sábado, 7 de julio de 2012

SMOKIN' ACES (ASES CALIENTES)


De vez en cuando, un director da con la tecla adecuada y nos da una película que dentro de su sencillez de trama, se desarrolla de la manera más adecuada proporcionando un entretenimiento acorde. Luego, con este director puede pasar cualquier cosa. Puede convertirse en un Tarantino, que comenzó desde una altura increíble con “Reservoir Dogs” y “Pulp Fiction” para ir bajando escalón a escalón sin perder el crédito ganado con tan magnas obras, o sucederle como a Joe Carnahan, creador de “Ases Calientes”, el cual se ha convertido en uno más del universo hollywodiense.
Luego dirigió esta chungada
Sea por lo que sea, Carnahan no acaba de despegar, y eso que esta película tiene la calidad suficiente como para considerarse un gran inicio. No es la primera obra del director, pero quizá su primer golpe serio a la puerta de las productoras. Para empezar cuenta con un reparto plagado de nombres conocidos como los de Ray Liotta, Ryan Reynolds, Andy García o Ben Affleck, los cuales son magistralmente acompañados por esa casta de actores que podrán ser siempre secundarios de lujo, pero son fácilmente reconocibles por sus buenas maneras. Ejemplo de ellos son Jeremy Piven (Genial en esta película), Nestor Carbonell (El caballero oscuro), Chris Pine (Star Trek), Kevin Durand (Lobezno), Tommy  Flanagan (Gladiator, Braveheart), Jason Bateman (Juno y muchas más) o Matthew Fox (Perdidos). Al casting se incorporan dos músicos como Alicia Keys o Common que no desentonan.
Piven está excepcional como mago/mafioso/depresivo/adicto
Aparte del elenco formado, llama la atención el trabajo para ensamblar varias historias y personajes sin perder fuelle. Carnahan parece tomar prestado momentos de la mejor acción de Luc Besson, las tomas y planos continuados de David Fincher o esa capacidad para combinar diálogos que tienen lugar en diferentes localizaciones que ha perfeccionado el antes mencionado Tarantino. Con todo ello, la tan trillada caza del soplón se convierte en un divertimento de dos horas, con momentos delirantes o de acción bien rodada.
O mezcla de acción y delirio como el niño karateka
No cuento nada de la trama. No destaparía nada pues no hay gran cosa que destapar. Simplemente una película entretenida, nada más, y nada menos, que tal como está la cosa se agradece. Muy recomendable y de alta calidad. Para otro día me dejo otra buena obra coral y poco valorada como “Lucky Number Slevin”.
Una buena película para una noche de calor infernal

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