Empieza la liga y vuelve la tensión. Muchas dudas
en el Molinón, prácticamente en cada línea una novedad y una incertidumbre. Al
final victoria merecida, que pudo ser mayor, y primeros tres puntos de la
temporada.
Comenzó el Sporting llevando el peso pero lo
perdió rápidamente. La idea de presionar arriba al rival puede ser más efectiva
frente a rivales de menor capacidad técnica. A los chicos del filial madridista,
pese a estar muy verdes, la calidad se les supone y durante algunos momentos
capearon bien la presión rojiblanca.
La línea defensiva rojiblanca era la que más
dudas albergaba. Lora, muy criticado
tras su denuncia y su renuncia a renovar con el club, parecía más nervioso que
de costumbre y pecó en exceso de las cesiones a Cuéllar, el cual se marcó un regate en la frontal del área que
enmudeció a más de uno. Bernardo
estuvo bien, pero los focos se centraban en otra incertidumbre como es la
adaptación de Mandi al puesto de
central. No lo hizo mal, con errores propios de debutante, pero el canario
tiene físico para la posición y su velocidad puede ser muy útil. Su
reubicación, de salir bien, puede ser enormemente positiva para el club, aunque
nunca sobra otro central de garantías. En la izquierda el transferible Canella realizó un partido muy solvente
con alguna incorporación digna al ataque. En definitiva, el equipo no sufrió
atrás.
A la hora de construir, ni Garai ni Bustos son constructores y eso se evidencia en la idea de juego de
robar y salir. Barrera, más
adelantado que los anteriores, aportó movilidad y creo espacios y ocasiones.
Necesita trabajo, pero es un proyecto de buen futbolista. En las bandas, mal Jara y regular Fraile. Santi se mostró
apático y perdido mientras que el recién llegado se fajó en defensa y lo
intentó arriba con poca fortuna.
Arriba la grata sorpresa de ver a Scepovic desenvolverse con calidad. La
primera que tuvo la lanzó al poste desde una posición difícil y la siguiente la
metió dentro. Llama la atención como aparece en diversas zonas del campo pero
luego siempre está presente en zonas de remate. Parece que hay delantero.
Los cambios permitieron ver que el cruce
entre la calidad de Carmona y el
ímpetu de Mendy daría lugar a un
futbolista excelente. Por separado el franco-senegalés pierde en la
comparación. Tiene muchos defectos que pulir. Nacho salió a cubrir expediente y de momento no apunta a titular.
El árbitro, el cual parecía salido de un
partido de infantiles, detuvo el juego más de la cuenta y erró en algunas
apreciaciones sencillas.
El equipo jugó a lo que juegan muchos en
segunda. Presionar y a la vez guardar la ropa. Garai y Bustos están para
evitar incursiones rivales y pese a que el primero fue el autor del pase para
el golazo de Scepovic, no se
prodigaron en exceso en ataque. Las ocasiones llegaron pero no se completaron. Las
más claras dejaron un palo, un balón sacado bajo la portería rival y una
combinación hermosa que acabó con tiro de
Carmona que salió fuera por centímetros.
Se pudo haber jugado mejor, pero lo que se
pide es solvencia y solucionar los partidos. Eso, hoy se consiguió. Quizá se
abusó de la idea de retrasar el balón a
Cuéllar y que éste diese salida, puede que debido a la escasa actividad de
los jugadores de banda, pero no es un mal principio y desde luego, el Sporting
los ha tenido mucho peores.
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