sábado, 7 de diciembre de 2013

HÉRCULES 0 SPORTING 1. OPINIÓN PERSONAL

Hoy vuelvo a hablar del Sporting tras mi enésimo cabreo con la escuadra rojiblanca de mis entretelas. No ha habido cambios sustanciales en el juego. Digamos que he calmado mis ansias y ahora me tomo las cosas con cierto relax, con lo cual espero evitar lo visceral, algo complicado cuando te refieres al club de tus amores.

Sin entrar mucho en el desarrollo del juego visto en Alicante, solo decir que asistimos a un encuentro típico de segunda, de esos que otros años salían cruz para el Sporting, pero que hoy, por las razones que sean, ha salido cara. No existen victorias inmerecidas por cuanto todos juegan y que tu portero se cubra de gloria un día tiene tanto mérito como el encuentro que ganas porque un delantero anota tres goles de bella factura. Con esto quiero decir que ni se mereció ganar en Girona ni se mereció perder en Alicante. Se perdió en Girona y se ganó en Alicante que son cosas muy diferentes.
Y sin embargo hay un halo extraño en el Sporting de este año. Una especie de entorno enfermizo y retorcido que no se sabe muy bien que busca. Cuando el Sporting ganaba al principio de la temporada las voces disonantes hablaban de un juego ramplón y de la efectividad de Scepovic. Se reclamaba a Cases, se destrozaba a Garái y se sacrificaba la victoria en pos de la excelencia futbolística. Sorprendentemente dicha excelencia sobre el césped se transformó en derrotas y de alguna extraña manera cuanto mejor jugaba el Sporting más perdía. Los comentarios sobre los partidos contra Girona, Las Palmas o Córdoba hablaban de un equipo dominador, superior y llegador con lagunas atrás que lastraban el buen trabajo del equipo. Sin embargo las victorias no llegaban y tuvo que recurrirse a la dupla serbia para poner puntos en el casillero. Los buenos momentos de forma alternos de Scepovic y Lekic, unidos al trabajo incansable de Barrera, la solvencia de Mandi y Bernardo, el crecer de Luis Hernández y la aparición esporádica de la mejor versión de Cuéllar son los que dan los puntos al Sporting por mucho que a algunos les moleste.
Porque leo en algunas páginas que, ahora que se gana, en pos del equilibrio y de dotar al juego rojiblanco de galones, Sandoval debería plantearse retirar a uno de sus delanteros. Y yo me pregunto cuál es la razón que empuja a sacar del campo diecisiete goles y una calidad más que patente a cambio de mantener a determinados jugadores.
Y la mala perra que llevo dentro me hace recordar la campaña de acoso y derribo en pos de la presencia en el campo de la cantera de Mareo. La propaganda para que Cases saliese del banquillo y Sergio volviera del ostracismo. Sandoval cumple y entrega a la prensa lo que piden pero el equipo no juega mejor que en las primeras jornadas. La excelencia que Mareo debía traer al juego no existe, pero no se pierde. Los huecos que causan los goles el día del Alcorcón hablan de un mediocampo mal posicionado y blando, y con Bustos a la vuelta de la esquina alguien tiene que caer. Pero la prensa afín no quiere que sean Sergio ni Cases. Las razones las desconozco, pero ahora mismo si hay tres jugadores indiscutibles son Barrera, Lekic y Scepovic. Un mediapunta con trabajo incansable a espaldas y cada día más cómodo en la categoría y dos delanteros de primera división.
El resto son mentiras y cuentos. Queda claro que a poco que se dé con un balance defensivo adecuado las victorias llegarán por el simple peso de la pegada de la que se adoleció años y años. La pegada marcó siempre la diferencia entre el duro fajador y el campeón de peso pesado y este año el Sporting tiene dinamita arriba y una mandíbula decente pero le falta fuelle, pulmón y ganas de pegarse en según que zonas. Porque, para mí, ni Luis, ni Iván, ni Bernardo ni Mandi, todos ellos con sus pros y contras, parecen el problema defensivo. Ver a Lora, Canella, Cases, Isma o Fraile defender a cinco metros de su rival, no meter la pierna nunca y perder la marca constantemente, provoca broncas continuas de los pesos pesados como el colombiano Bernardo. Quizá Bustos sea la solución. Posiblemente junto a Sergio de cara a dotar al mediocampo de consistencia, contentar a cierto sector “pro-Mareo” y permitir que los que solo miran para la portería contraria mantengan sus ideas ofensivas. Con dos agujeros en las bandas no queda más remedio que poner perros de presa en el mediocampo y es por ello que la vuelta de Christian y Mandi darán la verdadera medida del sistema actual de juego.
Mientras tanto prefiero ganar como hoy que perder como en Girona, y muchos sportinguistas también. El resto son conjeturas, pero que nadie crea que no se celebraría un ascenso por mucho que el juego no hubiese sido espectacular.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...