Excepcional. Pocas veces se puede
decir esto de una serie de televisión. También, pocas son las veces en que se puede dotar de este
calificativo al producto obtenido de la adaptación audiovisual de un precedente
escrito. Qué enorme coincidencia que en esta ocasión se puede usar esta palabra,
excepcional, para una obra maestra de la pequeña pantalla que encuentra sus orígenes
en un libro.
Esta película se parece tanto al libro como yo a Beyoncé |
Y es que pocas veces se ha puesto
tanto mimo y empeño, se ha combinado tanto talento y se ha cuidado con tanto
cariño un producto televisivo. Han existido precedentes a “Juego de tronos”, e incluso coexisten en el tiempo, con la
estupenda adaptación del comic “The
walking dead”, pero hay algo en las andanzas de los Stark, Lannister y
Baratheon que no existe en otras series, algo difícilmente palpable, una
sensación de estar ante algo grande en cada momento.
La que va a liar Michonne en "The walking dead" |
Es complicado que cada sentencia,
cada personaje o cada situación sean importantes y tengan algo que aportar. Es
difícil ver una serie o una película en la que no existan tiempos muertos,
momentos para ir al baño o charlar con el de al lado. Aquí no. Aquí cada
momento cuenta, cada frase es importante, cada gesto, cada mirada y cada escena
están estudiados para transmitir algo.
Porque ya lo dije hace tiempo, el
arte y el espectáculo se combinan por tener un punto en común. Transmitir
emociones. De nada sirve la más bella conjunción de notas si la partitura final
es un sonido confuso y sin alma. De nada sirve dotar a una película de las más
bellas imágenes jamás rodadas si no existe un trasfondo, un cuerpo que las
sustente. Afortunadamente en “Juego de
Tronos” hay eso y más.
Empezando por el apartado
técnico, desde los títulos de crédito se intuye el buen gusto y el respeto
hacia la obra original, habiendo dotado a ese breve preludio, habitualmente
destinado a ser un soporte para las letras que enumeran a cuantos participan en
la obra, de una calidad y una personalidad pocas veces vista. A ello contribuye
una partitura fastuosa y hermosa como pocas, pero sobretodo acorde con todo
aquello que vamos a presenciar, una música que transmite drama y grandeza en
escasos dos minutos.
Directores y guionistas han
sabido dar el apropiado tono a la serie. Mantienen un excepcional pulso entre
el espectáculo y la narración demostrando que no hace falta realizar mil
piruetas visuales para mostrar una escena de indudable espectacularidad, al
igual que un guión bien trenzado puede poner en boca de los personajes frases
increíbles de manera continua, sin llegar a caer en el ridículo ni en la
soberbia.
Los actores, en estado de gracia
continuo, pasean todos una capacidad interpretativa más que aceptable, bien
arropados por el envoltorio de calidad que les han proporcionado pero sin
desentonar con el mismo. Destacan las aportaciones de Peter Dinklage, una demostración de que el tamaño no importa, al
menos a la hora de contener un talento interpretativo inconmensurable, o de Sean Bean, un hombre nacido para mostrar
el lado rudo de la era medieval y capaz de transmitir una calidez y una fuerza
más allá de toda duda a su Eddard Stark.
A esto en mi pueblo de le llama "ser un paisano" y en Asturias "ser un paisano" es un pedazo de halago que no se dice a todo el mundo |
No solo de personajes masculinos
vive la serie. George R.R. Martin, ha
dado un papel preponderante a las féminas. No solo importante, también realista,
con mujeres sutiles, hábiles, inteligentes y poderosas, capaces de mancharse
las manos, de tomar el poder y de demostrar una fuerza demasiado a menudo
destinada solo a personajes masculinos.
Tengo ganas de que Ayra la líe |
Ha empezado la segunda temporada.
Soy uno de esos incultos que no se ha acercado al libro y que reconoce sentirse
más atraído por la hermosa belleza de lo que me muestran en la pantalla. Con
eso me vale, de momento, ya que durante el primer episodio de esta segunda
sesión he sentido emociones, nervios y he respondido a lo que me han ofrecido
de una manera que me hace esperar con ansia a la próxima semana, a mi ración
semanal de “Juego de Tronos”, a volver a viajar de Invernalia a Desembarco del
Rey, a acompañar a Daenerys y sus dragones y a esperar a que los Lannister
ocupen su lugar.
Sí, me molan los Lannister,
Tyrion los tiene cuadrados y el Matarreyes me cae bien, qué le vamos a hacer.
"Semos buenos, semos duros, semos los más cojonudos" |
Pero vamos a ver, si Sean Bean es un PAISANO y es Stark, ¿por qué leches eres de los Lannister? mira que no lo entiendo. Además, el lema "se acerca el invierno" parece hecho para nosotros, los del norte. Si es que ... Bueno, resumiendo, me enganchaste a la serie y la pena es que la segunda temporada la estes viendo sin mí, pero bueno, cuando vaya a verte tendremos otra vez maratón de JUEGOS DE TRONOS ;-)
ResponderEliminarStark es un PAISANO, así con mayúsculas, pero es que Tyrion es un DIOS. Además los Stark son demasiado buena gente, así no se va a ningún lado. Aquí te espero para ver la segunda parte, pero en Español, que algunos pronuncian de lujo pero hay otros que no les entiendo ná de ná.
ResponderEliminarGanazas de verla!
ResponderEliminarEl 23 (creo) en España. Pa esas ya voy por el capítulo 4. Spoilerssssssssssssss
EliminarMe encanta juego de tronos, tiene una excepcional producción, creo que es delas mejores series del momento.
ResponderEliminarPues sí, una pedazo de serie. En calidad creo que no la iguala ninguna. Gracias por pasar
Eliminar