Hoy hago doblete en el blog con dos entradas, dos oigan, al precio de una, y tan dinámicas que me permiten pasar del show business y el espectáculo de la lucha libre americana, al show business y el espectáculo (patético) de la política libre española.
La razón es simple, y tan simple como que la pluralidad de opinión y libertad de voz es uno de los derechos más importantes e innegociables de una democracia. Todos pueden opinar de todo y hablar con la libertad de saber que decir lo que venga en gana no debe contraer perjuicio alguno. Es una lástima saber que esto que acabo de decir es una falacia y si no se lo creen, pregunten a los humoristas que tuvieron la (graciosa) ocurrencia de relacionar a la familia real con el cheque bebé.
Anda, que el cambio que hicieron tuvo su guasa |
Como todos podemos opinar libremente, nuestros políticos no han querido ser menos y de ahí viene la noticia que me lleva a escribir una lúcida tarde de lunes, a solo cinco días de emigrar de este país para intentar labrarme un futuro al otro lado del Atlántico. El titular de la agencia Europa Press presenta la posición común de cinco partidos políticos, en la forma enfrentados en casi todo, en el fondo tan iguales que da miedo. Cinco representantes de los grupos parlamentarios PP, PSOE, CIU, PNV y UPyD, han decidido que basta ya de tanta tontería y vamos al grano. Esa casilla de ayuda a la ciencia en la declaración de hacienda es poco menos que una estupidez. En verdad, ninguno ha usado estas palabras, pero vayamos por partes y veamos quienes son los finos analistas en cuyas manos descansa, no solo el futuro y negro porvenir de los científicos españoles, sino el de toda una nación.
UPyD, ese partido que podría definirse, en palabras del padre de Julio Iglesias, como ni negro, ni blanco, ni jamaicol, de pronto ve la luz al final del túnel y decide, en boca de su portavoz para el tema, apoyar “de manera simbólica” el hecho de que el contribuyente decida si da su dinero (“SU DINERO”) a la ciencia o no. Al igual que UPyD hace casi siempre, intenta decir mucho sin aportar nada, no sea que me equivoque y no pueda volver al mismo sitio. El vocal de tan magno apoyo es Carlos Martínez Gorriarán, profesor de Filosofía. Me disculparán pero no veo que puede aportar un profesor de Filosofía al sistema investigador español, sin embargo su opinión se toma en cuenta. Vamos a suponer que sabe de lo que habla, pero pasemos al siguiente.
Por el PNV participa Arantxa Tapia, la cual entiende que colocar tal casilla en la declaración de todo contribuyente sería contraproducente dado que equipararía al I+D+I, las siglas fantasma, con la Iglesia y las ONGs. Supongo que a esta buena señora, Ingeniero industrial, le parece extraño que familias de niños enfermos, donen su dinero para que institutos de investigación mantengan a sus empleados y de esta manera en esta vida o en la otra, tal vez alguien pueda evitar que otros pasen por el mismo calvario que ellos. Al igual que en muchos otros temas, la palabrería y las medias verdades alejan al político del pueblo llano, y es que, señora diputada, a mí me importa un comino que la investigación se equipare a la Iglesia y de esta manera se le dé una dimensión social que según usted no existe. Lo que me importa es que ese trabajo, esa innovación, se mantenga y exista. De no ser así, en el futuro, posiblemente los científicos tengan que recurrir a fines sociales y a la Iglesia, aunque sea para comer.
Inmaculada Riera, por parte de CIU, con un currículo asombroso en el tema financiero y judicial, opina que lo primero que hay que hacer es centrarse en lo social y que esta casilla en la declaración de la renta es de vital importancia. En principio sus declaraciones tienen sentido, y de no existir el buscador Google, podrían hasta colar. El problema viene cuando observas como CIU mete la tijera en sanidad o transporte público. Donde dije digo, digo Diego y las verdades del barquero saltan por los aires ante tanta infamia. Una mentira tras otra y todos al pilón. El problema real es que hay gente que les cree. Sigamos.
Por el PP toma la palabra Alejandro Fernández, hijo de vaqueiros asturianos (profesión muy respetable) y ex alcalde de la bella Tarragona. Político de carrera, entiende que todo esto es un movimiento político que debería haberse realizado durante el gobierno del PSOE y no ahora. Puede ser verdad que las cosas se hagan tarde, mal y nunca, pero yo me pregunto ¿Cuándo dejará el PP de escudarse en lo que han hecho otros y afrontarán que ahora gobiernan? Supongo que es más sencillo salirse por peteneras y echar los calderos de mierda a otros. Ahora les viene mal.
En último lugar, me sonroja el caso particular de la representante en estas lides del PSOE. María González Veracruz. No salgo de mi asombro cuando veo en su currículo que estoy ante una bioquímica de carrera. Su opinión debería tener cierto peso. Ahondemos más en la historia de esta mujer que se opone a la ayuda a la investigación, escudándose en que el dinero no debe llegar de ayudas públicas, sino de políticas públicas. A su vez, la señora bioquímica critica el recorte de seiscientos millones del PP, mientras barre bajo la alfombra el volumen de dinero recortado por su partido unos años atrás. Pues bien, doña María, que tiene treinta y dos años, los mismos que yo, realiza su carrera en bioquímica, publica un artículo durante su tesina y abandona la investigación tras cuatro años. Es decir, si todo le ha ido bien, con veintiséis años ya había dejado las pipetas y con veintiocho ya era diputada regional. Está claro que fue más inteligente que yo que estuve desde el 2003 al 2011 trabajando como un lerdo, publicando lo que podía y enfrentándome a los recortes viéndome obligado a pasar un añito en el infierno mientras los Estados Unidos (En los USA no hay gusa) venían en mi rescate. ¿Envidia?, puede. De lo que estoy seguro es que su opinión no la deben compartir muchos de sus ex compañeros de trabajo.
Bueno. Ya he acabado de rajar. Mi conclusión es que al final la ciencia se está convirtiendo más en una molestia que en una solución. Y todos sabemos que puede pasar si esto sigue así. Ahora mismo la investigación forma parte del ministerio de Hacienda. Sigamos molestando y en breves, los designios del futuro investigador, pueden estar en manos de Arias Cañete y su ministerio de agricultura, o puede que venga el FBI y nos cierre el chiringuito a todos. Total que más da. Es difícil ir a peor.
SÍ a todo. Que asco dan todos. Y como dices no sabes qué es peor, si que quieran elaborar la programación científica gente que no tiene ni puta idea, o que compañeros científicos saquen la tijera igual que todos y encima se encojan de hombros y pongan una sonrisa. De verdad que no puedo.
ResponderEliminarY me alegro por el comentario a UPyD, que ya va siendo hora de que dejen de chupar del bote ni fu ni fa. La gente les vota porque les ve tan centraditos... ¡informarse, joder!
Pues sí. La verdad es que esto lo escribí desde la mala leche más profunda.
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