miércoles, 6 de enero de 2016

LA GUERRA DE LAS GALAXIAS. EL DESPERTAR DE LA FUERZA





Ayer me acerqué a ver la última entrega de “La Guerra de las Galaxias”. Sin ser un gran fan, he de decir que pocas películas pueden tener tanta magia como ésta. Ver los cartelones amarillos mientras suena la fanfarria orquestada por John Williams, ya parece suficiente para retrotraerte a la más tierna infancia y te genera ilusión por lo que estás a punto de ver.


Es cierto que “El despertar de la fuerza” no es una obra maestra. Es evidente que el guion es simple y vuelve a lugares comunes sin arriesgar casi nada. Sin embargo sería falso decir que, tras la lamentable trilogía anterior, esta nueva entrega no significa una nueva esperanza.


Y es el inicio de la película mi parte favorita. Saltamos de personaje en personaje con rapidez pero con pulso. Del bravo piloto al soldado imperial con conciencia…


Y hago un inciso porque hace un par de años escribí una breve historia sobre un soldado imperial con un amor inquebrantable por las artes escénicas. En su momento no me decidí a publicarla porque, seamos serios, me pareció una fumada monumental. Pero todo se andará.

A lo que iba. El inicio es potente, enérgico e interesante. Luego la historia es simple. Como la original. Todo pasa casi por arte de magia y la galaxia parece ser un pequeño pueblo del medio oeste americano, dónde todos son familia y se encuentran cada mañana aunque no lo deseen. Han Solo lleva años buscando su nave para encontrarla justo cuando los nuevos personajes se hacen con ella. Parece traído por los pelos, pero las grandes historias se llenan de coincidencias y quizá, cuando se disfruta, haya que mirar para otro lado.


Por otra parte, el “tempo” del cine de acción ha cambiado. Ahora hay poco tiempo para el descanso. Tal parece que en esa magna obra que es Depredador, a Dutch y su equipo les tomó más tiempo planear el asalto a un puesto fortificado en mitad de la selva, de lo que a la resistencia galáctica  le lleva decidir su vía de acción para destruir un planeta al completo.


Todos los héroes de ahora corren, saltan, vuelan, pilotan aviones y aprenden a luchar con espadas en apenas segundos. Y no espadas cualesquiera, que yo entiendo que manejar un sable láser tiene que ser complicado. En “El despertar de la fuerza” Finn, un vulgar soldado de asalto, es capaz de aguantarle un rato de pelea con sable láser al malvado heredero del manto de Darth Vader, que son palabras muy mayores. Y el soldado era el tío que se encargaba de las letrinas. No era el más cualificado que se diga. Claro que da la sensación que el problema de las tropas imperiales viene siendo el casco. Con él puesto no dan una. Con la pistola láser no serían capaces de acertarle a un elefante en un autobús. Ahora, Finn se quita el casco y no falla un tiro el tío. Sería cosa de mirarlo. Los seguidores del lado oscuro, siéntanse libres de contactarme. También aconsejaría poner barandillas a las pasarelas que se hallan suspendidas sobre agujeros gigantescos. Se evitarían muchos accidentes.


De todas formas. Película entretenida, simple, con escenas espectaculares y momentos divertidos. Es cierto que no está a la altura, pero nada puede estar a la altura de un recuerdo personal. “La guerra de las galaxias” no es una película más para muchos. Es una vuelta a la infancia, a un cambio total en la forma de entender el cine de aventuras. Un giro maestro muy difícil de repetir, y claro, cualquier película palidece ante la comparación.


La recomiendo por sus muchas virtudes. Para algunos es fácil decidir tirar abajo toda la obra por sus múltiples agujeros en la historia o por ser un evidente intento de Disney de sacar dinero sin hacer un esfuerzo cien por cien sincero por traer una obra realmente a la altura. Para mí es más sencillo sentarme en un butacón y viajar a esa galaxia lejana dónde cualquier cosa puede pasar.

4 comentarios:

  1. Jaja... fantástico tu símil con Depredador. Tengo una sensación ardua de "copy paste" con El Despertar de la Fuerza que me incomoda. Y me planea la palabra sobrevalorada cada vez que leo algo, y eso que soy Abramero, pero no del que canta.

    Con Star trek me lo pasé mejor y el actor de Kylo Ren, que no digo que sea mal actor, da mucha pena sin máscara. Me dan ganas de amamantarlo en vez de imponerme respeto. Como dije por Twitter, contra más leo sobre el Despertar de la Fuerza más me gusta La Venganza de los Sith. Feliz año, si es que en Bufalo las horas y fechas son iguales XD!

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  2. Amigo Wallace. De la anterior trilogía de Lucas solo recuerdo a Darth Maul, el resto es una nube borrosa que trato de olvidar. Me pasa lo mismo con la trilogía (o hexalogía) del anillo. Bueno, de esa me aburre todo, pa qué engañarme. Total, que ésta, sin ser lo mejor de la tierra y quedando claro que han ido a lo seguro, me ha entretenido, cosa que las 3 anteriores ni hicieron ni harán porque no pienso pasar por verlas otra vez.

    Eso sí, a ver si a los malos les da por hacer algo que no se destruya metiendo un avión por un agujero pequeño y disparando. Y cuando digo malos me refiero a los guionistas.

    Y sí, el chiquillo que hace de Kylo es feo con ganas. Parece el cruce entre Adrien Brody y Dumbo.

    Feliz año, que ha entrado en Buffalo, y sin nieve!!!!

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  3. ¡La gallina de piel tras leer la referencia a "Depredador"!Incluso escucho dentro de mi sesera la pedazo banda sonora de Alan Silvestri(tan-tan-tan-tan-tan-tan,tan-tan-tan-tan-tan-tan)
    Siendo "La guerra de las galaxias"(la primera, que es la cuarta, versión sin adulterar digitalmente por su creador barrigón)mi película preferida de todos los tiempos, es posible que esta me guste.Sin embargo mi motivación para verla es nula,me echa demasiado para atrás su tufo a jugada comercial(tipo la inmminente reunión de Guns N' Roses). Sí que es incómodo de ver Kylo, siendo antaño tanto Solo como la princesita bastante monos ¿No lo adoptarían a alguna pareja de belleza distraída de la galaxia? Ya nos lo contarán en las precuelas.

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    Respuestas
    1. Si es que te pongo a huevo las referencias. Por poner los dientes largos, mi noche de hoy tiene por seguro un visionado de Jungla de Cristal y luego me sentaré a leer Born Again. Un pequeño paseo por la época dorada del entretenimiento.

      Estoy de acuerdo en lo que dices, incluso en lo de los Gun´s and Roses. También te digo que si vienen a Buffalo me voy a verlos aunque sea por escuchar November Rain live.

      Y sí, Kylo es feo, pero feo de narices. Y la mamá no es fea, ni el papá, ni el abuelo materno... a ver si la fuerza la va a dar el butanero galáctico...

      Un abrazo

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