Nunca sabes dónde vas a encontrar oro. A veces tienes una pequeña idea, una
pista, un mapa de ruta que seguir. Otras es un simple recuerdo de un comic que
leíste hace muchos años.
Cuando era niño no compré ningún comic del diablo de Hell's Kitchen. Sus
historias complementaban las del Trepamuros más famoso de la casa de las ideas.
De esta manera pude leer el final de la batalla entre Daredevil y Nuke (con la que abrí este podreblog), la cual se grabó en mi mente presa de la brutal
narrativa de Frank Miller. En otro
comic, cuya sección dedicada a Spider-man
olvidé, Matt Murdock y Natasha Romanova se enfrentaban a Hazzard, otro
ex-soldado como Nuke. La historia de Hazzard era trágica y dura. Se me grabó en
la memoria como un comic de Miller
dibujado por el genial Barry
Windsor-Smith, al cual siempre asociaré con Conan el Bárbaro. Sin embargo la guionista era una mujer con un
talento brutal.
Ann Nocenti es la guionista que sustituyó a Frank Miller, tarea difícil en aquel
momento, al frente de la historia del abogado que se enfunda un traje rojo para
corretear por uno de los barrios más peligrosos de Nueva York. Ahora que
descubro sus historias, no puedo más que quitarme el sombrero ante esta
guionista que convirtió a Daredevil en la versión más oscura y dura de Batman.
Sus historias incluyen tal realismo y crudeza que, en ocasiones sorprende
que simplemente sean viñetas de hombres en mallas peleando por los tejados.
Drogas, prostitución, sexo, política y demás temas "no aptos para
menores" se entremezclan en el tejido superheróico y nos dan unas
historias incuestionablemente buenas. Matt Murdock no se pelea solo con
villanos de innombrables poderes sino que debe hacer frente a los problemas sociales
que rodean una barrio supuestamente tan empobrecido como La cocina del
infierno. Niños abandonados, alcohólicos, proxenetas y bandas se cruzaran en el
camino de Daredevil a la espera de la aparición de María Tifoidea, personaje
más interesante de lo que pensaba en un principio, mucho más que Elektra,
elevada a los altares por salir de la pluma de Miller.
Pero por detrás de todo siempre un trasfondo trágico, duro, realista. Un
personaje que sufre y siente dolor, que es golpeado en cuerpo y alma. Un Matt
Murdock que es engañado, torturado y vapuleado física y moralmente para
devolver ese dolor multiplicado por mil golpeando a sus rivales, torturando a
matones de medio pelo, ahorcando a delincuentes comunes, estableciendo en su
desesperación, un reino de terror que me hace creer en Daredevil como un
personaje real, como un ser que ha de ser mortalmente duro para poder
sobrevivir a un entorno que solo existe para destruirlo y ser destruido.
Un verdadero gozo leer estos arcos argumentales cortos, pero intensos,
plagados de crítica social, drama humano y correrías superheróicas, donde los
personajes son tan de carne y hueso que puedes sentir que ser un héroe en Nueva
York no es todo saltar por Manhattan envuelto en sonrisas y chistes.
Ann dejó los comics. Durante mucho tiempo
estuvo en el alambre por ser una liberal (peligroso esto del pensamiento
liberal) y transmitirlo en sus historias. Son cosas extrañas que los comics de
una liberal como Nocenti sean mucho
más brutales y duros que los de un Miller,
más cercano a posiciones conservadoras y cuyos personajes han sido calificados
en ocasiones de machistas o fascistas (algún día escribiré sobre las manías de Miller). Pero una vez leídos los comics
de ambos autores sobre el mismo personaje, si tuviese que elegir, me quedaría
con los de la autora menos famosa. Me han vuelto a enganchar a la lectura como
hace tiempo no me pasaba.
Unos buenos comics con John Romita Jr.
a los lápices. Espero que para la serie de televisión recuperen este tramo
sucio y oscuro, pero mucho más interesante de un personaje que, en ocasiones,
parece el reverso tenebroso de Bruce Wayne.
Espero que, como dices, un día escribas sobre Frank Miller. A juzgar por algunos de sus trabajos y declaraciones a los medios, da la impresión de que a ese hombre le debe bailar algo en la cabeza al caminar.
ResponderEliminarEs un tío bastante maniático y que repite frases y conceptos. No sé muy bien la razón. Es cierto que se le va la olla en determinados momentos, como cuando acusó a los del 15M americano de todas las barbaridades que se le ocurrieron.
EliminarRepasando ese primer post tuyo me he descojonado de lo lindo con eso de que Fran Miller es una especie de Pablo Motos encabronado. ¡Y es que es verdad, es calcado! Aunque Miller sin duda le habría dado pal pelo a Diego "El cigala" si se llega a presentar en su programa con semejante colocón.
ResponderEliminarEs que el Cigala está en una vorágine chunga. Hace un par de semanas fue al programa de Wyoming y éste le dijo algo así como "Vaya cómo me vienes", supongo que porque se conocen y saben de qué pie cojean.
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