miércoles, 27 de febrero de 2013

AJARE NAO 8. PALABRAS MÁS, PALABRAS MENOS


He de reconocer que soy una persona de corazón impuro y alma aviesa. El otro día, viendo a Dolores de Cospedal transmitir de manera poco lúcida la relación que mantenían el Partido Popular y Bárcenas, como persona simple que soy, me quede más con las formas que con el fondo. Mientras el rostro marmóreo de la política se derretía y daba paso a la cruda humanidad, a la persona de carne y hueso que comprende que se ha metido en el barro hasta las rodillas y no va a ser capaz de salir, en lugar de quedarme con la idea clara de lo que es un finiquito en diferido, me quedé con unas formas que se me antojaban en exceso conocidas. Esa expresión inconexa, ese gesto torcido, esa mirada perdida, esos balbuceos del que sabe que miente enredando medias verdades y barbaridades manifiestas, esa capacidad para no decir nada sin decir nada... Dolores me llevó a mi infancia, a acunarme en los fuertes brazos del que otrora fuera un ídolo de mi niñez. Volví a recordar al Tito.
A nadie engaño si sumo a los nombres de brillantes literatos como Espronceda, Bécquer, Quevedo o  Rosalía de Castro, el del Tito, peso pesado en la palabra escrita y oral, flamante acuñador de brillantes formas literarias de expresión y creador de nuevos vocablos con tan pasmosa facilidad que a su lado, Chiquito de la Calzada, se queda en simple humorista.
De esa manera, durante mi estancia al lado de un magno doctor en medicina, pude asistir atónito a como el diccionario de la RAE se autodefinía ante mis ojos, cambiando y mutando para aceptar sin preguntas cada nueva forma lanzada por el Doctor Tito. Un buen día, te encontrabas una nota que decía:
"Comprar geringuillas"
Y el testarudo y anticuado corrector de Microsoft se revela ante la genialidad y me suplica que escriba "jeringuilla", pero no creo que el Word sepa más que un médico en este aspecto. Al día siguiente, otra revelación, otra lluvia de ideas, otra tormenta de creación.
"Frijorífico estropeado"
Ahí le traicionó la honestidad y sensibilidad de saber que, de tan superior, se había llevado toda la grandeza y se negó a escribir "hestropeado", por el simple hecho de no completar la más grandiosa poesía escrita jamás.
Y diréis que soy un hombre de alma sucia y nula credibilidad. Cualquiera se equivoca y es posible que multitud de errores se cuelen en este humilde blog, pero sois vosotros los que erráis al confundir talento con ignorancia, porque el Tito era un maestro no solo de la escritura, sino de la declamación.
De esta manera nos podía lanzar poemas como "Podíamos quedar hoy, EN VERDE, mañana". Cuanta belleza, como en un simple vocablo reúne la posibilidad de un hecho con la hermosura del color de la madre naturaleza.
Pero no solo de belleza vive el Tito. También de grandeza. Él es un hombre capaz de dar un triple tirabuzón tras un salto mortal, de subirse a la parra por el placer de subirse. Así fue como la Unesco aceptó uno de sus vocablos como uno de los más complejos de la larga historia del lenguaje castellano incluyéndolo entre "Sinvergonzonería" y "Paralelepípedo". Este término es "Al Dréder". El significado de tan gloriosa construcción es "A propósito", "Queriendo", "Con intención de", porque no es que al Tito se le "lengua la trabe" cada vez que habla, él quiere y él obra y obra hasta el punto de crear nuevos términos científicos y aquí, para terminar, vuelve el propósito o el "Dréder" de este blog, que no es otro que acercar los más gloriosos niveles de cultura al pueblo llano.
Durante la progresión tumoral, tiene a mal producirse un evento que implica la conversión de células epiteliales en células con la capacidad de migrar. Este suceso es de relevancia en la aparición de metástasis. Los trabajos en el campo de la "Transición epitelio-mesénquima" son de vital importancia para determinar factores implicados en la aparición de tumores distantes respecto al original.
"Transición mesenquimoepitemial". Así la conoce el Tito, que no solo invierte el orden de factores y altera el producto, sino que se queda tan ancho. Estoy convencido que en su momento hizo el "Juramento hipopótamo" en lugar del "Hipocrático".
Hay más pero no recuerdo. En un momento en el que, por el país dan la cara gente como Carlos Floriano, González Pons, Mariano Rajoy o Ana Mato, rogaría que antes de seguir con sus explicaciones vacías de todo contenido y continente, leyesen un poco al maestro de maestros y reconociesen que:
"En verde echar a Bárcenas, lo mantuvimos en su sitio y lo hicimos al dreder"

domingo, 17 de febrero de 2013

SPORTING 0 ELCHE 2



El fútbol es como la vida, mutable, cambiante. Todo fluye, pasando y no quedando. Lo que un día es evidente otro es inexplicable. Esa es la belleza de un espectáculo que por esa misma variabilidad es irrepetible.

Todo eso se vio en el partido de hoy donde se jugó como nunca para perder como siempre y demás tópicos ligados al mundo del balompié. A continuación diez razones que demuestran como el mundo puede girar para convertir al Elche en invencible y al Sporting en muñeco de trapo..

1. El Elche llega al Molinón como líder indiscutible de la categoría. En su banda derecha aparece el que para muchos era el peor lateral del mundo. El resultado es que por esa banda no se consigue entrar ni una vez y Damián forma parte de una defensa que lleva doce goles encajados en toda la liga.

2. Resulta que el Sporting juega hoy con un solo delantero y deja tres en el banquillo. De esos tres, dos son los máximos goleadores, que sin estar en plena forma, no parecen merecer un castigo tal, dado que Guerrero, apuntando cosas, todavía está un poco verde. Resultado. El único tiro a puerta lo hace un croata pasado de forma que no le mete un gol al arco iris y un argentino que pululaba la banda izquierda es el único que parece mirar al arco contrario de vez en cuando mientras que a los otros, más guapos, jóvenes y mejor preparados, parece que les asusta acercarse por el rectángulo de tiza blanca del rival.

3. El fútbol es un deporte que se juega con el pie, pero parece que la mayor opción de peligro del Sporting es cuando el balón llega a las manos de su lateral derecho.

4. Parece que el admirado fútbol del Barcelona y la selección, no es aplicable a otros lugares. Después de diez años mirando a los cielos del Molinón, el Sporting decide un día bajar el balón al piso y moverlo frente a un equipo que es una roca atrás. El resultado son silbidos de desaprobación. Quizá es que nos gusta el melonazo y no lo sabíamos.

5. El otro día se juega de pena y dolor en Lugo y se gana. Hoy se hace medio regular (nos tiraron tres veces) y no perdemos por goleada de santa misericordia. Digo yo que habrá un término medio.

6. Después de una serie de partidos muy mediocres aparece Bustos haciendo un buen partido. Si al final llega Casquero el Sporting batirá el record de mediocampos diferentes probados en una sola temporada.

7. Resulta que hay un tío que se llama Mantecón, y oye, va y se marca un pase a lo Laudrup que nos sentencia el partido. Todos los que se burlaron de su apellido en el colegio estarán muriéndose de envidia.

8. Va el árbitro y decide que hoy no se puede pisar ni ser pisado, que está muy feo y que no es plan. Bernardo pisa a Aarón y el perjudicado se va a la calle, cierto es que tras hacer un salto de trampolín olímpico muy digno. Minutos después, Trejo pisa a un rival y ve una roja que no se la esperaba nadie. Es lo que se llama “ley de la compensación” pero que también recibe otros nombres más zafios y ruines como “niputaidea”, “árbitro valiente, valiente hijo de tal” y es la demostración que en un país lleno de parados siempre habrá gente que haga de la mediocridad su fuerte y se aferre a un puesto bien remunerado sin demostrar ni una sola virtud.

9. Cuéllar es más portero que Juan Pablo como de aquí a Roma, pero antes no jugaba. Ahora si juega y nos deja con la duda de saber la causa de tener como titular indiscutible a un portero que no salía de bajo el larguero ni aunque lo empujaran.

10. El año que viene se van Bustos, David y Bernardo, amén de otros muchos que deberían estar puertas afuera del Molinón hace años. Renovación total de plantilla y apuesta por la cantera. Pintan bastos dado el acierto de la secretaría técnica cuyo esfuerzo en verano por traer “cracks” ha servido para que solo uno de los nuevos fichajes jugase hoy.

11. El entrenador del Elche se parece a Mourinho y su equipo juega como los de Mou, culito apretado atrás y cuando tenemos el balón carrerita para adelante. Solución, Mourinho al Sporting. No creo que lograse nada, pero si con Clemente algunos periodistas ya lloraban, con éste podría ser una comedia.

En resumen tras esta nueva decepción que hace la número ni se sabe del año. Nos llegan partidos dificilísimos, no estamos para fuegos de artificio. Trejo y Cases fuera el próximo partido, Mendy no vale, Carmona no cuenta, David fuera de forma, Sangoy loco de atar, Bilic lento, Lora mal, Mandi pasado de vueltas y de las Cuevas al sol de Pamplona. Solución. Voy calentando, que nunca se sabe.

lunes, 11 de febrero de 2013

FRANKENWEENIE

Tim Burton nació como un creador con una personalidad propia y bien definida. Tapada o escondida tras su bien conocida imagen gótica y oscura, se escondía una fobia evidente a lo que podríamos llamar “clase media”. Para Burton, esta clase media resultaba un enemigo voraz, opresor y devorador de ilusiones. La pertenencia a los tan típicamente americanos condominios de viviendas con casas clónicas de color variable, simbolizaba para Burton el fin de la magia y la destrucción del talento. Encerrados en esta cárcel de mediocridad, los personajes en los que el director californiano se refleja, buscan escapar o de algún modo alterar su entorno.
De esta manera, en las obras más representativas del Burton de los ochenta y noventa (excluyo la película sobre Pee-Wee por no haberla visto), observamos diversas formas de evasión. La pareja formada por Alec Baldwin y Geena Davis escapan de sus monótonas vidas a través de la muerte, donde encuentran la felicidad junto al horrendo pero divertido Beetlejuice. Eduardo Manostijeras es capaz de hacer orbitar a su alrededor a toda una comunidad de vecinos donde las señoras trabajan para Avon y viven arreglando su jardín, cortándose el pelo y sin avanzar hacia ninguna parte enredadas en la mediocridad de la vida diaria hasta la aparición del “freak” de turno que les mostrará lo perdidas que están. Incluso Burton hace suyo un universo tan extenso como el del Hombre Murciélago y nos da a una Catwoman y un Oswald Cobblepot entrañables. El malvado Pingüino surgirá de las alcantarillas para doblegar Gotham, y mientras, asistiremos a la transmutación de Selina Kyle, de amargada secretaria encerrada en una vida desdichada a salvaje mujer-gata de sensualidad y poder desatados.
Si bien estas películas tenían una calidad más que aceptable, Burton va perdiendo el rumbo poco a poco y solo se encuentra a si mismo cuando se busca en sus orígenes, dejándonos la muy brillante “Big Fish” en la que nos narra la historia de un hombre entregado a una vida llena de fantasía. Una película hermosa en la que se nos cuenta que soñar es quizá la más bella vía de escape.
Y se acabó. Sin darse cuenta, Burton se cambia de bando y se sumerge en la rutina y la falta de imaginación. El color del dinero tapa al negro y oscuro y Tim naufraga viajando del Planeta de los Simios al País de las Maravillas enfrascándose en proyectos lucrativos pero de baja calidad, siempre amparado por sus fieles incondicionales que le perdonarán cualquier cosa.
Con “Frankeenwenie”, Burton vuelve a sus orígenes, al corto que le costó su puesto en Disney, pero amparado por la multinacional de orejas de ratón. En un giro del destino, el denunciante del orden establecido se incorpora a la maquinaria y nos entrega una película tierna y correcta pero encorsetada por una falta de imaginación evidente. A nivel técnico la película es buena aunque está a años luz de la maestría que Henry Selick demostró en “Pesadilla antes de Navidad” o la espectacular “Coraline”.
La historia es sencilla y nos traslada al típico vecindario estadounidense a través de un niño, Víctor,  enamorado del cine pero encerrado por una sociedad que encorseta a los que son diferentes. En este aspecto extraña que en toda la película no salga ni un solo niño que no parezca tocado por algún tipo de trastorno mental. La pérdida de la amada mascota de Víctor, el pequeño perro Sparky, desata la tristeza y con momentos realmente tiernos, Burton nos narra el renacimiento de un moderno Frankenstein. En un sentido homenaje al terror de la Hammer, diferentes criaturas irán apareciendo de modos divertidos y asistiremos al sempiterno enfrentamiento entre el bien y el mal (perros y gatos) con final feliz.
Una película sencilla, correcta y entretenida. Menos de hora y media que se pasan en un plumazo, pero nada que sobresalga sobre la media general. Aun así, tras las mediocres pero bien remuneradas “Sweeney Todd”, “Alicia en el País de las Maravillas” y “Sombras Tenebrosas”, Burton ha dado un pequeño paso adelante en pos de su recuperación como autor.

domingo, 10 de febrero de 2013

LUGO 1 SPORTING 2

Viendo el partido del Anxo Carro de Lugo, vino a mi memoria un recuerdo de infancia. En el año 1982, previa celebración del Mundial de Fútbol en España, se editó el tebeo que acompaña al título de la entrada. “Donald en los mundiales”. En él se incluían diferentes historias con el fútbol como pivote central.
En una de ellas se narra cómo se crea el fútbol para interceder en una disputa doméstica. La lucha por la posesión de un campo de calabazas se transforma en un encuentro del deporte rey en la que lo importante es introducir la naranja cucurbitácea a través de la puerta del castillo del clan rival. De esta manera, la familia del Tío Gilito se enfrasca en singular batalla balompédica con la de los Golfos Apandadores (sin parentesco conocido con la directiva del Sporting) hasta lograr introducir una calabaza que esconde un penique maldito en el arco contrario. Cada gol es celebrado por un grupo de brujas al grito de “Cala-cala-calabaza”.
Así debíamos haber celebrado los goles del, ocasionalmente, equipo verde ayer. El Sporting ha marcado tres goles en dos jornadas. Dos vienen de un saque de banda en largo, única arma futbolística que parece haber sido capaz de desarrollar Luis Hernández y de un melonazo de Sangoy que aterrizo en la cabeza de Bilic y empujo a meta Trejo. Nada más durante ciento ochenta minutos.
El fútbol prehistórico del Sporting podría entenderse si fueran consecuentes en lo que hacen. Se nos vendió una idea de equipo asfixiante, que presionaría arriba y evitaría la construcción del equipo rival. La idea nació muerta. Ayer vimos a Guerrero presionar tímidamente mientras sus compañeros se replegaban pasito a paso hasta la línea de medios. El resultado es que el Sporting apenas robó un balón en todo el partido y que, de esos robos, es imposible generar una ocasión de gol dada la distancia al arco rival. Además, Cases, que no estuvo especialmente mal ayer, parece más decidido a esconderse que a mostrarse y, pese a dos excelentes cambios de orientación, su participación es testimonial. Trejo apareció para resolver, pero el resto del partido fue una rémora incapaz de conducir el balón dadas las condiciones del campo.
El juego por banda no existe salvo las apariciones de Jara. David no tiene ganas de seguir jugando y lo demuestra con su apatía. Los laterales no aportan nada, salvo los ya mentados saques de banda. Ayer vimos a de Coz, un carrilero que subía la banda cada vez que tenía ocasión y que permitió a Pablo Álvarez desarbolar a un Canella apagado. Dato aparte para los comentaristas de ayer que no se cansaron de repetir lo mucho que se conocían Canella y Pablo debido a las temporadas compartidas. No jugaron juntos nunca.
Si los comentarios daban pena, el árbitro estuvo acorde y expulsó a Seoane mediada la primera parte o sacó una amarilla a Luis por pérdida de tiempo en torno al minuto veinte de la primera parte. Un espectáculo consecuente con la calidad futbolística.
Lo más triste es que el Sporting demostró que para ganar en segunda división hace falta muy poco y ni tan siquiera eso poco es capaz en la mayoría de los partidos. Los brotes verdes que nos quieren vender de cara a la visita del Elche están muy tiernos y no creo que muchos den un duro por la victoria rojiblanca visto lo visto. Otro dato a tener en cuenta es que ayer, de titulares, con respecto al debut en Soria solo repiten Canella, Cases y Trejo. Es razonable dado que no hay ahora mismo jugador en plantilla que esté en forma como para definir un partido y parece que solo la electricidad de Jara puede ser útil en determinados tramos.
Horrible partido pero victoria, al fin y al cabo, sin embargo mucho ha de cambiar la imagen del equipo para recuperar el optimismo de la afición.

viernes, 8 de febrero de 2013

SUPERIOR



(Esta entrada está extraída de la página Fuerza Fenix en la que colaboro cuando puedo)
Vaya por delante que no soy un gran fan del Mark Millar comercial, ese Millar que redunda en el hiperrealismo que lleva a veces a una cantidad de excesos difícilmente explicables, ese Millar que juega con la violencia, la suciedad y el sexo como si fuesen el pan nuestro de cada día para un personaje de comic. Quizá es porque soy un enamorado del comic clásico, de los estéticamente pulcros tebeos de los setenta y ochenta. Puede ser.

Sin embargo si soy admirador de Millar cuando decide beber de otras fuentes, cuando decide salir de su lugar de confort y a veces, puede ser, cuando le acotan un poco. 

En “El viejo Logan”, por poner un ejemplo, el autor escocés es encorsetado por los cánones Marvel, que a excepción del sello MAX, crea productos para todos los públicos. Millar se mete en faena y bucea en los rincones del Universo surgido de la pluma de Stan Lee y alimentado por otros tantos genios. Con eso y un rápido visionado de las bases del buen cine del Oeste de Leone y Eastwood y de las clásicas “Buddy movies” de Hollywod, en “El viejo Logan” se nos ofrece un excelente comic donde se perturba la imagen de muchos de los personajes que conocemos sin con ello dañar su estatus ni faltarles al respeto.
¿Será Clint el próximo Logan?
En “Superior”, bajo el sello Icon, editorial de la compañía Marvel donde los autores crean sin ceder sus derechos y donde la libertad creativa es quizá más amplia, en lugar de volver a sus lugares comunes, Millar vuelve a aspirar antiguas esencias y a bañarse en lo clásico sin renunciar a dar un nuevo giro a sus composiciones. 

En un comic dedicado a Christopher Reeve y Richard Donner, nombres asociados de por vida a Superman, estaba claro que Millar iba a apostar por una visión cercana, desde el amor y la admiración, sacando al joven que lleva dentro y que creció viendo al último hijo de Krypton salvando a Lois Lane en la gran pantalla. 

Stan Lee decía que todos querrían ser Superman pero que al final, lo único cierto, es que todos podríamos ser Spider-man. En “Superior”, observamos que ese razonamiento no es del todo cierto. Simon Pooni, un niño con un grave problema de salud como es la esclerosis múltiple, recibe la inesperada visita de un pequeño personaje que le concede el deseo de convertirse en su mayor héroe. La aparición de poderes sobrehumanos en su vida le hace pasar por infinidad de problemas hasta que llega a habituarse a la situación. En ese momento, y al igual que sucedía en la obra de Alex Ross, “Justice”, se nos demuestra que la aparición de seres de tan inimaginable poder, podría ser la fuente de inagotables beneficios o interminables desastres. En una semana, el heroico Superior acaba con infinidad de problemas que van desde el hambre al terrorismo internacional. Superior es un héroe de visión limpia, pura y sencilla, capaz de salvar un juguete en medio de una guerra, una bondad tan simple que solo puede proceder de un niño. Terminada esa semana, Pooni, deberá decidir si continuar con una vida plagada de problemas físicos y sufrimiento o mantener su status de salvador del mundo. Una decisión más difícil de lo que parece. Millar nos acerca al sufrimiento de un personaje que no desea ser un salvador, un héroe o un icono, simplemente dejar atrás su agonía. Al igual que el héroe, el malo de la función es otro niño, que, como en las historias clásicas ha estado desde siempre en la vida de Simon Pooni. El enfrentamiento entre ambos, no por menos arquetípico, deja de ser efectivo y entretenido.
Pooni recibirá una visita sorpresa
Un comic sencillo, con un pequeño giro argumental tan simple como efectivo. Villanos clásicos y realistas y una cercanía a los protagonistas que permite introducirse en la historia con sencillez. Una buena historia sin los chistes de “caca, culo, pedo, pis” de la sobrevalorada “Wanted” o sin la extrema violencia de la efectista “Kick-ass”, un comic clásico en pleno siglo veintiuno.

Un buen comic. No se le puede pedir más.
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