No ganó el Sporting porque no lo
mereció. No lo intentó más ni mejor que un Deportivo
de la Coruña que presenta escasas armas como para aspirar al ascenso. La
verticalidad de Mollejo, el disparo lejano
de Aketxe y poco más. Claro que ambas
cualidades le vendrían muy bien a este Sporting.
José Alberto salió de mano con un cambio de planes y
una mayor disposición para el toque. Con Carmona
y Manu de interiores con cierta
libertad y dos tipos con alma de 9 como Álvaro
y Djuka, los gijoneses trataron
de controlar más el balón y de proponer un juego más combinativo. Fruto de ello
fue el gol a los cinco minutos de un Djurdjevic
que, por fin, cuajó un excelente partido en casi todas las facetas que un
delantero centro debe dominar. Se comenta muy a menudo que el serbio necesita
de otro delantero a su par para triunfar. Aunque es cierto que las aportaciones
de su compañero de línea fueron más bien escasas, Djuka brilló ayer después de múltiples tardes grises.
Por detrás Nacho no estuvo mal y Javi Fuego mantiene el tipo incluso en
sus peores días. Ambos se perdieron en imprecisiones a la hora de sacar el
balón desde atrás, si bien es cierto que la disposición de los jugadores sobre
el campo no ayudaba a un juego de toque y de ruptura de líneas, con muchos
balones retrasados hasta Mariño desde
posiciones que invitaban más a avanzar que a retroceder.
El partido pasaba sin sobresaltos excesivos salvo una mano excelente de Mariño. Sin embargo, los laterales no
profundizaban y el Sporting contemporizaba. La entrada de Pablo por un gris Carmona
no cambió nada. Entonces José Alberto
tocó en retirada y comenzaron los movimientos extraños. Salvador por Álvaro y,
sobretodo, Molinero por Manu. De una tacada el Sporting se
quedaba sin el mejor jugador para aguantar el balón y buscar alguna falta y se
dejaba toda opción de contragolpe fiada a la nada. José Alberto colocó un doble lateral sin ningún tipo de fundamento.
No optó por defensa de cinco ni propuso ninguna opción en caso de capturar la
pelota. Con Aitor en el banco, un
tipo con velocidad e intenso en defensa, el error del míster asturiano era
patente para casi todos. Cerrar con cuatro defensas y situar por delante dos
mediocentros defensivos y un lateral derecho era llamar al desastre con diez
minutos por delante. El Sporting dio
el paso atrás requerido por su técnico y, simplemente, aguardó a la estocada y
el descabello. Mirándolo bien, el gol del Depor
llegó al final. De haberse producido el empate al minuto de entrar Molinero, el Sporting se habría quedado sin ningún recurso futbolístico durante el
resto del encuentro y habríamos visto peligrar hasta el punto conseguido.
Al final reparto de puntos. Da la sensación que el barco no está mal pero
que el timonel no tiene mucha idea sobre qué hacer con él. Se habla mucho de la
superioridad de equipos como Huesca,
Girona o Rayo en este inicio de liga. La realidad es que todo equipo es
complicado de superar en segunda. También es cierto que estos planteamientos que
combinan el toque en campo propio con una nula profundidad en ataque y momentos
ultraconservadores no acercan al objetivo del ascenso. José Alberto tiene unos días para pensar qué hacer contra el Las Palmas. Me temo que en terreno
canario va a proponer renunciar al balón y cederlo a los amarillos. Espero equivocarme.
Me va a pillar currando |
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