martes, 22 de noviembre de 2011

DARKHAWK


Hace años la posibilidad de comprarme comics en Oviedo era bastante limitada. Podías encontrar alguno de segunda mano en alguna tienda o bien colecciones sueltas en algún kiosco. No había tiendas especializadas y las dificultades para hacer una colección eran importantes. Sorprendentemente, en los dos kioscos que había cerca de mi casa, se vendían solo tres colecciones, Transformers, Factor-X y Darkhawk. 
Toma clasicazo.
Os voy a hablar de esta última por ser la primera colección de comics que completé en mi vida. Para ello, cada mes le pedía dinero a mi madre y me iba a la tienda de la esquina donde pedía que me dejaran ver que comics tenían, ya que cuando les llegaban los guardaban en el almacén y ni siquiera estaban a la vista del comprador. La quiosquera los sacaba y ante mí aparecían unos seis o siete tebeos, los de ese mes y los que yo no había comprado el mes anterior. Cada cierto tiempo, los de más antigüedad se devolvían o desaparecían en el cubo de la basura. De verdad que me sentía como si fuese a comprar revistas porno. Todo tenía un cierto aire de ilegal y truculento.
"Pasa al almacén y busca tú mismo"
De esa manera me hice mes a mes con la historia de Chris Powell, un joven que encuentra un amuleto en un parque de atracciones abandonado, el cual le dota con el poder del Halcón Oscuro. La historia de Danny Fingeroth y el dibujo de Mike Manley tenían un aire a Spider-man. De hecho, en la crisis del comic que acaeció en aquella época, se intentaba buscar el éxito con personajes jóvenes como Nova, Speedball o el propio Darkhawk, los cuales tenían características cercanas al propio Parker. Chicos inadaptados con problemas familiares y que se enfrentan a la responsabilidad que les atribuye el enorme poder recibido. 
Cómo cambian los tiempos y las estéticas. Speedbal de los noventa y su versión actual.
La parte interesante de Darkhawk es que Powell estaba en la encrucijada entre ser Spider-man o ser Frank Castle. Su padre, un policía acusado de corrupción, abandona el hogar familiar y deja a Chris Powell, su madre y sus dos hermanos pequeños, en una situación peligrosa, ya que el ejército de matones de Philippe Bazin, un mafioso cutre, copia de Kingpin pero en flaco, jura venganza contra la familia, dejando a Darkhawk en una situación comprometida ¿Qué hacer para protegerlos? Puede escoger entre obrar como un héroe que simplemente apalea a los malos, pero estos acabarán volviendo y no se puede permitir ese riesgo. La otra opción que pasa por su cabeza es matarlos y quitarse problemas. Ese dilema le da cierto interés a la historia.
Punisher aparece en los primeros números
El otro foco surge de la procedencia del amuleto que transforma a Chris en una bestia alada con armadura. En los primeros números, cuando Chris se quita el casco del Darkhawk y se mira al espejo, se asusta ante lo que ve. No sé si con los años se sabrá que hay debajo del casco, pero ese hecho llevaba al joven héroe a plantearse dejar el amuleto y vivr una vida normal, cosa que no hacía por el peligro que se cernía sobre su familia.
"¡Arrgh, era como la de Belén Esteban!"
No  era un gran comic. Tampoco una basura como se ha llegado a decir. El Darkhawk ha formado parte de los vengadores y ha ido apareciendo en historias sueltas. En la actualidad nos encontrábamos con un Powell con problemas para controlar su ira y que se planteaba dejar la carrera superheróica solo para encontrarse en medio de una batalla espacial en la que parece ser que su amuleto jugaba un papel importante. Para mí es un comic fundamental. Mi primera colección. El recuerdo escondido en una esquina de la memoria, de pedirle a mi madre doscientas pesetas para irme a aquel diminuto kiosco a comprar dos bolones, dos tronquitos y pedir con cara de vergüenza que me enseñaran los comics para comprar uno.
Y éste era el primer número

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