Hoy es uno de esos días en los que me asombro
ante el nuevo mundo que se ha abierto ante mis ojos. La llegada a este joven
continente está resultando un cúmulo de sorpresas, en su mayoría positivas. Yo,
como muchos otros, era de los que desconfiaba (y desconfío) del mal llamado
"American way of life" al
que siempre le he visto más desventajas que beneficios. Aún así, por alguna
razón, esta gente de allende el Atlántico, son capaces de barrer con la mayor
de las habilidades sus defectos y sacar a la luz sus virtudes con enorme
velocidad. Más si hablamos de ciencia.
Hoy nos ha dado una charla el señor Christopher Lipinski, el cual se ha
definido como un jubilado de la farmacéutica Pfizer que se gana la vida dando
charlas y diciendo a otros lo que tienen que hacer. Como cualquier jubilado,
sea en obra, oficina o universidad. Estoy habituado a que en este tipo de
charlas científicas la autocrítica brille por su ausencia, pero más allá de eso
la crítica del modelo científico parece no existir, sumergiendo a los habitantes
del mundo de las pipetas y los tubos de ensayo en un onírico entorno de ficción
y fantasía. A este buen señor le ha faltado sacar una Fender Stratocaster y
destrozarla contra el mobiliario para convertirse en el ídolo de la rebeldía
científica, integrada en su mayoría por obesos con gafas de culo de vaso y acné
marcado, pero rebeldes al fin y al cabo.
No, éste no es Lipinski, es Justin Hawkins, ídolo de The Darkness |
Y me preguntaréis, abrumados por el interés
científico ¿Quién es este Lipinski?
Es un señor avejentado que ha creado una regla llamada la regla de cinco o
"Rule of five" en estas
tierras protestantes, una regla empírica que permite a partir de unos
parámetros sencillos, evaluar si un nuevo fármaco oral puede cumplir con la
función biológica para la que ha sido diseñado. El buen hombre, con el artículo
publicado sobre este tema, ha conseguido tener más de cinco mil citaciones.
Traducido a un idioma simple. Si yo viviese mil años y cada año publicase un
artículo, posiblemente en total, no sería citado cinco mil veces.
Al señor Lipinski le han leído muchos, casi tantos como al señor Ibáñez, otro genio |
Sin embargo Lipinski
se planta ante nosotros y nos empieza a decir que ese mágico artículo lo sacó
de churro tratando de poner en orden los fármacos que Pfizer estaba probando en
ese momento. Nos recuerda a estas jóvenes y adormiladas generaciones que vale
más obrar con astucia que con bondad en el corazón y que los jefes están mejor
entrenados para pisotear la inteligencia que para alimentarla. Así que vale más
hacer las cosas por lo bajini y sacarlas a la luz cuando no hay marcha atrás
que andar pregonando nuestra alta habilidad como científicos, ya que corremos
el riesgo de que nos tiren nuestros descubrimientos a la cara, solo para semanas
después traernos esos mismos descubrimientos como la enésima panacea que a
nuestro líder laboral se le ocurrió en un sueño alucinógeno.
El genio del Rock Lipinski se saca de la manga
que el noventa por ciento de lo que se investiga es basura, que los políticos
mienten, que la evolución existe y es más sabia que el hombre, que las colas
del paro se llenan de genios mientras otros más estúpidos se llenan la panza, y
como diría mi amado Harvey Dent en esa basura que era Batman Forever, ¿Por qué? Por la suerte. Lipinski concluye su
actuación entre fuegos artificiales y un desgarrador soliloquio en el que asegura que
la suerte es la base del éxito. Entonces llega la pregunta clave ¿Cómo se
encuentra esa suerte?
En Sol, todos estaban con Lipinski |
Respuesta torera "Trabajando. Dejando de ir a charlas inútiles como ésta, dejando
aparcado el mail, leyendo, investigando y exprimiendo a tus becarios. Si tienes
diez becarios y les dejas pensar, te traerán diez ideas. Ocho serán una basura,
pero al menos te habrán dado dos ideas que no habrías tenido ni en tus mejores
días".
Yo, de joven, quisiera ser como él.
Chris Lipinski. |
Después de esta comedia, solo me queda decir que ha ofrecido una charla sobresaliente y más allá de las anécdotas comentadas, nos ha mostrado que se puede ser honrado y magistral al mismo tiempo, amar algo y criticarlo, ser duro, pero honesto. Un verdadero orgullo simplemente haberme sentado a escuchar a este señor.
Que bueno!
ResponderEliminarYo estuve esta maniana de Chairman en un seminario interno donde la gente de Moiuse genetics daba charlas sobre lo que hacian y estoy flipando de la cantidad de mierda que se hace aqui tan alegremente. :-D
Coño, con el Pol, de chairman nada menos. Será por mierda que no hacemos en general, jeje.
EliminarQue por cierto, te dedico la imagen del muchacho de The Darkness.
EliminarPues yo creo que en España, para lo que se invierte, se hace muy buena ciencia. Si en algo somos unos artistas los españoles es en hacer algo con poco.
ResponderEliminarA mí los vendedores de humo epatantes como este, me cansan un poco.
En España es cierto que al no tener nada, se sacan cosas de debajo de las piedras, pero no te consiento que te metas con Lipinski, SÁTIRO!!
EliminarEste señor puede hablar desde su posición de que nada le importa, pero de vender humo nada, simplemente porque ya no tiene nada que ganar ni qe perder y además ha dicho verdades como templos. La próxima vez te suprimo el comentario, no te pases ni un pelo con el tito Lipinski, jejejeje.
Pues suprime, so Rajoy. Siempre hay mucho que ganar y perder. Este sólo vende HUMO.
ResponderEliminarUy lo que me ha dicho. Siempre hay mucho que ganar y que perder (en ciencia voy a hablar). Para hacerlo hay que arriesgar. Ahora mismo el sistema investigador mundial, dentro de lo académico, está pendiente de publicar lo que sea para obtener más becas y dinero para publicar lo que sea. Nadie se para a pensar en qué coño se hace por lavsencilla razón de que nadie sale a la palestra diciendo eso mismo, "publiqué esto para ver si sacaba dos duros para no irme al paro". No es culpa estrictamente de los currantes. Sin embargo, lo que hacen es salir y decir que su trabajo es el mejor, el más válido y el que va a curar a todo el mundo cuando por dentro saben (sabemos) que es mentira y que pese al esfuerzo dedicado hace 40 años que no se saca un fármaco nuevo y funcional contra el cáncer, por ejemplo. Este señor no nos ha vendido nada porque no ha dado soluciones, ya que no las hay. Mientras salga Obama y diga que va a dar 10 billones para investigar en Alzheimer y no los dé, los que trabajan en Alzheimer seguirán peleando por rascar los cuatro duros que hay para poder ir a comer. Y desde aquí te digo que Lipinski puede con Ric Flair, hala.
EliminarEn el sistema de la ciencia y sus perversiones te doy la razón. Hay que replantearlo de fondo. Por lo demás, no. :-P
ResponderEliminarVale, acepto barco. Que ya iba siendo hora de que alguien me llevase le contraria, jeje.
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