Se habla mucho de las ventajas que tienen a su disposición los tiernos
infantes nacidos en los albores del siglo XXI. XBox, iPod, iPad, PS3, TDT y
demás siglas que derrotan de manera inequívoca a las clásicas TVE, MS2, CPC o
DDT (clásica revista infantil, apunto para los menos informados). Sin embargo,
todas las horas que los imberbes pre púberes despachan ante la Wii o la 3DS, se
quedan en nada y palidecen por comparación ante el muy saludable rito que
cualquiera que sobrepase los treinta y tantos, seguro que ha realizado y
repetido en algún momento de su infancia. Nada había más sano que sentarse frente
a la televisión a la vuelta del colegio y que por arte de magia materna, un
bocadillo de nocilla, con más blanco que chocolate, apareciese en tu mano
mientras frente a ti se presentaban un par de horas de dibujos animados de
calidad altísima. Y no solo a la hora de la merienda.
Aquí en Buffalo solo venden Nutella que es una copia mierdera |
La televisión de antes tenía esa magia que solo se halla en la imperfección.
En algún momento surgía la desconexión. Algún problema fatídico que impedía
continuar con el programa de Hermida,
bloqueaba el Cao Cao de Irma Soriano y dejaba unos extraños
colores en pantalla. Y tú lo sabías.
Tras aquella horrenda cortinilla, la solución era evidente. Fantasías animadas de ayer y hoy. Así
que libre de presiones como el niño que eras, acudías a esa ventana de
diversión que era la televisión y veías a Bugs Bunny, el Pato Lucas o el Diablo
de Tasmania hasta que en el Pirulí, que parecía tan grande hasta que lo ves en
vivo y en directo, se ponían de acuerdo en solucionar los problemas y acabar
con la diversión.
Que diga yo el que haya visto esto alguna vez |
Y de esa época, tras esta larga introducción, proviene el ganador de mi
personal clasificación de iconos de la animación. Ni más ni menos que…
1. EL PROFESOR MORIARTY
En 1984, la conjunción del dinero italiano con el talento japonés de Hayao Miyazaki, crea la serie Sherlock Holmes, transformando el Londres
de las aventuras del personaje de Sir
Arthur Conan Doyle en un paraje poblado por cánidos de diferentes tipos. Los
guiones y el desarrollo, tanto artístico como técnico, llevan a crear una de
las obras maestras de la animación infantil. Inspirada por las andanzas del
inmortal detective, su archinémesis encarnada por una especie de lobo de color
púrpura, se ganó todo el amor de mi infantil corazón con rapidez.
Todo clase
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El profesor Moriarty, uno de los iconos de la literatura clásica,
representa ese personaje que, personalmente, siempre me llegará al alma.
Brillante en su inteligencia pero absurdo en su estupidez, Moriarty es capaz de
diseñar el plan más complejo para robar la campana del Big Ben, para a
continuación caer presa de su ego en la más estúpida de las capturas. Heredero
del mejor slapstick clásico de las comedias antiguas y los cartoons típicos de
la Warner, Moriarty genera momentos de humor desenfrenado y basado en la
ridiculización personal de su genio.
Criminal y decente, es capaz del mayor hurto para a continuación tratar con
la mayor de las decencias a una damisela. Sin embargo y pese a la calidad del
personaje, si algo ha transcendido en el tiempo es su doblaje. De entre el
magnífico nivel de toda la serie, con la impresionante voz del Doctor Watson o
el inspector Lestrade, destaca la actuación de uno de los hermanos Malasombra
de los Chiripitifláuticos, Luis González Páramo, el cual realiza un
doblaje a la altura de los grandes, pasando de la gallardía a la estupidez en cuestión
de décimas. Un personaje inevitablemente divertido y acentuado por una genial
voz que le dotó de algunos de los momentos que más han perdurado en mi memoria
y que le han aupado, quizá no por méritos propios, sino por cariño personal, a
este primer puesto de mi lista.
Y es que, cualquiera que haya visto el Moriarty de este Sherlock Holmes recordará con una
sonrisa su inolvidable manera de reírse.
Me has tocado la fibra nostalgica, que grande era ese Moriarty con su ja je ji jo ju, esos momemntos de merienda o madrugones los sabados para poder ver dibujos agusto sin que nadie te cambiara el canal...
ResponderEliminarJeje, esa nostalgia. Apelar a la nostalgia es un golpe bajo pero válido. YO me tragué todo, desde Pumuky a Tao Tao, todo y Sherlock, sin gustarme el anime, era una obra maestra.
EliminarEsto le va a encantar a Isa.
ResponderEliminarMe alegro. Es sabido que Isa es una persona con buen gusto.
EliminarDe hecho aquí me hayo...tarde, que sepas que cuando Pablo me dijo "Dolfo está haciendo una clasificación de los mejores malos de dibujos animados.." dije yo sola que el mejor era el moriarti de sherlock Holmes...excelente serie, aunque no por menos olvidado hay que excluir al cardenal richelieu canino de Darta`can y los 3 mosqueperros... besazos!! Por cierto si te animas a hacer una de iconos bondadosos mi voto va para superratón de largo :D
ResponderEliminarEh, qué también salen iconos bondadosos, que Julian Ross era un peazo pan. Sabía que tu alto conocimiento del medio te llevaría a la misma conclusión. Supervitaminate y mineralizate.
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