sábado, 29 de septiembre de 2012

GIRONA 3 SPORTING 1

La reacción de Michael o adición de Michael consiste en una adición nucleófila de un carbanión a un compuesto carbonílico α,β-insaturado. Ésta es la primera etapa de otra reacción conocida como la anelación de Robinson en la cual se sintetiza una ciclohexenona (un anillo de seis miembros con una cetona α,β-insaturada) partiendo de una cetona y metil vinil cetona.
Cuando comencé mi carrera en la Facultad de Químicas de Oviedo, además de la superestrella, el doctor José Joaquín Barluenga Mur, convivíamos con dos personajes conocidos de la época más oscura del Sporting de Gijón. Iván Otero Yugueros y Manuel Sánchez Murias. Componentes del equipo que se condenaría al descenso más lamentable que se recuerda, ambos daban sus pasos en la facultad, siendo el actual entrenador del Sporting, si no recuerdo mal, estudiante de Ingeniería Química.
Viendo el encuentro del Sporting de hoy me han venido esos recuerdos a la cabeza, y no en vano.
Por una parte, la reacción previamente comentada era conocida por los estudiantes futboleros como la reacción de Michael Robinson, excelente jugador y aún mejor presentador. Posiblemente esta relación química-fútbol sea uno de los pocos conceptos futbolísticos que Manolo aún conserve en la cabeza visto el desaguisado que presenta en cada partido del Sporting.
Por otra parte están los artistas, mote despectivo que el excelente profesor Barluenga ponía a aquellos que, como yo, éramos unos cenutrios y unos negados para la Química Orgánica. Me queda claro el motivo del apodo tras ver a los artistas rojiblancos que deambulan día sí, día también por los céspedes de España.
El Sporting está roto, el entrenador lo sabe, los jugadores lo saben y la directiva también, aunque a este conjunto de personas que son capaces de jugar con el amor a unos colores de otros con una facilidad asombrosa, poco parece importarle el esperpento que se perpetra cada fin de semana, en el cual, equipos de la talla de Lugo, Alcorcón o Girona, repasan en voz alta los más simples conceptos futbolísticos sin que los alumnos gijoneses presten atención y se condenen a un fracaso en los exámenes de fin de curso.
Tristemente, el cambio de entrenador es necesario. Digo tristemente porque no me parece suficiente. Orfila, Landeira, Canella, Gregory, Iván, Barrera, Muñiz, Sangoy, y muchos más, no parecen destinados a escribir con letras de oro sus nombres en la evaluación final de la temporada. Mediocres y perdidos, dudo que alguien sea capaz de sacar lo mejor de ellos. Dudo que no estemos viendo la mejor versión, sino de todos, de alguno. No saben despejar un balón, cederlo al portero, sacarla por abajo, ni por arriba. Les pillan dormidos en los saques de banda, no presionan, no defienden, no atacan y salvo Mandi, Trejo y David, parece que a los demás les importa un pimiento el destino de la nave, lo cual es más doloroso cuando ves a chicos que han crecido en rojiblanco deambulando por el inundado Montilivi.
Así que esperanzado por el anuncio de la llegada de Garrido o Sandoval y al mismo tiempo aterrado ante la probable incorporación de Tejada, Abelardo o alguno de estos oscuros personajes que se alimentan de la teta sportinguista sin dar nada a cambio, espero que el domingo que viene no se repita ridículo ante el Villarreal. La afición no se merece esto y no sé cuánto puede aguantar.

martes, 25 de septiembre de 2012

25 DE SEPTIEMBRE


Protesta el 25 de Septiembre. Seis mil manifestantes en Madrid según estimaciones gubernamentales. Si son seis mil, están bastante fornidos, ya que en las imágenes parecen más. Las formas, los modos, la imagen que demuestra esta rebelión social cuando se miran las crudas fotos desde la lejanía y a través de los periódicos nos trasladan a un país roto y sin síntomas de recuperación. Roto, no entre la clase política y el pueblo llano, ya que a fin de cuentas, esta gente que no sobrevive con cinco mil euros al mes y que juega con el dinero ajeno como si fuera el del Monopoly no se puede considerar pueblo llano. Es al pie de la calle donde se observa una ruptura entre dos grupos.  

En un lado los que manifiestan su odio y la frustración con aquellos dirigentes que, otrora convencidos de que se saldría nadando de la crisis, ahora se ahogan con la piedra de la mentira al cuello. Este grupo es bien mirado por otros que mantienen la distancia frente a alguno de los métodos de dudosa honestidad utilizados por individuos que no sabiendo hacia donde apuntar su cerebro, apuntan sus piedras.

En el otro lado del espejo se muestra a un grupo social que alimenta sus esperanzas con la posibilidad de que el gobierno esté actuando de manera consecuente y que los pasos a dar permitan solucionar estos problemas. Desde este lado del cristal, las acciones de los perroflautas, vagos, parados y maleantes parecen dignas de los arrabales de algún país en vías de desarrollo. 

Más allá de los métodos cuestionables o no, es lícito, desde mi punto de vista, entender la acción social que genera este desencanto, este run run de que todo va a peor. Y más aun cuando las medidas parecen destinadas a paliar los recursos de unos pocos sin afectar al nivel de vida de otros.

Observo en los foros de periódicos tan ideológicamente alejados como EL PAIS o EL MUNDO que determinadas personas acusan a los manifestantes de criminales, de querer cambiar el gobierno por la fuerza, de realizar manifestaciones absurdas. Sin embargo es tan libre manifestarse por esto como oponerse a la aplicación del matrimonio homosexual. Algunos no ven en la libertad de los otros la suya propia, y eso es un grave problema.

Muchos no se dan cuenta que España, ahora mismo, es un país sumido en la pobreza mas absoluta. No en una pobreza económica. También social, cultural e individual. Los ricos son más ricos, los pobres mas pobres y por extraño giro a épocas pasadas, destinados a trabajos dignos, pero sin la posibilidad de ascender en la escala económica. El acceso a la Universidad se limita, pero solo a los que no puedan pagarla. Los que si pueden opinan que hay becas y por tanto oportunidades. Migajas para el pobre. Así no podrá quejarse. Es un recurso que no es nuevo.

Mientras tanto la rueda sigue. Desde que Rajoy llegase al gobierno el desencanto ha sido la nota constante. Mentiras, medias verdades o simples omisiones han llenado los telediarios. Se lanza el señuelo de la independencia catalana, recurso mil veces utilizado (no es la primera vez que es portada de periódicos), pero las noticias ya no fluyen únicamente de la caja tonta y ahora, el que antes no tenia voz, tiene banda ancha suficiente como para ver con los ojos de ver (como diría Gomaespuma) que nos están mintiendo ante nuestras narices y que la situación no va a mejor.

Salvo para algunos.

domingo, 23 de septiembre de 2012

ME IMPORTA UNA MIERDA... LA LIGA DE FÚTBOL DE QATAR


Así, sin medias tintas. No conozco a sus jugadores y no siento ninguna pasión por sus clubes, así que no es de extrañar que no sienta ningún afecto por este torneo. De todas formas, ¿A quién le importa? ¿A qué viene hablar de esta liga? Claro, es que allí juega Raúl González Blanco.

Está claro que Raúl ha sido y será un icono del Real Madrid, pese a haber salido del club por la puerta de atrás, algo impensable para un jugador de su talla. Pero si bien en la casa blanca se olvidaron rápidamente de él, sus panfleteros no lo hacen, y de esta manera, si su paso por el Schalke 04 ya fue seguido con interés, su llegada a Qatar ha significado que los medios deportivos patrios enfoquen sus cámaras, sus juntaletras se desplacen, que los focos apunten al torneo de un país que, hasta la llegada del salvador ex-capitán blanco, era un reducto del enemigo, una tierra sin orden, democracia y ningún respeto por las libertades individuales. No dudo que lo sea, de hecho desconozco si se trata del infierno en la tierra. Lo que está claro es que tras la llegada del ángel blanco, aquello se ha convertido en un paraíso futbolístico.
¡Aaaargh!
Anteriormente teníamos que ver en MARCA como se celebraba el pase del Schalke frente a un club español como el Valencia, o que el As premiase la derrota de Raúl frente al Athletic con otra primera plana. Hoy en día, antes que la información de la segunda división, por delante del baloncesto, o de cualquier otro deporte respetable, se nos vuelve a colar el eterno siete blanco, por la simple razón de haber marcado dos goles en la liga Qatarí. Hace una semana era noticia por no haber marcado ninguno, y así…
Lo primero es lo primero, y el Athletic o el Atlético no son lo primero
Mientras, Cazorla y Arteta pasan desapercibidos en Londres,  Michu goleando cada semana,  Silva haciendo un temporadón, e incluso Barral lleva dos goles en tres partidos (Eso sí que debería ser noticia). Para redondear, hasta Torres, Oriol o Mata pasaron desapercibidos tras ganar la Copa de Europa, aplastados por el huracán informativo de falsedades que suponía el traspaso de Kaká.
A la izquierda el Chelsea tras ganar al Barcelona. A la derecha tras ganar la Copa de Europa. Buscad las diferencias
Pero Raúl no. Por alguna desconocida razón (haber sido capitán del Madrid) es un icono informativo. Por extrañas circunstancias (haber sido capitán del Madrid), su presencia en los medios ha de ser constante. Debido a causas insondables (haber sido capitán del Madrid), su destino ha de estar ligado al nuestro. Pero ya basta. Me parece injusto que se dedique tanto espacio a un solo jugador como a toda la liga Adelante. Es injusto y una vergüenza.
A no ser que sea "El Brujo"
Supongo que cuando Raúl se retire y vaya a jugar las pachangas de la Moraleja (porque está claro que a Villaverde no vuelve ni amarrado), seguiremos asistiendo a un despliegue informativo destinado a cubrir a uno de esos jugadores que han hecho grande el fútbol español, casi tanto como Casillas, Xavi, Iniesta, Marchena, Ramos o Villa, por citar unos pocos. Un icono al que seguir por mil razones.

Haber sido capitán del Madrid.

jueves, 20 de septiembre de 2012

X-FORCE DE RICK REMENDER


Existen grandes genios de esos que aportan obras que perdurarán en el pensamiento colectivo por los siglos de los siglos. Verdaderos creadores de maravillas. Luego hay otros que son capaces de dar el do de pecho en determinadas ocasiones, pero que lastrados por el fuego de su propio talento bajan al fango y entregan obras absolutamente lamentables. También tenemos al hombre que puede que no llegue al diez casi nunca pero que no bajará del ocho en ninguna ocasión, lo cual es verdaderamente admirable y en opinión de quien esto escribe, difícilmente alcanzable. En el mundo del comic, estos genios serían, Stan Lee, Frank Miller y John Byrne respectivamente. Genios totales, genios puntuales y genios constantes.
John Byrne, grande como guionista, grande a los lápices
Evidentemente, Rick Remender nunca alcanzará el nivel de ninguno de los tres mentados anteriormente y de hecho ya ha metido algún patinazo, pero es capaz de entregar algunos momentos magistrales. Ya lo hizo con el Punisher y ahora actúa sobre X-Force, dando un comic de verdadero nivel. No una obra maestra, no nos equivoquemos, pero si un comic de autor y con algunos momentos que son de una calidad altísima por una simple razón. Es brutalmente entretenido.
Esta reunión de criminales en torno al cuerpo de Logan es un momentazo
Uno se puede ir al cine a ver una obra de Abbas Kiarostami, Aki Kaurismaki, o Emir Kusturica, auténticos iconos de los culturetas de barra de bar. Al salir de la sala, puede haber sentido como estos autores le han tocado la fibra y han transportado sus meditaciones a un plano astral solamente alcanzable si tienes tu origen en Buenos Aires, pero para los meros mortales nacidos allende las montañas que separan Asturias del resto del mundo, a veces es mucho mejor pasarse hora y media viendo como Schwarzenegger se zurra con un alien de dos metros. Eso es lo que nos ofrece Remender en su comic. Un viaje a las películas de rudos grupos de luchadores sin nada en común entre ellos más que una capacidad irresistible para enfrentarse a la derrota.
La pregunta cultureta de hoy: ¿Quién es Kusturica y quién El loco las coles?
Para ello, en X-Force reúne a lo más (o lo menos, según se mire) granado del panteón marvelita. Junto a dos clásicos como Lobezno y el Ángel (o Arcángel), nos encontramos a dos personajes que han caído poco a poco en el olvido como Deathlock y Mariposa mental, a un novato con posibilidades como Fantomex y a un icono ascendente como Deadpool. Juntos forman un grupo absolutamente impredecible y ahí es donde se encuentra la gracia de los primeros arcos argumentales del X-Force de Remender.
Recomiendo los primeros arcos, "Deathlock nation" y "La saga del Arcángel oscuro"
Enfrentados a las nuevas fuerzas del Apocalipsis, el autor da el do de pecho y suelta a cada personaje en un entorno en el que cada uno es capaz de dar lo mejor de si mismo. De esta manera, sorprende que quizá Lobezno pase a un segundo plano y veamos a un Fantomex tomando las riendas del grupo o a un Deadpool desatado pero capaz de salvar a su venerado líder de la forma más bizarra posible. Deathlock explota de una manera que nadie había conseguido, convirtiéndose en una mezcla entre la Madre Teresa y Ted Bundy dependiendo de que mente se encuentre al mando del biónico cuerpo. De hecho, en un determinado momento, estos tres desequilibrados son lo único que queda del grupo y los encargados de salvar a la humanidad, dando pie a momentos realmente geniales.
Como aprovechar el poder de regeneración de la forma más extraña
Pero no todo son balas, golpes y chascarrillos. En la saga sobre el Arcángel oscuro, asistimos a un final hermoso, a una demostración de como contar una historia de amor en segundos y a una exhibición narrativa de Remender. Una escena bella sin ninguna duda. Una demostración de que este chico puede llegar alto. No a ser John Byrne,  que cada mes te daba un muy buen comic, no a ser un Miller, capaz de obras increíbles, no un Lee, capaz de sacarse un universo del bolsillo de la chaqueta, pero si a ser un creador de entretenimiento.
Sin spoilers, pero el momento final del Arcángel me pareció excelente

Y en los tiempos que corren, tal vez sea más que suficiente.

martes, 11 de septiembre de 2012

AJARE NAO 2. EXPERIMENTACIÓN CON SERES HUMANOS (I)



Desde siempre ha existido una tendencia a poner etiquetas, a asociar comportamientos e imágenes con definiciones sencillas. De esta manera se da pie a interpretaciones confusas y malentendidos indeseables. Hoy voy a tratar de aclarar una de estas confusiones típicamente extendidas.

Existe una gran distancia entre dos tipos de científicos ampliamente utilizados en la literatura, el cine o el comic clásico. Tenemos al científico malvado y al científico loco. Conviene aclarar que no son el mismo tipo de personas o personajes. Es fácil asumir que el científico malvado, pese a su capacidad para estudiar una carrera y adquirir el título de doctor, es puramente malo y hará todo lo posible para causar el mayor de los desasosiegos a sus semejantes. En un futuro próximo, a este tipo de científico le llamaremos Tito para abreviar. Sin embargo el científico loco no tiene por qué ser malvado. Simplemente se deja guiar por la desesperanza, pudiendo realizar acciones que lo sitúen a ambos lados de la raya que separa el bien del mal.

¿Cómo diferenciarlos? Es muy simple. El científico loco, empujado por la necesidad, procederá a realizar un experimento crucial para el desarrollo humano y a falta de un conejillo de indias, él mismo se ofrecerá voluntario con desastrosos resultados. El científico malvado, ya sea por ser peor persona o más inteligente, realizará el mismo experimento en alguien que por desconocimiento o incapacidad, no podrá evitar participar en los depravados acontecimientos preparados por el malévolo doctor.

viernes, 7 de septiembre de 2012

LA HAMBURGUESERÍA DEL SEÑOR SCHENCKLER


El anciano doctor Sars volvía a su alma mater, al que fuera su hogar durante tantos años de estudios y donde había desarrollado una carrera científica tan brillante, que décadas después los mejores laboratorios de física del mundo se peleaban por oír las sabias palabras que aquel anciano de pelo cano tenía guardadas para ellos. Pese a lo apretado de su agenda, Sars guardaba una fecha cada año para ir a su antigua universidad.
Los altos estamentos le habían ofrecido todo tipo de lujos y comodidades de cara a que su estancia en la ciudad fuera lo más cómoda posible. Sars los rechazó todos. Se hospedó en un pequeño hostal a las afueras y desde allí comenzó un viaje a través de sus recuerdos, de olores, de colores, de sonidos que parecían haberse detenido y no haberse rendido ante el paso de los años. Observó el travieso parecido de la pequeña nieta de su antigua vecina, la señora Ellis, con la que fuera su abuela, ahora fallecida y en cierto sentido olvidada. Su familia había heredado el hogar de los Ellis, pero parecía que los que moraban allí no compartían su sangre ni sus modales de anciana dama del sur. Sars se desplazó dando un pequeño paseo, recorriendo la distancia que sus oxidados huesos le permitían. Buscó la antigua barbería, el olvidado comercio donde compraba la carne para los guisos de su madre y el vetusto café donde su padre le contaba una y otra vez las mismas historias de cómo pescar las mayores percas sin romperse la espalda. Todo había desaparecido, así que Sars, experto en la materia de la física cuántica, las fórmulas matemáticas, los positrones y los taquiones, tuvo que reconocer que por un momento, su cabeza le había jugado una mala pasada y que todo aquello que había reconocido como su hogar, había dejado de existir, dejándole en un lugar en el tiempo y en el espacio al que era ajeno.
Con un último esfuerzo decidió acercarse al templo de donde manaban sus mejores recuerdos, al hogar donde había conocido a Jane. A ese pequeño bar regentado por aquel gruñón y mal encarado Matt Schenckler, que odiaba a los negros como Sars, pero que los atendía pendiente del dinero que entraba y salía de la caja. Allí, en aquel tugurio que vendía las mejores hamburguesas, servidas en los más sucios platos, allí, una pequeña muchacha llamada Jane se presentó al tímido estudiante de físicas y comenzó un amor que les acompañaría toda la vida. Aquel antro se convertiría en el inicio de una vida juntos, el hogar de miles de citas, reuniones para los exámenes, comidas con sus amigos. Por ello, tiempo después, cada año, cuando Sars visitaba la universidad para otra de sus charlas, él y Jane comían una de esas hamburguesas grasientas y contraindicadas para ancianos de colesterol medio.
Pero hacía cinco años que Sars no volvía. Cinco años sin Jane. Cinco años de soledad para un hombre que había dedicado tanto tiempo al trabajo que no dejó nada para tener hijos o familia. Sars se arrepentía al mirar atrás. Sentía no haber dedicado su vida entera a su mujer y ahora que no estaba, se daba cuenta de lo vacío que era todo sin ella, de cómo las teorías, los datos y los números que llenaban su pizarra, no eran capaces de completarle. Así que Sars se disponía a dar su última charla y retirarse. No tenía nada por lo que vivir. Los ojos de los alumnos deseosos de escuchar sus últimos hallazgos o sus historias acerca de cómo el tiempo y el espacio se redefinían continuamente ya no le hacían mella. En estos cinco años, Sars había creado una coraza para evitar dejar salir la pena de su interior, pero junto a la pena anidaba la culpa. Él, un estudioso del tiempo, no dejaba de pensar en cuanto de aquello que miraba día sí y día también, se le había escapado entre los dedos.
Sorprendentemente el tugurio seguía abierto y Sars, que se sentía incapaz de sonreír por nada, se encontró con un pequeño motivo de alegría. Algo se mantenía después de todo. Además, aquel cuchitril parecía haber seguido inasequible al desaliento, a la presión de las grandes cadenas de comida rápida, a los deseos de los jóvenes de colorido y ruido. Como un olvidado dinosaurio, el restaurante del horrible señor Schenckler seguía allí. Sars no pudo evitarlo y entró.

martes, 4 de septiembre de 2012

ICONOS DE LOS DIBUJOS ANIMADOS. PUESTO 1


Se habla mucho de las ventajas que tienen a su disposición los tiernos infantes nacidos en los albores del siglo XXI. XBox, iPod, iPad, PS3, TDT y demás siglas que derrotan de manera inequívoca a las clásicas TVE, MS2, CPC o DDT (clásica revista infantil, apunto para los menos informados). Sin embargo, todas las horas que los imberbes pre púberes despachan ante la Wii o la 3DS, se quedan en nada y palidecen por comparación ante el muy saludable rito que cualquiera que sobrepase los treinta y tantos, seguro que ha realizado y repetido en algún momento de su infancia. Nada había más sano que sentarse frente a la televisión a la vuelta del colegio y que por arte de magia materna, un bocadillo de nocilla, con más blanco que chocolate, apareciese en tu mano mientras frente a ti se presentaban un par de horas de dibujos animados de calidad altísima. Y no solo a la hora de la merienda.
Aquí en Buffalo solo venden Nutella que es una copia mierdera
La televisión de antes tenía esa magia que solo se halla en la imperfección. En algún momento surgía la desconexión. Algún problema fatídico que impedía continuar con el programa de Hermida, bloqueaba el Cao Cao de Irma Soriano y dejaba unos extraños colores en pantalla.  Y tú lo sabías. Tras aquella horrenda cortinilla, la solución era evidente. Fantasías animadas de ayer y hoy. Así que libre de presiones como el niño que eras, acudías a esa ventana de diversión que era la televisión y veías a Bugs Bunny, el Pato Lucas o el Diablo de Tasmania hasta que en el Pirulí, que parecía tan grande hasta que lo ves en vivo y en directo, se ponían de acuerdo en solucionar los problemas y acabar con la diversión.
Que diga yo el que haya visto esto alguna vez
Y de esa época, tras esta larga introducción, proviene el ganador de mi personal clasificación de iconos de la animación. Ni más ni menos que…

lunes, 3 de septiembre de 2012

RACING 0 SPORTING 0


Mientras todos los periodistas o pseudoperiodistas deportivos de España se devanan los sesos para hallar que es lo que entristece a la princesa Cristiano Ronaldo, yo, desde este humilde blog he dado con la solución y es bastante simple. Cristiano es del Sporting. Años en España le han mostrado la verdad, le han abierto los ojos y han iluminado al portugués, apareciendo ante él, el verdadero camino del Samurái, la verdadera fe. Entonces, como buen Cristiano, se ha rendido a la verdadera religión, a una en la que los hechos y las realidades no tienen importancia y solo se cree en unos colores y unos emblemas. Una religión en la que un Brujo es imagen y seña y en la que un señor de Marbella al que nadie ha visto pero del que nadie duda es el Dios omnipotente que todo lo guía (hacia abajo) con la complacencia de unos apóstoles encerrados en la cajina de cristal, otrora pescadores y ahora vendedores del humo de la palabra del ascenso. Y Cristiano sufre, como sufren muchos. Como sufre con el rostro desencajado Lora, apremiando a Hugo Vieira en el minuto 93 a sacar un córner lo más rápido posible. Como sufre Bilic que lleva años condenado a perseguir pelotazos imposibles. Como sufren miles y miles de sportinguistas que se asoman al campo o a las pantallas con la noble intención de ver ganar por una vez a su equipo. Y Cristiano sabe la solución. Le pide a Florentino la libertad y en su cabeza se ve pasando por las oficinas de Mareo y ofreciéndose al guía espiritual, al venerable anciano Vega Arango. Se ve a si mismo diciendo lo mismo que aquel profeta que se fue al exilio “Tranquilos, que yo os subo”. Ronaldo quiere venir, pero no vendrá. Y aún así, no creo que, visto lo visto, sirviese para algo.
Ayer, la imagen me dejo incapaz de juntar dos palabras. Lo visto es similar a aquella temporada en la que el equipo se arrastró por los campos de España en busca de puntos que nunca llegaron y que le condenaron al descenso más crudo y triste que se recuerda. Las imágenes de Landeira, Canella o Juan Pablo haciendo el ridículo más absoluto y perdiendo balones en la frontal del área, mientras, de medio campo hacia adelante Trejo, de las Cuevas y Carmona se movían a velocidades ridículas, han traído del fondo de mi memoria los nombres de Lekovic, Trotta, Otero, Rodrigao, nombres infames que hasta ahora pensábamos que no podían ser superados, pero todavía hay tiempo.
Ahora mismo solo hay dos opciones para el Sporting. Hundirse en lo mediocre y protagonizar una temporada que nos lleve a igualar al Tenerife de los dos descensos consecutivos, o bien resurgir y comenzar a encadenar una racha de victorias que nos equipare al Deportivo del ascenso. Mimbres hay. Sin embargo hay una duda que me ronda.
Hace un par de años, la defensa del Sporting se convirtió en un ejemplo de seguridad, pero no fue solo gracias a los chicos que formaban la línea de cuatro. La ventaja la dio un mediocampo formado por Eguren, André y Cases. Ellos tres formaron el trivote que nadie más vio nunca, ni con Preciado, ni con Clemente, ni ahora con Manolo. Aquellos tres jugadores defendían con tesón y ayudaban a la rápida salida del balón. Sin embargo no se utilizó más ese sistema, que sin ser la panacea, dio buenos resultados. Dado que de las Cuevas se ha convertido en una rémora absoluta, considero que Mandi, Lora, Barrera y Cases dan garantías más que suficientes para formar un buen mediocampo que arrope a la defensa y surta al ataque.
Mientras no se junten las líneas y se evite que sean Gregory o Iván los que empiecen las jugadas, creo que nada se arreglará y seguiremos condenados al juego horizontal, a los correteos sin sentido de los media puntas y a la soledad del delantero. Visto lo de ayer de Santander, en donde un equipo mediocre, de no ser por su poca puntería, pudo habernos goleado, parece que los cambios son obligados, al menos de sistema. En caso contrario, creo que un tal Sandoval anda libre.  
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