lunes, 12 de diciembre de 2011

ALAN MOORE

Existen autores tan tocados por la varita mágica de la musa, que una vez en estado de gracia son capaces de contar, no solo una gran historia, sino de entremezclar varias al mismo tiempo, de manera que su obra toma forma de manera gradual y alcanza cotas de verdadero nivel.

Uno de estos autores es Alan Moore, todo un prodigio de la literatura moderna, capaz de incluir uno de sus comics entre las cien mejores novelas del siglo veinte. El autor inglés es un genio del guión, pero no solo por su capacidad de crear historias alucinantes, sino por su habilidad para entremezclarlas y entretejer los destinos de diferentes personajes de manera que el resultado final es de una belleza global difícilmente alcanzable por otros autores.
Galería de personajes de esta obra de arte
Moore es un sabio que ha sabido aprovechar lo que le dan otros medios como el cine, incorporándolo a su repertorio, de manera que en ocasiones experimenta con conceptos que a otros autores, no es que le suenen abstractos, sino que no se les habrían ocurrido ni viviendo tres vidas. Como muestra, una de las múltiples piruetas y acrobacias ejercidas durante la gestación de Watchmen. El capítulo titulado “Terrible simetría” es una especie de palíndromo visual. Muestra la enorme imaginación de Moore, ofreciendo una complicada vuelta de tuerca a la narrativa convencional del comic. La primera viñeta y la última son idénticas, pero si se comparan las demás, se verá que la historia avanza hacia un punto medio y a partir de ahí los escenarios mostrados desandan el camino recorrido. De esta manera al comparar la primera página y la última, vemos como Moore ha planteado que en las viñetas opuestas, la acción se desarrolle en los mismos entornos. Es tan difícil de explicar que no puedo imaginar el esfuerzo de planteamiento necesario para llevar esto a cabo.
Páginas centrales de este capítulo
Pero no solo de ejercicios visuales vive el comic. Moore es un narrador excelente y ello lo demuestra en otra obra que no ha recibido el respeto internacional que ha acompañado a Watchmen pero que aún así goza de un nivel altísimo. Estoy hablando de Top 10, un comic fundamental y  que contiene horas y horas de diversión para un amante de este arte. 
Lectura recomendada de hoy
Top 10 narra la historia de la comisaría de la ciudad de Neópolis. La única diferencia con respecto a un comic del género policiaco radica en que Neópolis es una ciudad habitada por seres superpoderosos y por ello la policía local se enfrenta a problemas como la invasión de un remedo de Godzilla alcoholizado o al asesinato de un Dios por su hermano. Las historias van desde la ficción a lo cotidiano con una maestría encomiable y ahí radica su enorme calidad. Moore salta y navega entre las subtramas con facilidad absoluta y siempre con una idea clara de cuál es el destino final y como llegar a él. Al mismo tiempo aprovecha para homenajear y permitir los cameos de personajes conocidos que pasean por Neópolis como si estuviesen en su casa. Todos estos cameos los podéis ver en el blog "El tribunal viviente". De esta manera Alan Moore combina una trama de corrupción en las altas esferas policiales con diversos casos menores como un acosador, un asesino de prostitutas, un caso de pedofilia entre los sidekicks (acompañantes adolescentes de superhéroes) e incluso un accidente de tráfico. 
La batalla entre ratoncitos y gatos con superpoderes es espectacular
Es precisamente el episodio del accidente de tráfico el que me ha llevado a escribir sobre el tema y el que destriparé ligeramente.  En este capítulo, el octavo, ya conocemos de sobra a los personajes. El eje de la trama es la teniente Colby, la cual viaja al lugar del siniestro entre dos teleportadores encontrando una nave y sus dos ocupantes fundidos con el cuerpo de un caballo gigante que participa en una especie de ajedrez cósmico. Lo que así contado suena como una estupidez intragable, una vez leído es de una maestría insuperable. Con un inicio tan extraño, este episodio pone en tela de juicio las creencias religiosas de la teniente Colby y relata con gran belleza los últimos momentos de los accidentados, de manera que los sentimientos expresados por el caballo y el hombre que aún siguen conscientes tras el choque, se hacen cercanos y realmente duros. Así de simple, así de difícil. Un accidente inverosímil, una trama ridícula y una demostración de habilidad narrativa sin igual. 
Escena del accidente
Luego puedes leer decenas de comics del Spider-man de los noventa o ver a Lobezno destripar innumerables veces al mismo agente de Hydra, pero de vez en cuando una historia te llega y se te graba en la memoria por haberte hecho reaccionar de algún modo. Es en esos momentos cuando el comic se sublima, transciende y se convierte en un arte. Por eso Alan Moore es un absoluto maestro.
Hermosa despedida

2 comentarios:

  1. De largo, Moore es el mejor guionista de la historia del comic. Vale ya de comparaciones con Gainman y Miller, porque ninguno de estos dos tiene tantísimas obras innovadoras y de calidad como el bueno de Alan. El único que creo que podría acercarse en un futuro sería Grant Morrison, pero vamos que le queda tela.

    "Relojero", que creo que es el capítulo 5 de Watchmen, sigue siendo el mejor comic que he leído nunca.

    Lo único donde creo que ha patinado es con "Promethea", que mola al principio pero se acaba perdiendo con tanto misticismo.

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  2. Sin duda el mejor guionista. Lo de Grant Morrison...buff, le queda muchísimo. Para mí el escocés se pierde a veces en divagaciones y locuras que muchas veces, y esto es personal, me hacen perder interés. Su historia de la muerte de Batman me parece bastante floja aunque Arkham Asylum me encanta. De todas formas a la altura de Moore no va a llegar nadie en muchísimo tiempo.

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