Me levanto esta mañana tras una
larga noche de insomnio y decido acercarme a la lectura de la prensa diaria que
acompaña habitualmente mis desayunos. Al entrar en este humilde blog con el
objetivo de ver qué novedades hay en las páginas que sigo habitualmente y que
se sitúan en un lateral de la pantalla, noto algo que mi cerebro rechaza. Bajo
el símbolo correspondiente al excepcional “Sportingde Gijón 1905”, las letras que se juntan forman las palabras más duras “Fallece
Manolo Preciado”. En primera instancia mi cabeza niega la mayor y trata de ver
un juego de palabras. Reconozco que no lo creí. Somnoliento o reacio a aceptar,
pensé que el bueno de Manolo se había
descolgado con unas declaraciones en contra del Sporting tras haber firmado por
el Villarreal el que yo pensaba sería el contrato de su vida, vida injusta y
cruel, y por ello, Alejandro, el
creador del blog rojiblanco venía a decir que de alguna manera había muerto
para el sentimiento sportinguista. Una estupidez, ya lo sé, pero fue lo que
pensé. No quería pensar en otra cosa. Al entrar en la antes mencionada página
observo un crespón negro y la realidad me atrapa y siento pena y pesar y debo
ver los comentarios de la gente, nombres conocidos del día a día, Natán, Manrique, Rodri, Wallen, personas anónimas en las que
confío, para darme cuenta que es real y no producto de mi ensoñación.
A título personal me embarga la
pena. No lo conocía, no lo admiraba como entrenador, pero como persona y ser
humano lamenté la cadena de desgracias que atacaron la vida de Manolo y me asombré y admiré su entereza
para levantarse tras cada golpe. Era lo que en mi tierra llamamos “Un paisano”,
con el que estarás de acuerdo o no, pero al que respetarás siempre por la
simple razón de haberse ganado ese respeto en el día a día.
No hay más que decir. La suerte
se ha vuelto a cebar una vez más con alguien de manera inmerecida. Un hombre
que se dejó el alma en los campos y se mostró abierto y cercano fuera de ellos.
Un hombre que más allá de las simpatías o antipatías profesionales no deja ninguna persona (que no
personaje) atrás al que considerar enemigo. Un hombre al fin y al cabo.
Un buen hombre, y eso ya es algo
que no todos podemos decir.
Una verdadera lástima. Y pensar que ayer mismo estaba leyendo en el teletexto que iba a entrenar al Villarreal...
ResponderEliminarD.E.P. Manolo.
Una desagradable sorpresa.
EliminarYo lo escuché en Antena 3 a las nueve de la mañana y me quedé helado... y todavía sigo helado, Adolfo...
ResponderEliminarDEP Manuel Preciado Rebolledo, el hombre que hizo que volviéramos a creer.
Él dedicó nuestro ascenso al Cielo. Que el Sporting dedique cada uno de sus goles en Segunda la próxima temporada al Cielo también. Es un gesto muy sencillo, que el autor mire al Cielo y mande un beso. Eso hará sonreír a Manolo y le dirá que no le olvidamos...
Va a ser complicado y con el paso de la temporada se dejará atrás la historia y se abrirán nuevos momentos. Ha sido muy triste y duro, pero el propio Manolo era el primero en dar un paso adelante en los momentos duros.
Eliminar