Deadpool es la mejor película sobre Deadpool que
unos fans de Deadpool podrían hacer. Así de simple. Una serie de enamorados del
personaje se pusieron manos a la obra y desde el guión a la dirección, pasando
por la implicación absoluta de Ryan
Reynolds, todo está destinado a hacer la mejor representación en el
celuloide del mercenario bocazas.
Que nadie se espere la mejor obra sobre superhéroes porque ni siquiera los
comics sobre las andanzas de Wade Wilson son dignos de reseñar. No existe nada
en papel sobre Deadpool que pueda ser considerado una gran historia. Nada
reseñable salvo el mismo personaje y todo lo que le rodea. Y ahí radica el
mayor acierto de la película. Todo lo que caracteriza al personaje de comic,
incluyendo alucinaciones con unicornios, referencias sexuales, hemorragia
verbal, Bob, Weasel, la ciega Al, una incontrolable atracción por Lobezno y
muchas referencias Pop, todo ello ha sido incluido en la película y con
bastante acierto.
Es correcto decir que puede que sobren chistes de penes. Sin embargo el humor
físico y absurdo que rodea al mercenario no mutante es difícil de mejorar. Su
batalla con Coloso, las amputaciones de miembros, la fijación por Hugh Jackman y una relación destructiva
con un taxista son puntos muy positivos a la hora de hablar de como esta
película puede hacerte pasar casi dos horas de un plumazo.
La trama que rodea al taxista es lo más complejo del guión |
Y es que la película está bien estructurada para que con solo dos escenas
de acción y un flashback se llene la pantalla con todo lo que necesitamos saber
del personaje. La dirección de Tim Miller
es impecable, alejándose todo lo posible de la estética Michael Bay y enfocando la acción de manera clara y concisa. La
música, mayormente noventera, ayuda a meterse en harina y los personajes que
rodean a Wade son útiles, están bien descritos y aportan lo suficiente sin
molestar a la estrella de la función. Es cierto que los malos no importan nada
pero es por una buena razón.
Porque la película de Deadpool, como los comics de Deadpool, e incluso como
esta entrada sobre Deadpool, se centra única y exclusivamente en Deadpool. Un
personaje, no mejor ni peor, pero sí diferente a todo el panteón superheróico
que pide paso desde el papel a la pantalla. Simplemente dos horas de bromas,
acción y barbaridades como decapitaciones, desmembramientos, automutilaciones y
cosas divertidas.
Recomendable para todo aquel que quiera apagar el cerebro durante 100
minutos y le apetezca ver como Stan Lee
hace el mejor cameo cinematográfico de su carrera.
La veré.Un saludo crack.
ResponderEliminarEspero que la disfrutes. Un abrazo.
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