miércoles, 1 de agosto de 2012

LA IMPORTANCIA DE LA FAMILIA EN LOS COMICS



Me encuentro matando las horas hasta que mi mujer llegue a Buffalo. En este breve intervalo aumentado gracias a la magia de los retrasos, las esperas en terminales y los imprescindibles overbookings, me ha dado tiempo a visionar un poco de la nueva versión cinematográfica de Spider-man. La película en sí no me ha convencido, pero el haber visto en tan corto espacio de tiempo las últimas entregas de Batman y del héroe arácnido por antonomasia me ha hecho recaer en una vieja cuestión. La importancia de la familia en los comics.
Wayne no acaba de superarlo
Habitualmente esta importancia se ve representada en que la susodicha familia es, o bien origen del surgir del héroe, o bien constante fuente de problemas y dianas para sus rivales, obligando en ocasiones a la típica trama del hombre solitario que ha de negarse los placeres de la felicidad familiar ante el esfuerzo diario que supone salvar al mundo. 
Luego los churumbeles quieren seguir los pasos
Si bien similares en origen, los planteamientos del renacimiento de Bruce Wayne y Peter Parker como enmascarados vigilantes, difieren en varios puntos. Ambos perderán a seres queridos. En el caso de Bruce Wayne, la pérdida de sus padres siendo muy niño se ve reflejada en su comportamiento vengativo y errático como adulto. El recuerdo constante de las perlas maternas y de la calidad como prohombre y filántropo del señor Thomas Wayne se ha reflejado incesantemente en comics y películas. Por su parte, Parker pierde a su amado tío Ben. En este caso, la pérdida es aún más trágica, por cuanto Parker está directamente implicado en el suceso al dejar irse al futuro asesino de su tío. Además, la carga emocional aumenta al tener que ocultar este secreto a la viuda May, uno de esos personajes inmediatamente icónicos del Universo Marvel.
La tía May, que por cierto es inmortal. Lleva más tiempo con el pelo blanco que Steve Martin
Las diferencias comienzan cuando comprobamos como ambos personajes intercambian sus roles. Parece más lógico pensar que un Parker apesadumbrado por la culpa, se dedique a cazar malhechores envuelto en una sed de venganza y en una furia animal. Por su parte, el niño Wayne tiene tiempo (y dinero) para alejar su mente de tan infaustos recuerdos. Sin embargo Bruuce crecerá como un niño introvertido y casi psicótico hasta dar luz a su oscuro alter-ego. La base de estas diferencias estriba en la familia.
Si esto no es fliparse con Spidey, yo no sé lo que es
Como bien dice el tío Ben, “Todo gran poder conlleva una gran responsabilidad”, sin embargo en este caso la responsabilidad de Parker es cuidar y proteger a la mujer que ha sido su familia y por ello no se lanza a la locura de una planificada venganza. El estar al lado de la tía May permite a Parker crecer dentro de un ambiente lo más normal posible, siempre y cuando no tengamos en cuenta los paseos en telaraña y los enfrentamientos contra coloridos villanos. Por su parte, el dinero de Wayne lo aleja e incluso aísla de su tutor, el espléndido Alfred, el cual nunca sustituirá a la familia Wayne pese a sus intentos. Bruce crecerá centrado en su venganza y de esta manera se enfrascará en una lucha sin fin por librar a Gotham del crimen.
 
Siendo los más famosos, no son los únicos. Matt Murdock es abandonado por su madre y pierde a su padre siendo muy joven, Victor Von Doom se sumerge en el mundo del mal, cuando sus originales intenciones eran simplemente rescatar a su madre de las garras del demonio Mefisto. Erik Lehnsherr abandona a sus hijos Pietro y Wanda que crecerán desconociendo sus orígenes, Scott y Alex Summers también fueron abandonados a una joven edad, e incluso parece que la caída al abismo del Joker se debe a la brutal broma del destino que le hace perder en la misma tacada a su mujer y a su hijo nonato. Solo un personaje parece haber crecido en un hogar sano y confortable.
Estampa perfecta
Clark Kent crece en los enormes campos de Kansas bajo el cuidado de sus padres adoptivos John y Martha. Pese a la perdida, no solo de su familia, sino de toda su raza, Clark crece como un muchacho sano, fuerte y ponderado. Un boy-scout en toda regla. Y así sale al mundo, a salvarlo y protegerlo basando su siempre honesto comportamiento en la moralidad inculcada desde pequeño. Aunque muchos autores han intentado poner a Superman en la balanza y conferirle la posible caída en el lado oscuro (para la cual Batman está preparado desde hace tiempo), el héroe de Metropolis todavía no ha sucumbido.
Para mala, la versión que iba a hacer Tim Burton con Nicolas Cage
A lo mejor si algo les pasara a los Kent…
"Ahí le has dado, chaval"

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