Un día, de buena mañana, te
levantas y todo ha cambiado. Los pájaros cantan y las nubes se levantan. El
cielo es azul, el viento sopla cálido del sur y el sol baña tu rostro pero no te deslumbra. Ese día, si estás
en el último paso de la publicación y defensa de una tesis doctoral, sabes que
todo va a cambiar y, lo que es peor, sabes que esa calma ficticia solo es el
preludio de una tormenta perfecta.
Cualquiera de las tres o cuatro personas
que visita el blog habitualmente sabrá que me he posicionado a favor de la
defensa del sistema científico y de innovación como una fuente de futuro para
una nación. Si bien mi punto de vista es crítico y comprendo que las reformas
son necesarias, hay momentos en los que el corazón del hombrecillo gris que soy
se vuelve negro como el carbón y de pronto comparto pensamientos con los
líderes y lideresas del PP, aquellos que confirman con la boca grande que, en
su opinión, sobran científicos en España. Puede que tengan razón.
El desarrollo y gestación de una
tesis es el proceso final que puede garantizar tu futura independencia y
estabilidad como investigador. No lo asegura, pero ayuda a que sea posible. De esa
manera, con el título de doctor bajo el brazo, puedes acceder a nuevos puestos,
nuevos cargos y nuevos beneficios, amén de que se supera una etapa de tu vida y
quemar etapas es lo que nos acerca a lo que somos y queremos ser.
Por extraño que parezca, cuando
vas a plasmar en negro sobre blanco todos tus conocimientos, tus experimentos,
todo aquello que has realizado, presentado en congresos, publicado y comentado
con tus jefes, cuando todo eso va a formar parte de tu tesis, surge de la
maraña de datos un Leviatán de dimensiones monstruosas. De pronto, todo es un
problema y solo hay un culpable.
Para el que no esté con la cabeza en este mundo, que será lo más normal, explicar que en la escritura y presentación de una tesis defiendes tu trabajo como investigador predoctoral. Dicho trabajo engloba una serie de discrepancias que llevan al conflicto final. Veamos que es lo que se sobreentiende que sucede durante la tesis.
Para el que no esté con la cabeza en este mundo, que será lo más normal, explicar que en la escritura y presentación de una tesis defiendes tu trabajo como investigador predoctoral. Dicho trabajo engloba una serie de discrepancias que llevan al conflicto final. Veamos que es lo que se sobreentiende que sucede durante la tesis.
- Supuestamente el trabajo es dirigido por unos directores de tesis que diseñan un proyecto y guían al doctorando en la realización del mismo, educándolo y formándolo para que comprenda todo aquello que debe serle de utilidad en su futuro.
- Es de entender que todo este trabajo es supervisado y por tanto está en el conocimiento de los directores de tesis, a la sazón jefes del doctorando, y por tanto el plasmarlo en un documento escrito solo debe ser una transcripción y resumen de todos los datos que se han acumulado.
- Pese a que la tesis es firmada a título individual por una persona, durante su defensa se tiende a agradecer a los directores su dirección y esfuerzos, su participación y lógica gestación de los buenos resultados de la misma.
Es por ello que me extrañan las
contradicciones que sin ser norma, sí que son habituales. Cuando llega el
manuscrito, por alguna razón que a continuación explico pormenorizadamente,
muchos directores reciben con estupor un aluvión de datos que parece venir de
las antiguas ruinas mayas. He vivido, he visto y estoy sufriendo en las carnes
de mi mujer, como de pronto, resultados que han estado ahí por seis años, que
han sido presentados numerosas veces en público y que deberían estar
supervisados, son sorprendentemente nuevos, y las sorpresas no gustan a los
directores de tesis por varias razones.
a) Demuestran
que el doctorando puede hacer las cosas sin contar con ellos y por tanto son
inútiles.
b) Demuestran
que en ningún momento el trabajo realizado ha estado a su cargo y por tanto son
inútiles.
c) Demuestran
que en ningún momento se ha prestado atención ni a los artículos, ponencias o resultados
en los que ellos figuran como primeros o últimos firmantes y por tanto son
inútiles.
Ante una demostración tan
flagrante de inutilidad, la persona de moralidad media, suele sonrojarse,
avergonzarse o esconderse, pero el director de tesis medio no lo hace, o bien
porque no son personas o porque no conocen la palabra moralidad. Ante el
descubrimiento de que durante tres años no han revisado nada de lo que debían
revisar y por tanto han pasado por su puesto de trabajo como una maleta, solo
cabe hallar un culpable. El doctorando. Es por ello que de pronto, una tesis adecuada,
con todo aquello que formó parte de tu vida por cuatro o más años, se convierte
en un problema grave y la resolución final que supondría, a lo sumo un par de
meses (lo cual sucede cuando el investigador principal es coherente y honrado
con su trabajo), se convierte en un parto de nueve o más.
Esa es la superficie. Ahora
rasquemos la base, porque uno puede pensar que no localiza el problema
claramente. Bueno, en el caso que ahora nos ocupa está el problema de la
esclavitud física y moral. La persona que ocupa esta historia lleva desempleada
varios meses, pero trabajando durante ese tiempo. Es algo normal en
investigación. Tan normal que ya ni nos escandalizamos, lo cual es triste. El
razonamiento democrático y justo es “Si no vienes a trabajar, sin tesis te vas
a quedar". Chantaje se llama. Lo siguiente es que mi mujer presenta una
hiperreactividad a los complejos de platino con los cuales trabaja, que le dejan
la cara como la de la señora Potato. Pese a presentarse ante sus jefes con una
calabaza de Halloween por cabeza, estos le han exigido (no pedido, no sugerido,
no recomendado) que siga trabajando como antes y a poder ser que guarde
silencio sobre su condición. Enfermizo, ¿no? Sigamos.
Una vez detectado el aluvión de
nuevos datos con casi tres años de antigüedad, surge la duda sobre que hacer
con ellos. Pese a la oposición pretérita de mi esposa a continuar trabajando
con esos números, su opinión nunca fue tomada en cuenta hasta justo tres
semanas antes de su defensa en la que recibe la información sesgada y parcial
que implica la frase “No hay tesis”. No hay tesis ¿No hay tesis? Silencio.
Silencio por cuanto esos datos son dos páginas de un trabajo de doscientas.
Silencio porque ese trabajo es una colaboración con otro grupo que presentó de
manera incorrecta los datos. Silencio porque ellos saben que la culpa es suya
pero son tan rastreros que no la aceptarían frente al juicio final y al final,
silencio porque no puedes decir nada y el máximo consejo que te dan los que te
rodean y que lo han vivido previamente es “Calla y aguanta a ver que pasa”.
Y luego escuchas a gente con la que no estás de acuerdo en nada, decir que sobran científicos
en España y piensas que, maldita sea, puede que tengan razón.
Leyendo lo arriba escrito, y con el paso ya de los años, uno se plantea: ¿qué demonios hago yo metido en esto?, ¿tendré algún tipo de aberración cromosómica aún no detectada?. Lo jodido es que, después de haber visto y vivido muchas putadas y barbaridades, lo que le pasa a tu señora esposa no deja de sorprenderme y de parecerme abominable...sencillamente no hay palabras ante esto.
ResponderEliminarHola, Jandro. Oye, tú también pasaste las de Caín. Lo mío es un poco más de lo mismo.
EliminarTe respondo a tu pregunta: ¿Por qué continuamos en este mundillo? Por que nos encanta lo que hacemos y aunque esté lleno de mierda y de gente de este tipo (están todos cortados por el mismo patrón; visto uno, visto todos) seguimos ahí, dándo todo lo que tenemos. Para mí, este es el mejor trabajo del mundo, puedes ayudar a la gente de forma directa no sólo con tus manos sino con tu cabeza. Si cuando los experimentos salen y las cosas casan de la forma en la que lo habías pensado, estás en una nube, imagina si lo que hacemos sirviera para algo, para paliar alguna enfermedad, algo, lo que sea ... Ese es mi fin y no voy a permitir que me hagan cambiar de parecer.
A lo de la aberración cromosómica... rotundamente Sí.
EliminarYo estoy por esto por ser lo único que sé hacer, sin embargo que a personas con una motivación a prueba de bomba los pongan constantemente contra la pared y los destrocen por pura inutilidad, es algo que me puede.
ResponderEliminarLos guionistas del Gran Wyoming ponen en sus labios la frase que resume toda la entrada "Esto es España. Aquí la gente que no tiene conocimientos puede acabar donde quiera, eso sí, los que los tienen solo acaban en un sitio, Alemania"
ResponderEliminarQué razón tienen los guionistas de Wyoming. Pero tú no tienes menos con lo de la certeza de la existencia de una aberración cromosómica por ahí oculta. Esperemos al menos que no afecte a la línea germinal!!.
EliminarHoy, me ha pasado algo que considero es merecedor de comentar: El jefe me ha pedido disculpas por su comentario. Ya hoy por la mañana en una reunión que tuvimos le ví tocado física y moralmente, tanto que me dió lástima y me arrepentí de haber discutido con él por lo que me escribió. Pero mira, he aquí, que se disculpó y eso le honra. Muchos IP no lo hubieran hecho.
ResponderEliminarEs que de eso se aprovechan. La próxima vez que piense y luego actúe. A ver si ahora no se va a poder discutir con alguien. Se disculpó, ok, pero yo me andaría esperando la próxima liada.
EliminarA-Lu-Ci-No.
ResponderEliminarAnimo, Vir!
Yo estoy en la misma situacion que tu y tambien me sorprendo al opinar parecido que la ultraderecha del pais.
Pero creo que la presencia de vagos, caraduras y sinverguenzas no es una cosa de nuetro colectivo ni unica de España, me temo. El que no se consuela es porque no quiere o tiene una aberracion cromosomica. Yo soy de los seegundos.
Algun dia deberiamos de poner nombres y apellidos a los sinverguenzas estos de los cojones y que la gente lo sepa.
Y disculpen las faltas de ortografia y al ausencia de comas y sentido de mi anterior comentario. He esnifado demasiado Trizol.
EliminarSe disculpa todo, sobretodo cuando se tiene tanta razón. Evidentísimamente la presencia de vagos y maleantes no es exclusiva única de esta profesión, faltaría más, pero alguna de las condiciones que conlleva trabajar "for free" o la ventaja de amenazarte sabiendo que al final tu tesis depende de una firma más que de tu trabajo. Si ponemos nombres y apellidos, más de uno que pasa por la vida como un santo varón (o santa hembra), se llevaría una sorpresa. Yo también le doy mucho al TRIzol y me está quedando un cutis finísimo.
EliminarAbrimos un blog con un pseudonimo y no dejamos titere con cabeza?? :-D
EliminarCierto es que en la ciencia, con gente tan supuestamente preparada y con relativamente poca pasta de por medio, sorprenden algunos comportamientos muy ruines. Si nos estuviesemos jugando unos cuantos millones de euros, yo entenderia alguna ruindad, fijate.
Pero cuando estas cosas de amenazas, esclavitud y tal vienen a traves de la subnormalidad, la vagueria y la caradura, sin pasta de por medio, me sorprenden. Bueno, no me sorprenden porque vienen del ratraso mental mas absoluto la mayoria de las veces, pero es increible que estemos asi en el siglo XXI.
Si abrimos un blog, que sea de buena gente. Así trabajamos menos. Como bien dices "supuestamente bien preparada". Esa mediocridad que es uno de los problemas de muchos que llegaron a su puesto sin una competencia real, les hace mezquinos y cabroncetes con aquellos que alzan la voz y muestran predisposición a hacerlo bien y por tanto a mostrar sus defectos. Yo, como estoy en esto por el dinero... y por mi aberración pentasómica.
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