Hoy, dos por uno en la sección “Películas” del blog. El combate es
desigual, una buena y una horrible mala. Por nombre y renombre, por
público y recaudación, por la posibilidad de una inminente segunda parte, por
su procedencia desde la soleada Hollywood y no la recóndita Indonesia, muchos creerán
que la cara limpia es “Los juegos del
hambre”. Evidentemente se equivocan. Vamos a comentar un poco ambas.
Hasta el póster está hecho con pocas ganas |
Hay una gran tradición de directores asiáticos que despuntan en sus
respectivos países para acabar muriendo en la orilla de la industria
estadounidense dirigiendo subproductos para mayor gloria de ex-estrellas como Van Damme o Seagal. Véanse los casos de John
Woo o Tsui Hark. El director de
la película que aquí traigo no va a cumplir con esa premisa, puesto que aunque
se trata de un producto indonesio, el director es estadounidense. Tengo que
resaltar que no me lo esperaba y que Gareth
Evans, que así se llama el muchacho, me ha sorprendido gratamente con una
capacidad para dirigir escenas de acción y rodar coreografías de lucha que para
sí quisiera, por poner un ejemplo, un director tan altamente valorado como Chris Nolan.
Clásica patada buscando dañar órganos vitales |
En el otro lado de la balanza y tras las cámaras en “Los juegos del hambre” tenemos a Gary Ross, el cual, en su tercera película, empaqueta un producto
intragable, tedioso y que, por lo que cuentan los lectores de la saga creada
por Suzanne Collins, se parece tanto
a los libros originales como Brad Pitt
a Fernando Esteso.
Increíble como el nivel de buen gusto en España ha ido involucionando |
Pasemos a las interpretaciones. En el lado asiático ni un rostro conocido. Intérpretes
expertos en el noble arte de “dar ostias
como panes”, pero con limitada expresividad. No tiene gran delito cuando la
exigencia es mínima. Sin embargo, cruzando el ancho mar nos encontramos a Stanley Tucci, Wes Bentley, Woody Harrelson,
Toby Jones (Que parece que está
borracho toda la película) y Donald
Sutherland haciendo unas interpretaciones bochornosas en una demostración
palpable de que la crisis nos ha llegado a todos y que hay que comer aunque sea
a costa de la honestidad profesional y el respeto a uno mismo.
Solo faltaban Nicolas Cage y esa rata muerta que lleva siempre de sombrero |
En cuanto a las películas en sí, y destripando lo mínimo, evidentemente
estamos en géneros diferentes. “Redada
asesina” pertenece al género “Bronca
total”, denominación acuñada por mi padre desde que tengo uso de razón para
hacer referencia a obras tan magnas como “Acorralado”,
“Perseguido”, “Rambo” o “Difícil de matar”.
La otra película pertenece al género “Vamos
a sacar una pasta de los papás de adolescentes” inaugurado por una belleza
como “Crepúsculo” y que parece
encontrar en esta saga un continuador de las tendencias definidas por las
películas “interpretadas” por Kristen Stewart y Robert Pattinson. Esto es, personajes inexpresivos, triángulos
amorosos con nulo interés para nadie con más de doce años y planos rodados con
el menor de los rigores y la menor de las ganas. Entendible. Mínimo esfuerzo=Máximo
beneficio.
De mínimo esfuerzo y máximo beneficio, en España sabemos un rato |
Ambas películas, por pertenecer a géneros alejados entre sí, son
difícilmente comparables, pero mientras que “Los juegos del hambre” no tiene ni un minuto aprovechable, ni una
escena digna de mención, ni un sobresalto, ni una indignación, nada que no te
inunde de sopor, “Redada asesina”
apela a los instintos más bajos y ofrece hora y media de entretenimiento sin
pretensiones ni pensamientos transcendentales que se agradecen cuando conducen
a algo y no al más absoluto de los vacíos.Para muestra de la diferencia de calidad solo un botón. Atención que vienen
“spoilers”.
"Spoilers" como los de mi nuevo Ford Taurus |
Como en toda película que se precie, el valor del protagonista se mide por
sus enemigos. En la película mala que hoy os ofrezco en esta doble sesión, el
malo malísimo irrumpe en escena a última hora. No sabemos quién es pero aparece
ensangrentado, hecho una mierda y prácticamente se rinde en medio segundo
aceptando su maldad y siendo devorado por unos perros chatos que pasaban por
allí.
Tres bestezuelas como ésta devoran al pobre muchacho |
En la película buena, el malo invencible (por definición el brazo derecho
del jefe) es una especie de mezcla entre Al
Leong y Raimundo Amador. Para
cargarse al malo, en contra de todas las convenciones del cine de acción, hacen
falta dos buenos. Uno no vale. Y las pasan canutas, llegando un momento en el que
parece que te apetece que gane el malo, que está en desventaja y aguantando
como un campeón.
Lo que pasa que Raimundo y Al son unos buenazos y "Perro Loco" es una bestia |
Total. Si te gustan las películas de acción, “Redada asesina” es tu película. Si te gusta el cine en general,
olvida “Los juegos del hambre” y léete
el libro, que dicen que no está mal.
O ponte un peliculón como "Gran Torino" |
Ford Taurus! +10000000 en derrapancia. Si es traccion trasera, queremos una Gymkana a lo Ken Block por las calles de buffalo. Si te llegas a comprar un Ford Torino (o Fairlane), me tienes que dar asilo en tu casa.
ResponderEliminarPD. Me he reido mucho con el articulo, pero ya sabes que le macarrismo cocheril me puede.
24V y con caballos para montar la feria de Abril en Buffalo by myself. Coche macarra. Encima con llavero del Punisher. En la próxima de Fast and Furious salimos fijo.
EliminarPor cierto que cerca de mi curro hay una tienda que solo vende Ford Fairlanes.
EliminarDios, 6 cilindracos de pura potencia de Detroit!
EliminarY recuerda amigo; como dijo Ford Fairlane, el detective rockandrollero: toma huevos con jamon, pero folla siepre con condon.
Hacía pila que no visitaba el blog, Dolfo. Vi hace poco ambas películas y no puedo estar más de acuerdo.
ResponderEliminarYa sabía yo que usted valora el cine de autor.
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