Hace nada, el genio de David Bowie
se metía de nuevo en la lámpara maravillosa de la que salió, una y otra vez,
para conceder obras maestras a aquel que quisiera escucharlas. Hoy, otro gran talento,
un menos conocido, pero no por ello menos talentoso Alan Rickman, abandona este mundo que queda un poco más huérfano de
talento y un poco más vacío de arte y leyendas.
Bowie llegó a mí bastante tarde. En una parada
en un viaje a cualquier lugar, observé un vídeo musical en un bar de carretera.
Un hombre de extraño aspecto ataviado con un traje azul eléctrico cantaba en lo
alto de una torre. De niño me cautivaban las canciones más extrañas y
psicodélicas. Sobretodo cuando esa psicodelia se transmitía nítidamente en aquellos
videos musicales tan de los 90 que saturaban los programas de televisión. Así
que no recuerdo a dónde iba ni de dónde venía, pero recuerdo aquel vídeo y
recordé el nombre de aquel cantante de extraña voz. Y me lo guardé para siempre
en el bolsillo de mi memoria. Luego de "Jump, They Say" llegó "Hello Spaceboy", a coro con otros iconos como son los Pet Shot Boys. Más tarde aprendía a amar
sus clásicos "Space Oddity",
"Life on Mars", "Heroes",
"The man who sold the world"
o aquel duo de proporciones ciclópeas que formó con Freddy Mercury para traernos "Under Pressure", canción que todavía tarareo a uno de mis
compañeros de laboratorio cuando quiero apurarlo un poco. Un ícono.
Y si a Bowie lo conocí encaramado
a un edificio, a Alan Rickman tuve el
gusto de encontrarlo encerrado en uno por propia voluntad. Allí, el inefable
Hans Grüber enfrentó al vaquero John McClane en duelo desigual, porque haga lo
que haga el malo, planee lo que planee y discurra lo que discurra, al final, el
policía irlandés y paleto encontrará la manera de frustrar el triunfo del que
lo merece. Hace una semana volví a ver su película porque es una de mis
favoritas y porque el personaje que nos dio Alan
Rickman es un elemento recurrente en mis fantasías literarias cuando me
siento a pensar como sería el arquetipo del perfecto villano. Cada vez que
trato de idear una historia con malvados personajes de perfectos planes, la
cara de Alan, la sonrisa de Hans, y
la profunda voz de ambos viene a mi mente y siento que estoy escribiendo lo
mismo que antes crearon otros pero que no hay forma de mejorarlo. De las torres
Nakatomi, Alan Rickman saltó a otros
papeles en obras como la saga de Harry
Potter, pero para mí siempre será el personaje con clase, ese malvado
perfecto del cine de acción. De esos que no quedan.
Así que supongo que, si me pongo transcendental, Bowie estará en algún lugar afrontando su enésima transformación y
dando el concierto del siglo junto a Mercury,
mientras que Alan Rickman trata de perpetrar su enésimo plan perfecto lejos del
cowboy de turno, o cerca de él, porque así es más divertido.
Solo darles las gracias por ser unos artistas. Simplemente eso.
-"Tanta palabrería y no es usted más que un vulgar ladrón".
ResponderEliminar-¡Soy un ladrón excepcional, señora McClane!
Descansa en paz, genio.
Comunicado de John McTiernan sobre la muerte de Alan Rickman:
ResponderEliminar"Oh Lord, I am truly shocked. Alan was such a lovely man, and far too young for news like this. It was a privilege to work with Alan. Even with his newness to film in Die Hard, Alan was the personification of a true actor, passionate about his craft, ever improving his art – all intertwined with a sense of humor. He was a man of character - dedicated, possessed a loving heart, and believed the world could be a better place and the world, indeed, was a better place with him in it. My thoughts are with his wife and family who have suffered such a loss. Rest in peace Alan, there's a piece of you that will always be with us.
-McT"
Don Íker.
EliminarSabía que el fallecimiento de Alan te iba a tocar la fibra sensible.
SObre las palabras de McT. Es muy probable que Rickman sea una de las pocas personas que no acabó su relación con McT odiando y siendo odiado. Eso, supongo, dice mucho de el inglés como persona.
Un saludo.
Abro el periódico y me encuentro una página completa con fotos de Alan Rickman en diferentes películas. Sin tiempo a haber leído el titular ya algo me dice que no van a hablar de nada bueno. Leo y pienso: "What the fuck?". Bueno, más bien me salió un castizo "¡Amos, anda! ¡No me jodas!" Qué gran actor, capaz de hacer que el villano más joputa te caiga bien.
EliminarHe leído bastantes comentarios de gente que trabajó con él y van en la línea de lo que dice McT. El emotivo comentario de Kevin Smith, que le dirigió en "Dogma", parece muy sincero.
Descanse en paz.Se le echará de menos, sin duda.