Resulta que me caía bien Jorge Moragas, político del PP. Cuando salía en televisión junto a
la inefable Thais Villas, me parecía
un tipo directo, sincero y divertido. Eso demuestra lo ceporro que llego a ser
y lo fácilmente engañable y manipulable que es la mente simple.
Porque el otro día, en relación al tema de la
ley de ayudas a la dependencia que el partido del gobierno se está cargando
pasito a pasito, Jordi Évole se puso
en contacto telefónico con Moragas y
vuelvo a ver la amarga y real cara del político español. Mediocre, cutre,
zafio, pero sobretodo cobarde y mentiroso. A Moragas le preocupa más el continente que el contenido y ya se le
nota enervado cuando comprueba que su voz está siendo grabada. No es de
extrañar que Moragas sufra por ello cuando
su máximo líder es incapaz de juntar dos palabras conexas frente a un micrófono,
siendo más famoso por sus espantadas, cual vaca en autopista, frente a
preguntas no seleccionadas de antemano.
Ese es el nivel y la catadura moral de los
que nos representan, de nuestros empleados, al fin y al cabo, colocados tanto
para dirigirnos como para responder por sus errores al hacerlo. Y mal que les
pese, no reciben su premio o su castigo cada cuatro años. El comportamiento
huidizo de estos empleados públicos causaría pavor en otros países, sobretodo
anglosajones, donde estas estampidas hacia el córner serían consideradas cuanto
menos vergonzantes.
Pues Moragas
se ofende, se enfada y al final acusa a Évole
de ser poco ético y hacer mal las cosas. Cuando Évole le advierte que nadie en el gobierno ha querido dar la cara
para hablar del tema, el político cuelga y le da la razón al periodista. Nadie
va a dar la cara en el tema. Ni en ese ni en ninguno. Entre medias Moragas nos recuerda que, como parte de su trabajo, escribe casi
ocho mil cartas al año. No será de su puño y letra, me la juego, así que no hay
que vanagloriarse ni es esa forma de justificarse.
Así que nuevo ridículo de un político
español. Y van… ni se sabe. Cada día que pasa me extraña más que no haya un
problema gordo en la calle. Será que estos señores que juegan con nuestro
patrimonio, destino e incluso nuestra salud, no salen mucho al bar de la
esquina. No creo, y esto es triste, que Mariano
Rajoy aguantase un debate cara a cara con Manolo “el peluquero”, Maruja
“la del quinto B” o con Vicente “el
chigrero”. No está a la altura, y peor, no quiere estar. La vida le trata
bien y sopla siempre viento del sur. Ése es el problema de estar guiado por una
casta de privilegiados cuya vida profesional se basa en acabar una carrera y
mamar de cargos públicos hasta morir ahítos. Si por lo menos tuvieran algo de
clase.
Porque uno ve “House of cards”, observa a la bestia malvada que es el Frank
Underwood interpretado por Kevin Spacey
y piensa “Hombre, éste si me la mete
doblada, es porque es un tipo inteligente”, pero claro, tú ves a Mariano, Moragas, las Sorayas, Rubalcaba, Esperanza, Rosa Díez y demás,
y lo que te entra es la depresión de pensar “¿Estos
son los que me la meten doblada?” Que luego hablan de que los Estados
Unidos son el país de las oportunidades, pero que estos señores hayan llegado a
donde han llegado da una idea que España es el país de la pandereta definitiva.
Porque esta “gandaya”, palabra castellana con diferente definición cuando te
adentras en tierras asturianas, se deben a su público, pero al contrario que la
chipionera más grande siempre defraudan. No como yo. El otro día una persona
el pueblo me pidió que hablase más de fútbol y para cerrar esta entrada
inconexa, sello cada día más habitual del blog, allá voy.
El último partido que vi en el Molinón fue un
28 de Febrero de 1999. El Sporting derrotó al Mallorca B en el que jugaban Tristán y Luque con dos goles de Perovic
y uno de Dimitri Cheryshev. Desde
aquel entonces, y gracias a un señor con puro que se sentó a mi lado, en mi
memoria ha quedado grabada la táctica definitiva para triunfar en el fútbol “Hay que echái pelotes a Cherisé, que corra,
y Mario Cotelo a tomar pol culo que ye una tortuga”. Casi veinte años
después Ancelotti, entrenador del
Madrid, lo tiene claro, balones al rápido y a Rajoy al lento… pues eso.
"¿Eh?" |
Clama al cielo tener estos políticos de mierda riéndose a la cara de todo dios. Y esas carreras... Recuerdo una reciente de Rubalcaba escaleras arriba que... tela; huía de los periodistas como Arnie de aquellos perros salvajes y rabiosos en "Conan, el bárbaro".A pesar de lucir una chepa cual Quasimodo, subía escaleras a una velocidad pasmosa.
ResponderEliminarY Rajoy y los suyos, ¡vaya velocidad en los pasillos! y sin tropezar con ningún micrófono, oiga. Le pilla una periodista por los pelos y pregunta por los terribles datos de la EPA y suelta¡Que está muy contento!
En Bruselas ha prometido recortar 48.000 millones en tres años, reduciendo a la mitad el gasto público. En Bruselas, porque a la gente a la que va a joder la vida con esos recortes no le ha explicado nada. ¡Qué cobardes y qué gentuza! Y luego esa estúpida consigna que tienen de decir "Lo que teníamos que decir sobre ese tema ya lo hemos dicho, blablabla...". Y nadie les contesta: "Pues tendrán que repetirlo y explicarlo las veces que haga falta, porque desde luego no ha quedado claro y porque es su deber,leñe".
Que yo cada día me extraño más que no haya una agresión un día a la puerta del congreso. Esta división entre gobernantes caciques soberanos y campesinos no puede traer nada bueno.
EliminarAl tiempo, Adolfo. Mira el siempre petulante de Blesa, cómo corría acojonado cuando a pesar de la escolta a la salida del juzgado se llevó un "cartelazo" de un manifestante al que había jodido la vida con su timo de las preferentes.
EliminarOtro despropósito: John McTiernan dice que se avergüenza de las películas que ha rodado. Sí que tiene algunas vergonzantes ("Rollerball") pero alguien debería decirle a este hombre que repase los "blockbusters" de los noventa para acá. Lo mismo se da cuenta de que sus películas en comparación son clásicos modernos. Ay, qué trueno tiene.
ResponderEliminarMcTiernan odia La Jungla 3, que a mí me encanta. Yo creo que le da al orujo y luego pasa lo que pasa.
EliminarEs que es una de las que le quitaron de las manos a última hora. Recuerdo su final precipitado en Canadá. No sé si conoces este final original. Más bestia, desde luego:
Eliminarhttp://www.youtube.com/watch?v=5zYxArQ-_9c
Lo había visto y ese final no me pega. No veo a McClane tramando su venganza durante un tiempo, viajando calmado a buscar a su enemigo e infiltrándose en su casa sin montar la de dios. No es que la Jungla 3 tenga el finalón definitivo, pero me parece mejor que éste, más acorde con el personaje.
EliminarDicen los mentideros que quieren recuperar el personaje de Zeus para la sexta entrega. Con tal de que no salgan los sosainas de los hijos de Mc y cuiden al menos un poco el guión y la dirección me conformo.
Eliminar¿ Indignación ? No me sean cínicos. Tenemos exactamente lo que demostramos merecer. Somos un mediocre rebaño de ovejas , ellos lo saben, y nosotros también.
ResponderEliminarHasta las ovejas te muerden las pelotas si les molestas mucho rato.
EliminarPues nada, a pastar y a esperar que los cabreros nos esquilen un poco más. Otra cosa es que sí es cierto que tenemos lo que merecemos. De momento eso es verdad.
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