Hay, en todo ámbito de la vida, una fina
línea que separa la calidad de la genialidad. Traspasarla es costoso y difícil
pues un genio ¿nace o se hace? Yo considero que el talento en un campo
determinado es algo que todo el mundo lleva dentro y que sale a la luz en el
momento oportuno o permanece en la oscuridad para siempre. De esta manera, es
imposible saber con exactitud cuántos genios de las matemáticas, la escultura,
la ciencia, el baloncesto o la música se han perdido debido a que nunca han
tenido la ocasión de entrar en contacto con aquello para lo que estaban
destinados.
Por ejemplo Shaquille O'Neal, que podría haber sido un crack de la farmacodinámica y se pasó la vida jugando con pelotitas |
Sin haber sido nunca un asiduo a los grandes
eventos musicales, tendré la desgracia de morirme sin presenciar un concierto
de la semi retirada Tina Turner,
aunque una vez muerto es posible que en las calderas del infierno los Blues Brothers me inviten a unirme a
ellos en el escenario. Pese a esas muescas que nunca podré poner en mi
revólver, he tenido a bien presenciar a diversos músicos con muy diferentes
estilos y, sobretodo, unas muy diferentes cualidades.
Cronológicamente empezando, en su momento, y
acompañado por mi hermano Román Pol,
presencié una actuación memorable del “Boss”,
Bruce Springsteen, un genio en toda
la definición de la palabra. Sin ser nunca un gran aficionado al músico de New
Jersey, su concierto me impactó por la brutal sencillez de su puesta en escena
y la desmedida energía de Bruce. Como
un animal desencadenado, Springsteen
se paseó por el escenario del Molinón llevando arrastras a un público
entregado. Un talento único e increíble para la música perfectamente apoyado
por la E-street band. Una
demostración de genialidad, de eso a lo que muchos pueden aspirar pero pocos
llegar. Una delicia.
Tiempo después y con mi mujer vimos a la
banda alemana Rammstein. No del gusto
de todos, polémica, brutal, ruidosa, escandalosa… pero a fin de cuentas,
germana y como tal puntillosa y perfeccionista hasta lo paranoico. El concierto
de Rammstein olía a sudor y pólvora,
pero todo eran fuegos de artificio. Todo estaba perfectamente medido, calculado
y orquestado para parecer un elogio a la ira y al espectáculo pero sin fallo
posible. Tan predecible como profesional, la actuación de Rammstein fue espectacular y digna de elogio. Fuego saliendo de la
boca de los guitarristas, luces que parecían emanar de la cabeza de Till Lindemann y una brutal conexión con
el público. Una auténtica locura, una demostración de profesionalidad.
Y llegamos al cercano ayer y en una
demostración de variedad de estilos y formatos, acudo, de nuevo con mi señora,a
la actuación de Michael Bublé. El
concierto fue espectacular, obra de un showman, un artista, un crooner de otra
época vestido de humorista y acompañado de una banda absolutamente espectacular
y capaz, por si sola, de transmitirte la sensación de estar envuelto por la
banda sonora de James Bond. Bublé demostró ser un artista de clase
mundial. Manejó al público a su antojo (sobretodo el femenino), hizo gala de un
sentido del humor fino y elegante, pero ácido y universal. Michael no es un compositor, pero su selección y su interpretación
de éxitos ajenos es brillante y la puesta en escena hipnótica. No es un genio
como Springsteen, pero su
profesionalidad y talento son, en suma, algo digno de ver.
Por eso recomiendo dejar atrás tabúes y
opiniones prefabricadas. Hay artistas que se les ve algo especial. Te pueden
gustar más o menos, pero destacan y lo sabes. Tienen algo, ese “it factor” que dicen en estas tierras.
Ese talento causante de pasar dos horas y media de tu vida de pie y con una
sonrisa, algo que no tiene precio.
Cuanta razon, hermano Dolfo. Que bien lo pasamos, redios!
ResponderEliminarMe hallo en tierras yankis, por cierto. Solo hasta el martes. A ver si hablamos por Skype un dia, redios!
Sí que estuvo bien. Ya me comentarás por dónde andas a ver si podemos charlas un poco.
EliminarBaltimore. Tu me diras cuando te viene bien, yo tengo wifi en el congreso.
ResponderEliminarIba a ir a ver el museo de Aviacion del Smithsonian el martes, pero tenian que cerrar el gobierno, mkgnds.
Si eso pa las 6 o así. Mañana tengo fabada por si te quieres coger el shuttle hasta aquí.
EliminarMai friend, he estado un poco ocupao.
ResponderEliminarMe comprometo a escribirte un email largo.
Besotes.
PD. Dame un emial que leas a menudo, anda.
adolfoquinones@hotmail.com.
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