometo volver a mis personajes de comic.
En Pixar se toman su tiempo a la hora de hacer una película, y cuando no tienen la mente puesta en el vil metal (Cars) hacen obras de una maestría indudable. Si estuviese hablando de inicios de película en lugar de finales, tendría que escribir páginas y páginas de la apertura muda de Up, increíble demostración de cómo transmitir sentimientos sin una sola palabra. Sin embargo hay un final excepcional en Ratatouille, un final acorde a una gran película. La rata Remy se hace cocinera en el gran París y su némesis será un crítico de cocina que ha perdido el gusto, no solo por la comida, sino por la vida en general (como demuestra su habitación con forma de ataúd). En el final de esta película, Brad Bird, su director, hace una crítica de los críticos, valga la redundancia. Una crítica dura y sutil, hermosa y elegante, una forma de transmitir la idea de cómo algunos solo quieren destruir la belleza sin querer aportar nada hermoso al mundo. Sin duda una película muy hermosa.

Llorar y llorar. Eso es lo que provoca el final de esta película. La milla verde de Stephen King se convierte en una película de tres horas realmente impresionante. Hermosa por momentos y de dureza extrema en las ocasiones en las que se requiere. Todos los actores están de sobresaliente absoluto, con mención aparte para Sam Rockwell y Doug Hutchinson en el papel de malos y un realmente entrañable Michael Clarke Duncan en el papel de John Coffey, el cual llega al corazón del espectador, hecho increíble dado el espectacular y monstruoso físico de este actor nominado al óscar por esta película. Tras dos horas y media de idas y venidas, John Coffey decide acabar con su sufrimiento. De esta manera, un “ángel de Dios” como lo define un personaje, un sanador, en definitiva una buena persona, va por propia voluntad a la silla eléctrica entre las lágrimas de sus ejecutores y de todo el que vea esta película y no sea un psicópata homicida. Posteriormente se nos muestra el final del otro personaje, el carcelero interpretado por Tom Hanks, el cual ha alcanzado la inmortalidad en compañía del pequeño ratoncito protagonista de una de las historias más duras de la película. Una demostración de buen cine, sin duda alguna.

Otra película de David Fincher. Otra película excepcional y realmente impresionante en cada minuto de metraje. Otro hito en el cine y otro éxito para su director y dos actores realmente en un estado de gracia increíble. Estaba claro que Edward Norton tenía una capacidad interpretativa soberbia y parece ser que acorde con su mal genio (solo hay que hablar con Tony Kaye, su director en American History X, que abandonó el cine tras esta maravilla de palícula), pero a Brad Pitt le faltaba el impulso final tras Se7en y Doce Monos. Aquí el rubio actor se consagró definitivamente como un intérprete de primera y dejó atrás la idea de que estábamos ante un guaperas más de Hollywood. La película es una alabanza hacia la anarquía y la liberación de la clase media a través de los ojos de un esquizofrénico con trastornos de personalidad evidentes. Cuando piensas que todo ha concluido, aparece un final de esos que te dejan pegado a la silla, y si en este caso eres un poco psicópata, puede que con una sonrisa en la cara.

Cadena perpetua es la absoluta exaltación de la amistad y del valor. Al igual que La milla verde, tiene un final altamente lacrimógeno, aunque en este caso parece que solo me afecta a mí, ya que no conozco a nadie que haya llorado nunca con el reencuentro entre Andy Dufresne y Red. La película es increíblemente dura y cruel con sus protagonistas, sobre todo con el interpretado por Tim Robbins, pero deja un mensaje de esperanza ya implícito en la novela de Stephen King. La historia original, incluida en el libro Las cuatro estaciones, se definía como “Primavera, esperanza eterna” y esa es la sensación que queda tras el visionado de esta maravilla. Nadie puede pasarlo peor que Dufresne. No puede haber peores castigos. Sin embargo, empeñándose en vivir sale adelante y hace realidad sus sueños, y uno de ellos es el poder envejecer junto a su amigo. El encuentro final entre ambos, en las playas de Zihuatanejo, con la belleza del paisaje y de la música de Thomas Newman, es de una hermosura delirante y una demostración de que la esperanza y la amistad son dos de las sensaciones más maravillosas que puede vivir el ser humano.

Con estas cuatro obras de arte me despido del tema. Faltan grandes películas con grandes finales, como Braveheart o Casa de arena y niebla (la actuación de Ben Kingsley es increíble), pero bueno, como decían en el final de otra obra cumbre del cine, "Nadie es perfecto".

MALLORCA (1) SPORTING (2)



Ayer el Sporting mostró las dos caras que suele presentar a lo largo de la liga. Unos quince primeros minutos de caraja a todos los niveles (igual que las 6 primeras jornadas de liga) y un resto de partido decente, con golpes de calidad e intentado aguantar atrás un resultado que se puso favorable de forma más o menos afortunada.
El Mallorca resultó un equipo bastante plano, salvado por los chispazos de banda de Pereira y Castro. El resto de jugadores bastante normalitos, aunque me llamó la atención Hemed, el delantero israelí, un troncomóvil importante pero que me pareció relativamente peligroso.
En el Sporting, Juan Pablo estuvo bien en general. Mal con el pie como casi siempre, con algún control de esos que suben el ritmo cardiaco de la parroquia rojiblanca. Tuvo un rebote de suerte con un balón que tras impactar en el palo le golpeó en la cabeza yéndose a banda en lugar de para las redes.
En defensa Iván, parece recuperar la forma exhibida el año pasado y sale al corte muy bien y seguro. Botía en su línea, aunque ayer le ganaron varios balones por arriba. El problema llegó en los laterales. Canella sufrió con el francés que jugaba por su lado y no subió apenas. Roberto es un gran jugador, pero a veces se muestra demasiado inseguro en sus posibilidades. Lora está bajo. En ataque cumple porque tiene calidad de sobra, pero atrás, de no ser por las ayudas constantes de Rivera, el equipo sufriría mucho más. Al final salió Damián, que no me parece mal futbolista. Tiene conceptos claros, pero no de lateral. Parece que no haya jugado allí en su vida. Deja huecos a la espalda que ni en juveniles. Yo creo que valdría para jugar delante de Lora. Igual tenemos al extremo derecho ansiado y no lo sabemos.
En el medio, Rivera, Castro y Nacho bien, y la noticia es que hayan jugado los tres, ya que todos esperábamos las rotaciones. Esperemos que Manolo no las haya dejado para jugar contra el Athletic. Rivera tiene que agotarse algún día porque de lo contrario demostrará que está listo para correr la Maratón de Nueva York, cruzarse el Atlántico nadando y correrse la de Londres de una sentada. Es una barbaridad. Luego pierde algún balón extraño, pero yo creo que con semejantes pechadas a correr, es normal. Eguren salió al final a cerrar y dar leña, cosa que hace a la perfección.
Ayer me gustó más de las Cuevas que un Trejo que debió perder el noventa por ciento de balones que tocó. El argentino tiene clase para aburrir, pero no siempre escoge la mejor opción. La jugada de Miguelito en el segundo gol es para enmarcar y espero que signifique que el alicantino está espabilando.
Cada vez que escribo una crónica del Sporting me doy cuenta de que le dedico un pequeño homenaje a Barral. Siempre hace algo, para bien o para mal, y ayer la tuvo que liar. Si bien no soy partidario de tirar el balón fuera por nada, ya que es el árbitro el que debe parar las jugadas, considero que hay que tener un mínimo de deportividad. Ayer Barral hizo lo mismo que en el Bernabéu el año del ascenso. A la hora de devolver el balón, lo hizo con perfecta vaselina sobre el portero. No sé si debido a su limitada calidad lanzó el balón fuera o es que es un maestro del toque sutil y lo que quería era asustar a Aouate y no meter gol, pero de verdad que esas cosas no se hacen y creo que Preciado se lo recriminó y por eso se quedó en el banquillo. Personajes así emborronan un brazalete que Barral no se merece. Solo lo lleva por antigüedad, pero eso no significa nada más que llevar aquí muchos años.
Así que Bilic salió en la segunda parte y primer balón que tocó para adentro. Luego fue egoísta y no le cedió el balón a Trejo en una jugada clara. La ansiedad del croata por marcar parecía evidente. No está jugando mal cuando sale. Dado que Sangoy ha muerto para Preciado, creo que Bilic podría ser titular el domingo a mediodía en el Molinón.
En definitiva, tres puntos más y ganando el domingo, comenzarán a alejarse los fantasmas que planean cada año sobre el Sporting. Puede que la racha anual de partidos con buenos resultados haya empezado este año. A ver qué pasa.

miércoles, 26 de octubre de 2011

¿FINALONES DE PELÍCULA?

El gran Félix, seguidor y colaborador puntual del bog, nos trae hoy un final de película, al menos para mí, inédito.
Se trata del final inédito en cines de Predator 2.
En el final proyctado y conocido por el gran público, tiene lugar una pelea en la nave del Predator, de la que Danny Glover sale victorioso. Aquí el video aunque en calidad pésima.


Sin embargo, el estudio no aceptó el final que el director Stephen Hopkins había propuesto y que es el siguiente.


En dos palabras Aco-jonante.

martes, 25 de octubre de 2011

FINALONES DE PELÍCULA (2)

Sigo con los finalones de película. Hoy no tengo tiempo para mucho más, que tengo que fregar, ir al banco y juego de once a una (horario para parados y jubilados) y mis tardes se dedican a la súplica búsqueda de empleo. Como lo de las películas ya lo escribí el domingo por la noche, me resulta más cómodo. Allá vamos con cuatro películas más.

Una de las obras cumbres de ese gran maestro que es Clint Eastwood y que me encanta. Creo que Clint es capaz de rodar como una persona se hace el desayuno sin que el espectador pierda el interés. Sin embargo para el ojo profano de quién esto escribe, la fuerza del maestro se halla en la potencia con la que narra los momentos de pérdida de inocencia, de violencia, los clímax finales, ya sea en “Mystic River”, “Un Mundo Perfecto” o en esta obra de arte. Aquí el personaje de Eastwood, William Munny, arrasa un bar y a todos los que están en su interior para luego salir fuera y amenazar a un pueblo entero en mitad de una tormenta que aporta una mayor espectacularidad y dramatismo a la escena. Obra de arte absoluta que me pone los pelos de punta cada vez que la veo.

Como mencioné anteriormente, Eastwood puede rodar la preparación de un desayuno haciéndolo interesante. Spielberg puede rodar esta misma acción y convertirlo en un espectáculo que recaude millones. Pero este gran director no es solo una máquina de generar dinero y cuando quiere puede rodar escenas que lleguen al alma. No seré yo quien se defina como un patriotero o al que lleguen al corazón las historias de épicas victorias del ejército estadounidense. Sin embargo la escena final de esta película me conmovió profundamente. Ver al anciano Ryan suplicando el perdón y la aprobación de un ya fallecido John Miller (Tom Hanks), llenó mis ojos de lágrimas. Está claro que era lo que Spielberg buscaba. Misión cumplida.

Quizá John McTiernan no sea el director más famoso de la historia. Sin embargo en su currículo figuran películas como “La Jungla de Cristal” o esta obra de arte del cine ochentero que es Depredador. McTiernan tiene una habilidad para rodar escenas sencillas y llenarlas de épica y testosterona. La llegada de los soldados de élite en helicóptero al inicio de la película, acompañados por la excepcional música de Alan Silvestri, es seguida del pulso entre Dutch y Dillon, dos montañas de músculos y esteroides. Con ese inicio ya te pasas la película esperando ver un crescendo de barbaridades y exageraciones, y eso es exactamente lo que te sirven. La película, los personajes, el monstruo y las escenas son sensacionales. El enfrentamiento final entre Arnold y el Depredador alcanza niveles épicos, pero cuando el malvado alienígena cae y finalmente se rinde ante la evidencia de la derrota, comienza una cuenta atrás acompañada de una risa diabólica, que genera uno de los finales más espectaculares de la historia del cine de acción.

Falling down se llama en inglés. Tiene un gran título en ambos idiomas y pese a las polémicas críticas que la tachaban de xenófoba y no sé cuantas cosas más, Un día de furia es una de esas películas que hacen que la adrenalina y la rabia no te permitan despegarte de la pantalla durante todo el metraje. Foster, el personaje de Michael Douglas, tras luchar por alcanzar el sueño americano, se rinde ante la derrota y cae en la locura de verse rodeado por la pobreza, la maldad y el abandono. De esta manera empieza una cuesta abajo sin frenos en busca de poder acudir al cumpleaños de su hija. Pese a ser un personaje profundamente desequilibrado y malvado en determinados momentos, es inevitable aplaudir algunas de sus acciones y ponerte de su lado al presenciar las injusticias que rodean al hombre común. Su enfrentamiento final con el sargento Prendergast es genial. En un duelo digno del salvaje oeste, Foster se rinde y prácticamente se suicida, demostrando que su caída al infierno era inevitable y que sus sueños estaban totalmente rotos. Una obra maestra de Joel Schumacher, el hombre que luego destruiría a Batman durante años.

Mañana la última entrega.

lunes, 24 de octubre de 2011

FINALONES DE PELÍCULA (1)

Hoy voy a hacer un alto en el camino de mis preferencias comiqueras y me voy a pasar al cine, el cual tengo algo abandonado. Voy a hablar un poco de grandes películas, basándome en sus finales. No es necesario que una gran película tenga un gran final, pero suele ayudar. Basándome en mi colección de películas y sin ningún tipo de orden, aquí está mi lista de finalones de película. Para que no ocupe mucho espacio, si queréis ver la escena solo debéis hacer click en el título correspondiente. No considero necesario decir que si alguien no ha visto alguna de estas películas (¡blasfemía!), vale más que no lea nada.

Se ha hablado mucho de esta película desde dos prismas bien diferentes. Hay quienes la consideran una especie de onanismo exagerado, de vuelta de tuerca, de nadería disfrazada en exceso por parte de Christopher Nolan. Otros, entre los que me incluyo, consideran que es una de las mejores películas de los últimos años, un entretenimiento bien dirigido, orquestado y bien rematado. El final de Origen es de esos finales abiertos, los cuales, tras una gran historia de amores, persecuciones y atracos, deja pensando a todo el público sobre si lo que acaba de ver es real o falso, y volviendo sobre la opinión personal de cada uno, una obra maestra o una tomadura de pelo. Lo que está claro es que es una película que no deja indiferente y que Nolan es un maestro de la manipulación, la cual comienza desde las campañas de marketing, dirigidas a empujar al público a las salas, lo cual demuestra con recaudaciones brutales película tras película. 

En esta ocasión no caben dudas de que estamos ante una gran obra maestra del cine. Una película que encumbro a David Fincher, el cual venía rebotado de su paso por Alien3, un fiasco en el que parece que su decisión sobre el producto final no fue del todo respetada. Aquí Fincher se convirtió en el director alabado que es ahora mismo. Una trama excepcional y unos personajes perfectamente dibujados, se combinan con una atmosfera opresora en una ciudad donde llueve desde el primer minuto hasta un momento clave, la entrada de John Doe, interpretado genialmente por Kevin Spacey, en la comisaría. En ese momento sale el sol en la ciudad y comienza el final más impresionante en años. Una escena que contaba con la ventaja de que no existían miles de foros destinados a destriparla. Un final de película salvaje y sin concesiones, que sin mostrar apenas nada, redondea una película excepcional.

La original, no la bazofia del siempre sobrevalorado Tim Burton. Si bien la última película sobre el tema “El origen del planeta de los simios” es una muy buena película, el original sigue siendo una obra maestra. Innovadora y original, su planteamiento y puesta en escena son de una calidad altísima. Franklin J. Schaffner, director de Patton o Papillon, alcanzó con esta cinta, las más altas cotas del cine de ciencia ficción. Las imágenes de los crucificados en las colinas o de las cacerías de humanos, palidecen ante el momento final, del que nada sospechamos. La aparición de esa estatua de la libertad derruida y destrozada, junto a los lamentos de Taylor (Charlton Heston), nos traen de vuelta a la Tierra para comprobar que el camino de autodestrucción tomado por la raza humana ha terminado con la misma. De todas formas, aunque la primera impresión, por las palabras del astronauta Taylor, es que la culpa es integralmente humana, tras lo visto en la anteriormente mencionada “El origen del planeta de los simios”, parece que los monos sin cola van a tener algo que ver en todo este asunto.


Una película que creo que he visto más de veinte veces. Luc Besson en estado de gracia nos cuenta la historia de un asesino a sueldo entrañable y al que le coges un cariño desmedido, de manera que la escena final en la que el pistolero fallece, se te hace realmente dura. León adopta y salva la vida de una niña durante una matanza causada por un asunto de drogas. El malvado de la función es un agente corrupto del departamento de estupefacientes, llamado Norman Stanfield e interpretado por un pasado de rosca Gary Oldman. La relación entre la niña, Matilda, y León es tan tierna y humana, que combina con la capacidad destructiva y letal del sicario. En el enfrentamiento final y tras arrasar un edificio, León escapa hacia la felicidad que siempre le había sido esquiva, solo para ser abatido por la espalda por el malvado Stansfield. La belleza y sensibilidad exhibida durante gran parte del metraje, es excepcional en este espectacular final.

Otro día, más finalones.

domingo, 23 de octubre de 2011

SPORTING (2) GRANADA (0)

Por fin una victoria. Por fin una alegría. He aparcado la consola (mi mujer la ha acaparado) para ver ganar a mi equipo, y no me arrepiento. El Sporting ayer se deshizo de un Granada que parece una copia de nuestro equipo. Tiene mimbres, tiene jugadores, pero le falta matar, y ahora mismo, sin eso, no eres nada.
El Sporting salió a morder, a comerse al rival y lo demostró en unos primeros diez minutos en los que tiró más a puerta que en el resto de la liga. Al final la victoria sirve para tranquilizarse y pasar a una próxima jornada en la que si se vence al Mallorca, podríamos empezar a pensar en la racha positiva que acompaña todos los años al Sporting desde que ascendió a primera división y que suele comenzar con enfrentamientos contra los Baleares.
Los rojiblancos estuvieron bien en general. Juan Pablo hizo un buen partido y atajó alguna ocasión de un Benítez que demostró ser un buen jugador aunque un poco falto de cabeza. La defensa estuvo bien. Se vio a Canella participativo, agresivo y serio, Lora mejorado, haciendo alguna jugada en ataque muy digna y centrando el balón que acabó en el segundo gol. Los centrales correctos. Me llamó la atención el gran nivel de Iván, que vuelve a parecerse al de la segunda vuelta del pasado año, y la salida de un Gregory contundente y serio, un muro.
En el medio, Rivera, al que en momentos parece que si le hacen un control anti dopaje va a dar positivo por anfetaminas, clembuterol, EPO, gasolina y vodka. Está en todas partes y deja un derroche físico que de seguir así, indica que hay jugador para décadas. Castro y Cases le dan un aplomo al equipo y una forma de jugar sensacional. Lo que temo es que no hay recambio para ellos. Eguren salió a tapar y poco más. En las bandas, de las Cuevas parece espabilar y Trejo es otra historia.
El argentino parece estar en otro mundo. Es capaz de jugadas impresionantes, de avanzar con el balón cosido al pie y está claro que tiene una gran calidad. Por momentos en estilo y forma me recuerda a Lediakhov, aunque todavía está a una distancia enorme del príncipe ruso. Trejo hace muy buenas jugadas, pero también pierde balones innecesarios y en sitios muy peligrosos. Puede ser muy útil al equipo o desaparecer. Esperemos no estar ante otro Carmelo.
Arriba el tiburón de la Bahía, marcó un buen gol y no hizo una mala primera parte. Aún así hace falta que alguien le diga que en el campo no solo se corre para adelante, que uno se puede parar, esperar e incluso pasar algún balón al compañero. Los gestos de Castro en una jugada en la que Barral no le dio el pase atrás, son un ejemplo de la desesperación de tener un compañero que sabes que no te la va a dar.
La segunda parte, el Sporting se aculó, quizá demasiado. De haber jugado contra un rival más duro, podríamos haberlo pasado mucho peor. Entiendo la ansiedad, pero considero que era un partido para haber dejado una mejor imagen. Aún así, hay indicios de esperanza. A ver si todo se mantiene.
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