domingo, 16 de marzo de 2014

PATATAS A LA RIOJANA Y BOB DYLAN




Título extraño en el dos por uno de este, cada día un poco más abandonado, podreblog. No voy a hablar de cocina, pero a veces (o mejor dicho, casi siempre) la inspiración (si es que se le puede llamar así en mi caso) te acomete donde menos lo esperas y, en este caso, me ha pillado en la cocina.

"Mierda, se me acaba de ocurrir una entrada buenísima para el blog sobre los criaderos de centollos y el cambio climático"
No soy, ni he sido, ni seré un amante de la música de Bob Dylan y es triste admitir que en mi MP3 tengo más canciones de su hijo Jakob que del maestro que es su padre, pero es justo reconocer que hay cosas que están al alcance de muy pocos y una de ellas es la maestría en la redacción y en la narrativa encorsetada y a la vez liberada por la música de Bob Dylan. Puede ser un genio, aunque yo prefiero a Bowie si nos vamos a tiempos pretéritos. No me gusta su voz y sus melodías no me llenan. Aún así me ha ganado una canción que ha empezado a sonar mientras pelaba unos tubérculos.

El nuevo nombre del blog "Pelando patatas"
En “The times they are a changing”, Dylan sublima la canción protesta mezclándola con (según él, vaya usted a saber) la música tradicional irlandesa y escocesa, naciones ellas protestantes per sé y cuya forma de ser y obrar ha venido unida a la mera idea de la rebelión. 

La mitad de los extras de Braveheart eran de Quirós y alrededores
La letra de la canción es brutal. Honestamente de lo mejor que he escuchado. La composición, el mensaje, la idea y sobretodo las formas, aúpan a este tema al panteón de los escogidos. Dice Dylan que llega la ola del cambio y que más vale ponerse a nadar y acompañarla. El primero será el último, el lento será rápido y lo que ahora es, mañana será y el que no quiera aceptar el cambio, el que se oponga a la batalla, el que no se una al camino y sea una traba, aquel que no fluya, se hundirá como una piedra. Nos habla a todos, seamos políticos, escritores o padres. Los tiempos cambian y nosotros con ellos.

Lo que hay que ver
Y me pregunto qué piensa Dylan ahora, cuando nadie parece unirse a su ola de rebelión, cuando sus versos se quedan en palabra, hermosa, pero palabra. Los tiempos cambian pero el lento es lento y el que está bajo la rueda allí sigue mientras la marea arrastra al perdedor que no supo ganar y engulle a padres y madres que ven a sus hijos sin capacidad, ganas ni posibilidades de cambiar los tiempos que cambian dando un paso atrás. Mientras la ola lo arrasa todo, allá arriba, los poderosos que ya lo eran antes que Dylan cantara y lo seguirán siendo cuando suelte la armónica y la guitarra por última vez, seguirán viéndonos hundirnos desde sus barcos, ahítos de caviar y ostras.

Marca España
Los tiempos cambian, pero por desgracia no evolucionan como Dylan quisiera. Quizá por ello su canción se mantiene en el tiempo. Quizá, que los tiempos no cambien, es lo que hará de la canción protesta algo eterno. La rueda gira, el tiempo pasa y todo cambia pero un día llegas a casa y cocinas unas patatas a la riojana y te das cuenta que, pese a lo hermoso de una canción, no cambian lo suficiente. 

Ahora voy a hacer unos escalopines al Gorgonzola
Ni los tiempos, ni la gente. Amante del comic que soy, sin duda la versión de la canción que voy a dejar es la que (magistralmente) inicia la película Watchmen.

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