domingo, 20 de abril de 2014

SHAKESPEARE, VACUNAS Y EL OSO DE LAS CAVERNAS


Es Estados Unidos país donde la libertad de elección se valora. Aquí no se dice una palabra más alta que otra acerca de las elecciones personales del vecino de enfrente. Si el silencio y el respeto es debido a una educación correcta o al temor de un conflicto ante la disparidad de opiniones no me corresponde a mí juzgarlo. Es por ello que sé que mi vecino de enfrente gusta de representar a Shakespeare junto a sus amigos y lo que considero que será su grupo de teatro aficionado. También sé que este mismo amante del inmortal bardo considera la homosexualidad un crimen y a los demócratas un mal menor. No he tenido el gusto, el placer o la desgracia de entablar una conversación con él. 
 
Seguro que no le gustan los cobardes como yo!
Todo ello lo sé a través de la observación y la perspicacia de ser capaz de leer las pegatinas (múltiples) que adornan su coche. Sin embargo, a pocos metros de su maltrecho Honda Civic verde aparca un votante de la dupla Obama/Biden y el conflicto no surge ¿Se imaginan un coche aparcado en según qué zonas y que exhibiese sin prejuicios su fidelidad hacia Alfredo Pérez Rubalcaba, su homofobia o simplemente su pasión por un color deportivo sobre otro? Yo tampoco. 
 
Yo voto Chiquito (el día que me da por un tema...)
También tengo a bien conocer a una muchacha local abiertamente racista, homófoba e intelectualmente nula. Eso es otra historia a la que volveré al final, pero como hablamos de libertad de expresión y elección aprovecho para despotricar.

Leo hoy en el Huffington Post español una columna traducida de la sección americana del periódico digital. En ella una doctora de la Universidad de Texas habla acerca de las bondades de la vacunación. Aporta datos y reportes científicos para aclarar aquello que, particularmente, considero que parece evidente. Las vacunas nos han permitido envejecer más sanos y saludables, y al igual que muchos avances científicos, lejos de la perfección, son la mejor herramienta que tenemos. La belleza de la simplicidad científica de lo que es una vacuna es algo remarcable, pero también es llamativo la cantidad de mentiras que circundan el tema de la vacunación.
 
En China ponen las vacunas apuñalando
Se acusa a las vacunas de transmitir el autismo, de enfermar a los niños, de generar nuevas enfermedades y de mil plagas más. En mi camino a la Universidad de Buffalo, de apenas dos millas, he podido encontrar dos carteles oponiéndose a la administración de vacunas. Uno de ellos informa de una reunión (en terreno universitario), que ha tenido ya lugar, acerca de los riesgos de la vacunación. Lamento no haber podido ir. El otro, de índole religioso aumenta el temor de cuantos lo ven pues directamente acusa a las vacunas de ser dañinas para nuestros hijos. 
 
No lo entiendo. Obama es malo, las vacunas son malas, pero el Joker mola. Cuántas contradicciones
Y yo soy muy partidario de dar información, pero de darla bien. Es decir, sí decides jugar con el futuro sanitario de tus hijos, hazlo con conocimiento de causa y no por razones que van de lo divino a lo simplemente desquiciado. En la sección de comentarios del blog de la doctora tejana (estado abiertamente religioso y con apego a según qué tradiciones) podemos ver que la gente no se opone a la administración de vacunas por razones de sentido común (reacciones alérgicas, efectos adversos, eficacia no probada al 100%...) sino que basan su juicio en razones arbitrarias y peregrinas que, lejos de ayudar a imponer la razón, parecen llevarme cien años al pasado frente a una pantalla de ordenador.
 
¡Vacuna va!
Ejemplos de lectores anónimos que comentan que Dios no creó las vacunas y por tanto no son buenas. Que las vacunas matan tanto a vacunados como a no vacunados. Que los que vacunan a sus hijos siguen los designios de Satán (ésta es de mis favoritas), o bien que los productos químicos nos están matando (dígaselo usted a un señor del siglo V que vivió feliz hasta los casi cuarenta y murió de anciano a mi edad) y que las frutas contienen todo lo necesario para que no enfermemos (Son los mismos que consideran que porque una señora comió una manzana en un día de hambre, ahora toda mujer ha de parir con dolor).
 
Tú pilla la manzana de arriba y mientras yo te agarro un pechaco. Qué golfete el Adán
Y por ello vuelvo a la muchacha estadounidense que alegra mi vida por el simple hecho de conocerla y darme cuenta que, si en el mundo hay un contrapunto para cada uno, en algún lugar ha de existir una persona bondadosa, correcta y brutalmente inteligente. 

Dice esta muchacha que debemos volver a la dieta de nuestros ancestros cavernarios. La dieta "Paleo" que se llama. En esta dieta no se incluye la caza de conejos, búfalos u osos cavernarios, pero entiendo que ahora se hace todo muy complejo y que los osos no están a salto de mata como otrora. Como buena seguidora de esta honorable práctica, mi buena amiga bebe cerveza, come perritos y adora la comida mejicana y las chucherías. Lo cual me parece muy bien. Sin embargo despotrica contra la leche. Dice que el hombre no ha de beberla pues ningún animal adulto lo hace. Yo le recuerdo que si le das leche a un animal adulto, ya sea gato, perro u oso (cavernario o no), la beberá por su capacidad nutritiva. También le recuerdo que, en la naturaleza, limitar su consumo a la edad de cría se debe a lo costoso y difícil de producir que es para la madre. También le tuve que recordar que el queso, los batidos y los yogures que ella consume con evidente placer tienen leche. Para mi (escasa) sorpresa, ella no parecía saberlo.
 
¿Leche en los batidos? ¡Qué me "tas" contando!
Porque cada uno es libre de elegir lo mejor para sus hijos. El veganismo, la dieta "Paleo", la dieta de la alcachofa, que jueguen o no al Tetris o que se vacunen. El problema es que, a veces, decidan lo que decidan, la cosa no va a acabar bien. Te puedes equivocar, qué duda cabe, pero cuando partes desde posiciones equivocadas desde el mismo principio, acertar en la elección se vuelve más complicado.


6 comentarios:

  1. Ay, las putas religiones. Ya podrían desaparecer todas. Son cuentos para volver más tonta a la gente y que permiten a iluminados varios amargarnos la vida.

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    1. Es un tema que no suelo tocar, pero me apetece escribir algo a lo que le llevo dando muchas vueltas sobre el creacionismo y la evolución.

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  2. Así es, Belcebú es el creador de la vacunación XD. Curioso es que el tema de la vacunación me toca de cerca llegando a pactar el futuro de mis hijos donde podrán ser vacunados a cambio de recibir una alimentación vegetariana. Aun así yo sigo deglutiendo BigMacs pero mi vagueza y mi poca destreza en la cocina me han vuelto vegetariano por comodidad (que no vegano). Después de este rollo, lo malo de hablar de estos temas es la poca credibilidad que uno ejerce y que entra un conflicto del cual no puede salir. Estoy seguro que la chica de la que hablas pensó que le mentías, llegó a casa, hizo un Google y pensó que la Wikipedia también le engañaba. Ya nadie se fía de nada todo son conspiraciones, todo es cancerígeno, todo está hecho con segundas. Pronto dejaremos de vacunarnos y de ir al médico y se optará por ponernos todos en la vía del tren para aprovechar las vibraciones y arreglar así nuestra salud. A veces la frase de "Padres a hijos" hace mucho daño. Un abrazo españolamericano! XD

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    1. Es evidente que nos rodean productos poco sanos. Carne engordada artificialmente, pesticidas y demás, y conozco personas vegetarianas que te dan sus razones para serlo y son absolutamente respetables y lógicas. Si estás seguro de lo que haces, ni Google te puede echar para atrás. Yo, por ejemplo, necesito comer carne. Cuando intento pasar semanas a base de pescado y verduras, me encuentro mal, débil y flojo. No rindo en el trabajo, ni fuera de él. Un entrecot y me sube la barra de vida a tope. No hay más. Sin embargo esta gente que basa su vida en designios divinos o en milagreros con dietas sin base lógica, muchas veces (no todas), hacen lo que hacen sin pensar, y luego pasa lo que pasa. Otro abrazo

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    2. Lo mismo te digo acerca de la carne. Si me das a elegir entre un pescado fresco perfectamente cocinado y una chuleta humeante con patatas fritas y pimientos rojos... Vamos, no dudo ni un segundo.
      Hay vegetarianos que comen hamburguesas de soja. Hombre, si estás comiendo hamburguesas, aunque sean de soja , es que al menos un poquito sí que hechas de menos la carne.
      Los médicos dicen que hay que comer de todo, en cantidades pequeñas, eso sí. Las restricciones voluntarias de cierto tipo de alimentos no parecen ser aconsejables.

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    3. Una profesora de nutrición que tuve me comentó que las manzanas son muy sanas, pero si solo comes manzanas te pondrás enfermo. Yo entiendo que no puedes sacar todo lo que necesitas de los vegetales. El hombre es una especie omnívora. Por algo será.

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