MÚSICA MIERDERA

No soy ni muchísimo menos un experto en música. Incapaz de diferenciar a Mozart de Las supremas de Móstoles y con un oído más bien obtuso para captar cualquier cepa artística, nunca he tenido un músico, grupo, solista o artista favorito. Como ya expliqué previamente, la música ha de transmitir un sentimiento, una sensación, ha de despertar algo en tu cerebro que implique volver a escuchar un determinado tema, tararearlo inconscientemente o silbarlo cuando tu mente está ausente en otros menesteres.

Hoy no me puedo levantaaaaaaaaaaaaaaaaarrrrrrrr

Para eso y no para otra cosa se ha inventado la música “mierdera”. No estoy haciendo referencia a esas canciones de Dinio, Jesulín de Ubrique o Tamara Seisdedos, más famosas por lo “friki” de sus intérpretes que por la propia música en sí. Me refiero a esos temas lúdicos, a esas canciones creadas por artistas más o menos consagrados, que son un divertimento o algo más, que son horribles, no lo neguemos, pero que por alguna razón se introducen en tu córtex temporal y de vez en cuando salen al exterior demostrando que tú, que te las das de amante de Frank Sinatra, en algún momento has tarareado esa canción cutre, y lo peor, te ha gustado. 

Para hacer bien el amor hay que venir al sur...

Así que hay va mi lista de ¡TRES! (si alguien sabe alguna más, por favor inclúyala en la sección ruegos y preguntas) temazos puramente bizarros pero que difícilmente se te irán de la cabeza si eres tan torpe mentalmente como yo.

TRES.  ONE NIGHT IN BANGKOK de MURRAY HEAD

El otro día salió este temazo en el blog y de aquellos polvos vienen estos lodos. Murray Head es el hermano de Anthony Stewart Head, para más señas Rupert Giles, el guía y maestro de Buffy Cazavampiros. Semejante hornada de talento dentro de la misma familia merecería post aparte. Murray Head se une a ABBA (gloriosos) y crean una canción bochornosa, con un vídeo del que sería fácilmente criticable su “ochenterismo” que le sale por los poros, pero que tiene una calidad entre infame y horrorosa. La canción es mala y Murray habla en vez de cantar, y no digo “rapear”, digo hablar, pero el estribillo… el estribillo es cosa aparte y una vez penetre en tus neuronas, qué los SWAT lo saquen de allí. Recientemente, tal magna obra ha sido versionada por el mismísimo Mike Tyson. Casi nada.

DOS. MI CORREO ELECTRÓNIC ¡OH! de McNAMARA

Absoluto temazo con, de nuevo, vídeo de alto contenido lisérgico. McNamara, compañero de correrías del oscarizado Almodóvar en aquellos oscuros tiempos de la movida madrileña, nos entrega un delirio orquestal y una auténtica y continuada poesía. Una voz en off comienza diciendo “A rock station” pero para el oído del poeta que llevo dentro siempre ha sido “Arroz esteision”. Esto no sería lo peor. La letra deriva en un siroco de locuras y frases inconexas en el que McNamara se mueve a su antojo. La típica canción que como te pille un poco lanzado a las dos de la mañana puede provocar que te tires a la pista de baile en pos de la perdición causada por la falta de ridículo.

UNO. LITTLE PIG, LITTLE PIG de GREEN JELLO

Esta canción es una auténtica locura y además encierra un mensaje personal. Hace decenas de años, en aquella versión televisiva de los 40 principales, mostraron este vídeo musical que inmediatamente llamó la atención del adolescente con evidentes problemas cerebrales que fui y siempre seré. Aquel grupo cuyo cantante contaba la historia de los tres cerditos con la cazallosa voz del que ha compaginado la ingesta de tequila con los puros habanos llamó mi atención no solo por los muñequitos de plastilina que aparecían en la pantalla sino por la clarísima intención de hacer una canción horrenda pero con un estribillo  y una guitarra que han anidado en mi memoria desde entonces. Y ya ha llovido. Tanto que ahora mismo vivo en el lugar de donde son originarios los Green Jello (o Jellÿ). Originarios de Kenmore, villa del condado de Erie la cual empieza en la acera de enfrente de mi casa. No dejo de pensar que tan excelsos músicos hayan podido pisar el Vizzi’s, restaurante conocido por vender las hamburguesas más grasientas del estado y por los conciertos de rock de los viernes. El círculo se cierra y unos veinte años después, el niño que vio la horrorosa canción de los tres cerditos y la almacenó como algo bueno, ahora transita por las mismas calles de los creadores de tamaña basura. Caminando por la historia de la música y cerrando mi lista. Espero que algunos tarareéis tan singulares bazofias mañana de camino al trabajo.

Todo el mundo invitado al Vizzi´s. Las mejores hamburguesas y la mejor música

De nada.