Primera noche del año. No está siendo una
gran noche. No tengo el cuerpo para cumbias desde una extracción de muelas del
juicio que tuvo lugar hace más de una semana. Infecciones y complicaciones
varias me trajeron por el camino del dolor durante unos días, amén de que el
exceso de pastillas imposibilitó la ingesta de algún brebaje o sustancia
etílica que me ayudase a mantenerme con ritmo más allá de la media noche.
Sin embargo mi amado vecino tuvo a bien
salir de comedia hasta las 3 de la mañana, acto digno de elogio por cuanto el
señor ya peina canas. Aunque claro, una vida de comer, dormir, fumar porros y
vaguear supongo que deja energía suficiente como para disfrutar de la noche
local. Así que el buen hombre tuvo a bien llegar a casa y poner un poco de
música a un volumen, digamos excesivo. Si fuese algo de música decente quizá lo
podría perdonar, pero el buen hombre es amante de la música jamaicana más
extraña y del jazz más desconcertante. Con ello quiero decir que la música
presente en mi noche insomne era un concierto a dúo entre lo que parecía un
percusionista al que le hubiesen echado algo de cola cao en la droga y un
bajista, posiblemente manco, con los mismos conocimientos musicales que un
orangután de Borneo. O quizá menos.
Así que entre notas asonantes me tuve que
desvelar y decidí acercarme al salón a jugar un rato a la PlayStation, que para
eso está. En ese instante descubrí que, en los hermosos momentos de silencio
que se sucedían entre canción y canción, mi querido vecino tenía a bien roncar
como una marsopa en celo. Una gozada oigan.
Volviendo al cine patrio, “Las brujas de Zugarramundi” me pareció
una cutrez del señor de la Iglesia
basada en una buena idea pero con un acabado indigno de un producto de
categoría. La misma película, venida de fuera, habría sido considerada una
porquería barata. Sin embargo con “Mi
gran noche”, de la Iglesia se lo
ha montado bien. Una buena trama, unos actores divertidos y un Raphael que ha viajado hasta su reverso
tenebroso para volver convertido en un monstruo malévolo digno de la peor
suerte. Por el camino de la historia se cruza un productor televisivo sin
escrúpulos, una gafe, un incendio, un intento de parricidio y lo que podríamos
considerar como la horripilantemente divertida mezcla genética resultante de
cruzar a Chayanne con Bisbal.
Como digo. Un buen chuletón, una buena dosis
de drogas prescritas por mi doctor y una película entretenida. Si no una gran
noche, sí iba a ser una noche agradable. Pero ya ven. Cuatro horas despierto,
de las cuales me he pasado dos trabajando.
Al menos me queda la salud, o en su
defecto un frasco lleno de opiáceos. Y si todo falla todavía puedo cantar a
voces “Mi gran noche”.
Se lo debo a mi vecino.
Menudo vecino tiene, no respeta ni las extracciones dentales. Yo tampoco soy muy de Alex de la Iglesia, me eché al ojo Balada Triste de Trompeta y me quedé un poco locuelo.
ResponderEliminar"Atarantinado" sí que soy. No te gusta Malditos Bastardos por ejemplo? Con ese principio lácteo del gran Christoph Waltz? Feliz año!
Amigo Wallace. Feliz año.
EliminarDel señor de la Iglesia me quedo, como es evidente, con El día de la Bestia y a lo mejor La Comunidad. Y creo que tiene buenas ideas de partida, pero luego no remata.
De Tarantimo adoro Pulp Fiction pero, por ejemplo, Kill Bill me pareció un tostón y de Malditos Bastardos... prefiero no hablar, por mucho Waltz que saliese. No me llena ese señor.
Yo también creo que tocó techo creativo con "Pulp fiction", que fue verdaderamente rompedora. "Kill Bill" realmente no contaba gran cosa para tanto metraje y "Malditos bastardos" tiene sus momentos, como el que comenta Wallace y aquella escena en el bar del sótano, donde la tensión va creciendo de forma paulatina para acabar como siempre en baño de sangre."Django" tampoco me apreció conseguida del todo y si muy alargada. Creo que a la mayoría de sus películas les sobra al menos media hora de blablabla. Dice que va a rodar otras dos películas(no aclara si divididas ambas en dos partes, que ya serían cuatro)y retirarse. Pues bueno, no pasa nada.
EliminarFeliz año a los pachangueros. Si no las habéis visto, de este año os recomiendo "Frío en julio", "Foxcatcher", "Bernie" y "Sicario".
Contando con Mad Max como lo mejor del año, Sicario me pareció muy interesante, al igual que The Martian. No salvo ninguna película de superhéroes, todas un dolor, y a falta de Star Wars, los revival como el de Parque Jurásico me han dejado más bien frío.
EliminarFeliz año pachanguero, qué duda cabe.