No soy un gran fan de Garth Ennis.
No por falta de talento, que creo que le sobra. Simplemente sucede que a veces
se pasa de tuerca y acude al mismo sitio una y otra vez salpicando de híper-violencia
y sexo cada escena de los cómics que guioniza. El sexo y la violencia, le pese
a quién le pese, forman parte de nuestra vida diaria, pero cuando en la ficción
se acude a estos temas de manera cada vez más excesiva, al final, la parte de
la trama más realista dentro de un cómic del género superheróico acaba resultando
la más imposible de aceptar. Y Ennis consigue que resulte más creíble que un
tipo vuele por los aires y lance rayos por los ojos que algunas de las
abigarradas subtramas con delirios sexuales/escatológicos/violentos que plantea.
El problema es que cuando Ennis cae
en eso, una y otra vez, yo me salgo de la historia.
Por eso no me gustaba “The Boys”,
un cómic con un buen punto de partida pero que no acababa de rematar perdido
una y otra vez en un “in crescendo”
de barbaridades. Así que me enfrente a la versión televisiva de dicho cómic con
cierta aprensión. Lo cierto es que es una serie muy entretenida. Muy burra,
pero divertida. Mantiene la premisa original, lo mejor del cómic, y a la vez
elimina los momentos más molestos. Sigue teniendo un toque gore y sangriento.
Mantiene la violencia y da cabida al sexo. Pero lo hace de manera natural o, al
menos, todo lo natural que podría ser en un mundo poblado por superhumanos con
desviaciones morales patentes.
“The Boys” nos cuenta que,
independientemente de lo poderosos que sean, los héroes de capa y escudo siguen
siendo humanos. Así que las versiones “realistas” de la liga de la justica nos
muestran a un Superman despótico, a una Wonder Woman alcohólica, a un Aquaman
perdido y confuso, o a un Batman que todavía no ha dicho nada pero que pinta
que va a dar mucho juego en la siguiente temporada. En el otro bando están los
chicos, “The Boys”. Nos acercamos a ellos a través de Hughie, el cual ha
perdido a su novia en un accidente sangriento con la versión más politoxicómana
de Flash. Poco a poco iremos descubriendo que el mundo de las mallas y las
capas está más sucio de lo debido y que la corrupción y el dinero han llegado a
alcanzar a los héroes más poderosos del mundo. De detenerlos se encargarán
estos chicos guiados por Butcher, un hombre marcado por su deseo de venganza y
que asume que el fin justifica los medios. Una historia de corrupción, poder y
superpoderes. Porque seamos serios. Si un tipo con poderes como los de Superman
crece en mitad de Arkansas lo llevamos crudo todos.
Una serie muy interesante que se beneficia de que Amazon parece haber metido pasta en los efectos especiales. Los
diálogos son fluidos y tiene momentos absolutamente delirantes. Es altamente disfrutable,
aunque no para todos los públicos. Sin embargo, es mucho más accesible que el
cómic del que proviene, algo raro en estos días en los que la transición a la
pantalla de algunos personajes deja bastante que desear.
Sí, el Punisher de la tele es horriblemente malo |
Buf, a falta de ver la serie, el tebeo me parece un cúmulo de salvajadas, a veces sin sentido. Tengo esos tres tomos recopilatorios de Norma editorial que pesan un huevo. Y eso de cambiar de dibujantes también descoloca, aunque parece lo habitual en series largas.
ResponderEliminarHe leído uno que me ha gustado mucho: "Lazarus" de Greg Rucka(el de "Whiteout"). Aquí han salido cinco tomos recopilatorios, me consta que por allí van más avanzados, viendo la web de Rucka. Da para buena serie. De hecho, parece que están en ello:
https://www.normaeditorial.com/ficha/013198001/lazarus-1-familia/
La serie tiene barbaridades pero no llega ni de lejos a lo del tebeo que, para mí, se pasan 4 pueblos.
EliminarGotham Central de Rucka me gustó mucho. Buscaré este de Lazarus a ver qué tal.