lunes, 14 de septiembre de 2015

ANIMAL MAN DE GRANT MORRISON




Maldito seas Grant Morrison, nunca me dejas contento.

Me lancé a la lectura de Animal Man animado por una fuente externa. Se me recomendaron determinados números escritos por Grant Morrison, un guionista con el que no llego a entenderme. Mi relación con el escocés empezó con un flechazo. Su magnífica y extraña Arkham Asylum (no confundir con el juego) me entretuvo lectura tras lectura. Con cada visionado parecía encontrar algo nuevo y diferente. Quizá empujado por el extraño dibujo y la composición de escenas de Dave McKean, todo en ese comic parecía excitante y enloquecido al mismo tiempo. Una obra que disfruté y uno de los primeros comics de Batman que leí.
 
Lectura recomendada de hoy
Pero ahí se nos rompió el amor. Sus X-Men con Frank Quitely me parecieron una fumada difícil de superar hasta que el propio Grant Morrison se lanzó en triple tirabuzón con algunos de sus comics sobre el detective murciélago de Gotham. Bizarros, confusos, deslavazados y, de alguna manera, todo me dejaba un poso de una especie de “Quiero y no puedo ser Alan Moore así que me voy por las ramas y lanzo fuegos de artificio para que algún lector lance exclamaciones de admiración al no entender por completo que mierda está leyendo”.  Aburrido. Por decirlo de otro modo.
 
TOP10. Segunda lectura recomendada de hoy
Pero vuelvo con Buddy Baker, el “Animal Man”. Un hombre con esposa y dos hijos. Con el poder de asumir las habilidades de los animales cercanos. Un personaje olvidado y rescatado, precisamente, por Grant Morrison. Y como mi relación con el artista, todo empezó muy arriba.
 
Una esposa de armas tomar
Los primeros números de Animal Man con Morrison al mando son muy buenos. Extraños pero con ese poso de extrañeza que te deja el ver algo diferente. No simplemente extraños. Las historias de Animal Man son diferentes, desde la temática a la composición de los personajes. Para empezar Buddy no tiene identidad secreta. Para seguir, sus acciones están más enfocadas a luchar contra las injusticias medioambientales que a enfrentar supervillanos. Entre medias nos queda un episodio en el que el héroe encontrará a un mesiánico Willy E. coyote salido directamente de las tiras de la Warner (no es broma y no estoy de las drogas. Y cuando digo mesiánico, sé porque lo digo). Entre historias de mayor recorrido, continuas apariciones de una versión diferente de Animal Man. Apariciones fantasmales bien insertadas para narrar una trama de viajes en el tiempo que sucederá en números siguientes. Morrison, activista pro animales, nos abre los ojos al desprecio de la humanidad a sus hermanos de otras formas. En un episodio se nos narra la brutal historia del maltrato de delfines que tiene lugar en las Islas Feroe (absolutamente desagradable fue descubrir que lo que leía era algo real) desde el punto de vista de un delfín, con Animal Man como mero brazo ejecutor de una acción muy humana evitada por el cetáceo protagonista. En otro episodio el personaje central adquiere la habilidad de dividirse miles de veces como un procariota cualquiera. Y las portadas de Dave Gibbons, qué decir. Sublimes.
 
Una historia interesante
Vamos, qué íbamos bien. Hasta que Grant, no contento con narrar una buena serie de historias, quiere ser parte de las mismas. Y comienza un viaje de peyote. Literal y figurado. Animal Man empieza a entender su lugar en el universo y como si fuera Wade Wilson, comienza a saltarse la cuarta pared y a aceptar su realidad como personaje de ficción. Todo esto está, más o menos bien llevado hasta que... –spoilers a tutiplén-

martes, 1 de septiembre de 2015

CRÓNICAS CHIGRERAS. PARTIDO TÁCTICO Y OTRO PUNTO AL ZURRÓN




Una poderosa gripe estival obligó a retrasar esta semana la visita al chigre sportinguista. Tampoco habrá que fiarse mucho de lo aquí escrito puesto que presencié el partido del sábado presa de los malditos virus y en una transición constante desde la semi-inconsciencia al estado comatoso. 

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...