Hoy se cierra la sección ”Fútbol”
de este blog y se cierra por defunción de sentimiento. Ya estoy harto de gastar
dos horas de mi fin de semana en algo que no merece más de dos minutos. Con el
mejor arranque de los últimos años y atados al que puede ser el mejor delantero
que ha pasado por Gijón desde David Villa,
el Sporting ha acabado con mi ilusión por disfrutar del fútbol. Seré rojiblanco
toda la vida igual que seré miope, pero ya no será lo mismo. Lo que veo año
tras año, partido tras partido y semana a semana ha bastado para desanimarme y
convertirme en un ateo sportinguista.
Lo de hoy ha sido la gota que
colma el vaso no por haber sido especialmente lamentable, que no lo ha sido,
sino por traer la cruda realidad de que la vida sigue igual y sin visos de
cambiar y que no hay nada que indique que este club va a progresar de manera
adecuada.
El Sporting pudo irse al descanso
con el partido ampliamente solucionado y se vuelve a casa derrotado en dos
acciones, un penalti y un gol de falta que han hecho que se me caiga la cara de
vergüenza porque, simplemente, esto se veía venir desde el minuto 30. Y una
cosa es tener fe y otra aguantar esto año tras año.
Estoy harto de figuras de mazapán
que se esconden en cada jugada, de Carmonas
y Mandis que buscan la filigrana más
imposible en el lugar más impensable, de que Cases sea indispensable para diluirse como un azucarillo, que Barrera no comprenda que es un jugador
de un toque y no de conducción, en definitiva de ver lo evidente para que cada
partido sea una y otra vez la misma decepción.
Estoy harto de que sean las 3 de
la tarde cada domingo y me tenga que tragar lo que resta del día de mala leche.
Simplemente no me apetece. Espero
que el equipo triunfe y ascienda, pero el apoyo incondicional se da al que lo
merece y hace mucho tiempo que esa parte del acuerdo no se cumple. Se trata de algo personal, de una elección propia. No es la peor temporada, ni mucho menos, de la historia reciente, pero últimamente no me divierto con el Sporting. Sufro cuando gana, lo paso mal cuando pierde y no tiene sentido. Hay más cosas en la vida que estar triste un domingo por ¿el fútbol? Supongo que el gusanillo del Sporting volverá próximamente. Mientras, pasearé por los campos de Buffalo mi elástica rojiblanca con el 12 a la espalda. Se trata de un regalo impagable de un padre oviedista de corazón (curiosamente mi oviedista padre y mi oviedista esposa financian mis sportinguistas vicios), y trataré de darle la máxima dignidad posible en mis pachangas, extendiendo a los Estados Unidos el sentimiento sportinguista que en su momento llevé por Irlanda y Holanda .
Ha sido un placer.
Volveré. Tarde o temprano.
Volveré. Tarde o temprano.
Grande Adolfo,absolutamente de acuerdo contigo,aunque me duele no poder seguir leyendote y disfrutando de tus comentarios siempre acertados,ojalá muchos pseudoperiodistas deportivos aprendieran algo de ti,muchas gracias Adolfo y mucha suerte.
ResponderEliminarGracias hombre. Al final volveré al redil y esto quedará en calentón, pero estoy un poco cansado de pasarme el domingo entero de mal huevete.
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