Ayer, después de mi pachanga del lunes (3 golitos pa la saca), me puse a ver Templario, una película para pasar el rato y esperar a que me entrase el sueño. Sin embargo me ha llamado la atención. Hay otros blogs donde gratuitamente se despelleja cualquier película que no llegue a unos cánones altísimos. Yo, por mi parte, intento beber de las mejores fuentes, y gracias a mi mujer he visto Ratatouille media docena de veces. Ni que decir tiene que es una obra maestra y que cuando Pixar quiere, hace cine del grande ( la escena muda inicial de Up me hizo llorar como un nenín de teta). En Ratatouille se hace una crítica de los críticos, valga la redundancia, haciendo hincapié en lo fácil que es poner en tela de juicio el trabajo de otra persona cuando se ven los toros desde la barrera, es decir, yo puedo comentar que tal o cual futbolista es un paquetón, pero seguro que si jugasemos juntos me haría polvo y se reiría de mi. Por ello ¿Qué base tengo yo para hablar de que algo es una bazofia cuando no tengo ni la más mínima capacidad de hacer algo ni parecido? Vamos, lo que quiero decir es que alguna vez se me irá la lengua frente a películas mediocres, pero mi intención es partir desde el respeto.
Volviendo sobre el tema en cuestión, Templario es una película correcta, sin pretender ser Braveheart o Gladiator, pero llenando ese hueco que todos tenemos para unas buenas escenas de ostias como panes. La historia parte de la guerra civil que asoló Inglaterra durante el mandato de Juan I, que parece que el hombre se metía en todos los embolaos por que es el malo de Robin Hood. Juan firma una carta magna por la que concede libertades a su pueblo y luego se la pasa por el forro, contrata a unos matones venidos de Dinamarca, extrañamente todos morenos y peludos como asturianos salvo el capitán que es un rubiazo de dos metros, y comienzan las hostilidades. La historia narrada es el asedio de las tropas de Juan contra el castillo de Rochester (suceso real) y la resistencia de los rebeldes liderados por un templario y un noble.
La peli no está mal, hay una buena historia, y buenas broncas con profusión de sangre y algún espadazo muy digno.
Córtame la mortadela un poco más fina, rey |
Los personajes parecen bastante reales y destaca un Brian Cox, al que parece que la cota de malla le queda un poco justa, pero claro, estamos hablando de una época en la que la comida light no se había inventado y básicamente llevaban una dieta basada en lo que viene siendo carne y birra, así que no es de extrañar que un noble de aquella época tuviera una buena panza.
"Hala, ahora una fabadina y a dormir como un señor" |
Sin embargo me ha sorprendido la presencia de una sirviente del castillo, interés sexual romántico de uno de los personajes. He mirado en IMDB y partiendo que la chica se apellida Condon, ya te cagas pero es que no creo que en esa era las sirvientas de los castillos ingleses (INGLESES) tuviesen ese aspecto y tantos dientes.
En qué (o con qué) estaría pensando el encargado del cásting cuando le dijeron "Busca a una chica que encaje en la época medieval" |
Total, que el resto de mujeres que sale en la película, incluido el posible ligue del templario, son mujeres normales, las labriegas fuertotas y la damisela con pinta de romperse, así que esto lo considero un pequeño error, aunque seguro que a muchos no les importa un pijo.
Como siempre, surge el romanticismo durante el asedio del castillo. No entiendo estas situaciones en este tipo de películas. Peleando a muerte, pasando hambre y penurias, sufriendo como un perro y ¡zas! surge el amor. Nunca me ha parecido real y pasa en casi todas las películas de esta naturaleza. Al no haberme visto nunca en una situación de vida o muerte, no puedo juzgar el realismo de estas subtramas, pero de verdad que se me hace impensable, más aún en esta película donde el templario lleva una vida de celibato que rompe por una sosona de la leche.
Debo destacar a Paul Giamatti, un actor que cumple siempre con su papel. Hace de Rey Juan cabroncete y enano, un poco un Joe Pesci medieval.
Como siempre, surge el romanticismo durante el asedio del castillo. No entiendo estas situaciones en este tipo de películas. Peleando a muerte, pasando hambre y penurias, sufriendo como un perro y ¡zas! surge el amor. Nunca me ha parecido real y pasa en casi todas las películas de esta naturaleza. Al no haberme visto nunca en una situación de vida o muerte, no puedo juzgar el realismo de estas subtramas, pero de verdad que se me hace impensable, más aún en esta película donde el templario lleva una vida de celibato que rompe por una sosona de la leche.
Debo destacar a Paul Giamatti, un actor que cumple siempre con su papel. Hace de Rey Juan cabroncete y enano, un poco un Joe Pesci medieval.
Bueno, no quiero destripar a nadie la película. Desde aquí mi más sincera recomendación de cara a pasar un rato entretenido. No es perfecta, pero te lo pasas bien un par de horas, y en algunos momentos (y más tras ver Transformers 3), con eso ya llega. Lo único (atención spoiler), no hagáis como yo y penséis "El rubio este enorme de los malos, la va liar parda". No la lía, es más bien torpón
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