Hoy me ha venido a la memoria una de las más hermosas películas que he podido ver nunca. Mi mujer nunca ha entendido mi fascinación por Cadena Perpetua, una verdadera exaltación de la amistad, la esperanza y la libertad. Una de mis películas favoritas, capaz de hacerme llorar en cada ocasión en la que Red y Andy se encuentran en esa playa de Zihuatanejo.
Un suceso casual me ha acercado a las sensaciones que recorrían a algunos de los personajes de esta versión cinematográfica de la obra de Stephen King. El domingo encontré por casualidad a un pequeño pájaro de color rojo, congelado, ciego y casi muerto. Me lo llevé a casa, le di calor y traté de alimentarlo como pude. Sobrevivió al domingo y el lunes pude llevarlo al veterinario, el cual me aseguró que su cura era sencilla y que lo devolverían a la libertad.
En la película dirigida por Frank Darabont, acontecen dos historias paralelas, aunque con final diferente, acerca de la amistad. La primera y más importante entre Red y Andy. La segunda entre Brooks y Jake. Brooks es un recluso ya anciano, el cual desde hace años cuida a un pequeño cuervo, alimentándolo y protegiéndolo. No es raro encontrar en películas de ámbito carcelario, mención al cuidado de aves, una de las representaciones típicas de la libertad. Brooks y Jake forman pareja hasta que al anciano recluso le dan la libertad condicional, momento en el que decide dejar marchar a su emplumado amigo. Brooks es abandonado en el mundo exterior. Un mundo feroz y frío en el que el antiguo criminal se siente indefenso y desprotegido. Brooks no solo tiene miedo, además se siente solo y esa sensación le destroza por dentro. En un momento determinado le vemos alimentando a las palomas de un parque mientras su voz nos narra que a veces piensa que Jake llegará volando para decirle hola. Solo que Jake nunca llega. Este hecho parece el detonante del abrupto final de Brooks, en una escena que me entristece con únicamente recordarla.
La relación entre hombre y pájaro no solo aparece allí. Cuando Andy Dufresne, el personaje encarnado por Tim Robbins, consigue escapar de Shawshank, Red, su amigo, recuerda su fuga y se alegra por la libertad de su compañero, pero al mismo tiempo un pensamiento pasa por su mente:
“A veces me entristece que Andy no esté aquí y tengo que acordarme de que algunos pájaros no pueden ser enjaulados. Sus plumas son demasiado hermosas. Y cuando se van volando se alegra esa parte de ti que siempre supo que era un pecado enjaularlos. Aun así, el lugar donde tú sigues viviendo resulta más gris y vacío cuando ya no están. Supongo que echo de menos a mi amigo”
Red piensa egoístamente en que su vida está vacía sin su amigo, pero a la vez se siente feliz por él. Es un sentimiento contradictorio pero palpable. Hoy he vuelto a mi casa y el pájaro al que consideré mi pájaro, ya no está. Posiblemente en poco tiempo vuele libre por los cielos de Buffalo. Al igual que Jake, no creo que pase un día a saludarme.
A ratos me entristece que no esté aquí. Me alegra que sobreviviera, pero a la vez siento que mi casa está gris y vacía. Supongo que el problema no es que el pájaro se haya ido. Supongo que echo de menos a mi mejor amiga.
Es natural que eches en falta a tus amigos, familia, Gijon... No te voy a sermonear pero es lógico yo tambien en mis comienzos fueron duros, pero es lo que nos toca en Asturias no hay trabayu, y eso es mas duro, yo ya llevo 25 años fuera y no me puedo quejar, un saludo!
ResponderEliminarEs complicado. Llevo años en Madrid y me resultó complicado. Cada poco por trabajo me toca estar sin mi mujer y se hace un poco cuesta arriba, sobre todo en determinados días. Además el puñetero pajarín me hizo sentirme acompañado y ahora, en fin. Que ayer estaba un poco depre y eso que no me puedo quejar, por lo menos tengo curro. Un saludo y tienes toda la razón.
EliminarSí señor, peliculón Cadena Perpetua. Nunca me canso de verla. Una de las mejores pelis carcelarias de la historia.
ResponderEliminarPreciosa entrada. Es jodido emigrar, aunque sea tan cerquita como Sevilla de Madrid. Pero una vez que te vas, de algún modo ya nada vuelve a ser lo mismo. Mucho ánimo!
Gracias man. La verdad es que ayer estaba bajonero, pero ya he espabilado. Sobretodo al descubrir, no una tienda, una megastore de comics al lado del curro. Por lo menos pasaré el rato de otra manera.
ResponderEliminarGran película.Es como muchas que tienes unas ganas de que al alcaide le den una lección.Otra gana película es la milla verde , pero entraría en las fantásticas.
ResponderEliminaránimo Adolfo
Gracias por los ánimos. La milla verde es otro peliculón, diferente por el tema fantástico, es verdad, pero un peliculón. Un saludo.
EliminarÁnimo Dolfor, que aunque no sea mucho te visitamos en brevas allí en Buffalo en cuanto tengamos un poco de tiempo. Precioso lo que has escrito y más aún lo que has hecho con el pajarín; yes GRANDE!!!. Un abrazo y mucha suerte, man!!!
ResponderEliminarGrande tú Soto. Cagoenlaleche que foto de perfil te has puesto de cuando llevabas melenazas. Cuento con vosotros para conocer las cataratas del Niágara. Un abrazo.
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