Era difícil, o más bien imposible. Se intentó por lo criminal, más que por lo civil, se luchó y se peleó. En otras ocasiones, las derrotas del Sporting son dolorosas por vergonzantes. Hoy simplemente es dolorosa por la sensación de que hubo un resquicio, un momento en el que los hados pudieron haber inclinado la balanza del lado rojiblanco. Pero los hados son caprichosos y el Barcelona es el Barcelona. Ahora simplemente queda saber que ante el Sevilla hay que dar la mejor versión y empezar a ganar. Todos los años el Sporting, consigue una racha de 5 ó 6 partidos ganados, que son los que permiten llegar al final con vida. Me queda un resquicio de esperanza, pequeñito, casi invisible. Veremos cuanto me dura.
El señor colegiado de la contienda, Velasco Carballo, es de esos que se ganan la vida con la única virtud de hacerlo todo mal. Creo que se equivocó en todo lo que pitó, penaltis en el área rojiblanca (debemos aprender a hacer mejor el juego sucio), faltas que no eran, que sí eran, lamentable absolutamente.
El Barcelona lo de siempre, si Iniesta, Xavi o cualquiera de esos niños que sacan cada dos días, pillan el balón, estás perdido. Encima apareció Keita, un jugador calificado como destructor pero de innegable calidad. Nada que hacer.
Por el Sporting, Juan Pablo creo que no hizo ninguna parada de mérito. Es lo normal contra el Barcelona que habitualmente se te planta dentro del área para rematar.
En defensa, Orfila es el lateral derecho titular indiscutible del Sporting. A Damián le hicieron un traje en cada jugada y Lora parece olvidado para Clemente. Pedro es un jugador correcto, serio y luchador. Está agradándome. En el centro Botía no estuvo especialmente mal, y Gálvez es un central voluntarioso pero enormemente limitado en el desplazamiento de balón y en el posicionamiento. No creo que sea apto para primera. Canella parece seguir con su empanada. Da un nivel correcto cuando podría dar más. Le falta personalidad para medrar como jugador.
En la media, Nacho hizo un partido correcto, sin aspavientos. Me gustó André, luchador, voluntarioso, agresivo. Estoy seguro que Clemente está encantado con él. Ayoze ni está, ni se le espera. No sé qué pintaba en el once titular. De las Cuevas estaba para pelear alguna y sacar su clase. Tuvo el segundo en una jugada en la que sentó a Dani Alves, pero no sé que le sucedió y se embobalicó en regates. Una lástima. Por último Mendy hizo más méritos en un partido que Trejo, Morán y Novo en toda la liga. Corre más que el balón, no mide, se enreda, y aún así es un incordio para la defensa.
En la delantera... nadie de mano. Salimos sin nadie arriba, a guardar la ropa. Podía salir bien, pero era casi imposible. Nada más salir Barral, se jugó una falta (que debería haber tirado Carmelo) y en la siguiente jugada recogió un centro de Mendy y marcó el empate en una acción de mérito del gaditano.
Los otros cambios, Eguren, nada de nada y Carmelo menos todavía. El canario se llevó una bronca cuando recién entrado no siguió a Alves. A veces me desespera.
Partido perdido. No por saberlo de antemano, resulta menos doloroso. Hubo un resquicio para la victoria, pero nadie habría dado un duro por ella. Solo queda olvidar y esperar a la semana que viene. Confiar en que Clemente abandone a Gálvez en el banquillo, recupere a Cases, que ayuda a Castro a dar su mejor versión, Mendy se mantenga y Colunga vuelva pronto. Son demasiadas suposiciones, pero queda algo, un destello de que este equipo ya lucha, ya rasca, ya pelea, y algunos ya parecen creer un poco más en sí mismos y no muestran la versión apagada y cansina de jornadas anteriores.
En el siguiente partido nos jugamos mucho.
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