Toda una vida de aficionado al fútbol, seguidor y practicante del mismo, no me han preparado para defenderme ante la típica pregunta que solo puede hacerte tu mujer. "¿Por qué te gusta tanto?" Esta frase suele ir acompañada de la coletilla "No lo entiendo". Siendo sinceros nunca he sido capaz de responder a esa pregunta. Para mi jugar al fútbol (por cierto en mi pachanga del miércoles, ridículo lamentable recibiendo un caño de tacón) es algo esencial. Es mi deporte favorito, me relaja, me divierte y me ha permitido conocer a algunos de mis mejores amigos. Es diferente practicar un deporte que sentarte a verlo por televisión, pero la pregunta no es por qué a mi, particularmente, me gusta tanto el fútbol, la pregunta es ¿por qué es un fenómeno prácticamente global? Y digo prácticamente debido a que es cierto que hay regiones como los Estados Unidos donde es un deporte que no ha arraigado. Sin embargo, películas como La gran final, nos muestran la pasión por este deporte que surge en los sitios más indómitos del mundo, al ofrecernos las peripecias de unos nómadas de Mongolia, unos camelleros del Sáhara y unos indios del Amazonas en su intento de ver por televisión la final del Mundial de 2002.
Evidentemente, en el Amazonas van con Brasil. |
Más allá del efecto está la causa y la vuelta a la pregunta ¿Por qué? Muchos dicen que el fútbol representa una especie de guerra actual con equipos representando territorios y enfrentándose a los vecinos. Es por ello que se habla de los duelos regionales como más alta representación de las luchas fraternales y blablabla. Vaya mierda. Si eso es así, que me expliquen cómo es que existe gente (como yo) aficionados de equipos eminentemente perdedores. Y es que uno apoya a un ejercito, o en este caso a un equipo, en tanto en cuanto consiga resultados que dejen en buena posición a sus representados ¿Cuántos conocen a Sonny Liston? Pues es el tío que sale en una de las fotos más importantes de la historia del deporte junto a Muhammad Ali. Dos veces perdió con el otrora conocido como Cassius Clay. La gente se fija en los ganadores, entonces ¿Qué pasa en el fútbol?
El del suelo es Sonny Liston, tumbado en el primer asalto. |
En el fútbol no hay amor sin odio, ni lógica sin sinrazón, es querer, poder, llegar y perder. Todo en uno, lo tiene todo y es inexplicable, de ahí su éxito. Bueno, no del todo inexplicable.Es mejor explicar el amor por el fútbol con imágenes, y aunque son los maestros de la palabra y del verbo fácil, los dos mejores ejemplos visuales acerca de qué es realmente el fútbol, vienen de Argentina.
El primero es el Tano Pasman. Este buen hombre sufre colérico y agónico el descenso de su equipo, River Plate. No va a quedarse en el paro, no ha perdido un miembro, no le ha abandonado un hijo y sin embargo cualquiera de esos problemas parece menor que el descenso de su equipo de fútbol.
Por otra parte y también del cono sur, nos llega un anuncio que a un futbolero como yo, y salvo que seas chileno o uruguayo, le pone los pelos de punta. Este video ejemplifica a mi entender que coño es lo que uno siente por el fútbol y por qué ha llegado tan lejos, salvo a los estadounidenses, pero es que esos son muy raritos.
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