ZARAGOZA (2) SPORTING (2)

Cara de imbécil. Eso es lo que le queda al aficionado del Sporting cuando ve como el equipo acaba perdiendo dos puntos contra un rival nefasto, claro candidato a sufrir mucho, no solo por la nula calidad de media plantilla, sino por el escaso apoyo del público. Pues bien, este equipo muerto levanta un punto en el minuto noventa y tres, sin apenas intentarlo. Eso deja al Sporting con una jornada más sin conocer la derrota, pero a su vez con la sensación de haber podido hacer algo más.

El rival, el Zaragoza, es un equipo plano y sin muchas ideas. Para que nos hagamos una idea, se parece al Sporting de las primeras jornadas. Tiene algún jugador de calidad y un Helder Postiga que demostró que si como jugador es una mediocridad, como persona es mucho menos. Marrullero, protestón, sucio y todos los adjetivos que se deseen añadir. El resto nada de nada. El árbitro normal, sin afectar mucho al partido, pero ¿Y el Sporting?

Juan Pablo estuvo regular. De nuevo haciendo paradas de mérito pero metiendo una cantada al final del partido que pudo adelantar el empate. La defensa mal en general. Damián es un chaval con buen toque, pero es un coladero y un torín. En defensa o se pasa o se queda corto, pero no tiene término medio. Fue constantemente corregido por los compañeros. Canella normal, sin aportar y los centrales sin excesos, sin embargo hoy observé como Iván caía al suelo dos veces al intentar despejar. A la tercera fue la vencida y su error en un despeje sencillo costó el gol.

En la media, Rivera en su línea de correr y correr. Bien. Eguren, al que defiendo siempre, hoy estuvo nefasto, más si se compara con el anterior partido. André se perdió un poco en la media punta. Parece que extraña a Nacho Cases.

En las bandas nada de nada. Trejo cero y de las Cuevas un poco más, pero poco. En defensa no aportan nada o casi nada, un poco más el argentino. Ambos tienen calidad, pero hoy apenas aparecieron. La salida de Ayoze, qué decir. Al chaval se le dan oportunidades, no muchas, pero la verdad es que su desgana y desinterés ya muestran que su futuro debe pasar lejos de aquí.

Arriba Barral está enchufado. Anteriormente parecía que en esas ocasiones en las que un balón acaba muerto en el área, Barral estaba a treinta metros de la jugada. Hoy apareció en las dos ocasiones en las que se le requería. Dos goles como dos soles y el premio de seguir siendo titular con todo merecimiento. Bilic ni la olió.

Así que en líneas generales, regular. El problema vino cuando con veinte minutos por jugarse, el equipo se echó para atrás de manera incontrolada. Se acularon de manera salvaje y regalaron todo el campo al rival. Parecía que estaban fundidos físicamente y que no podían más. Ese tramo final fue lamentable en planteamiento y ejecución, ya que no hubo sensación de seguridad ni de poder mantener el marcador. El año pasado frente al Barcelona o al Madrid se realizó el mismo movimiento defensivo en los momentos finales. Sin embargo la sensación de seguridad era mucho mayor.

Total, dos puntos menos y cara de tontos. A ver si en el próximo encuentro las carajas de principio y final de partido desaparecen y podemos disfrutar de un mejor resultado.