martes, 30 de abril de 2013

EL MANDARÍN Y OTROS VILLANOS DE COMIC EN LA GRAN PANTALLA



Es una realidad que el cine actual vive en medio de una falta de innovación evidente. Las adaptaciones de otros medios, los “reboots”, los “remakes”, las copias y la repetición de ideas son el eje de un cine que cada vez vive más de aprovechar la cartera de un determinado público en vez de ofrecer un producto de calidad.
Por ejemplo
Desde hace tiempo, la industria de Hollywood ha descubierto que los amantes de los comics tienen la cartera abierta, dispuestos a ver en pantalla grande a aquellos iconos que, desde pequeños, deseábamos que saltasen a la vida real que falsamente se esconde en el cine. Los grandes estudios se dieron cuenta, tiempo después, que no todo vale y que el público exige un mínimo de calidad, sin tragar la pastilla de las adaptaciones horrendas del Punisher, Ghost Rider y muchos otros que han sido poco menos que vomitados en la gran pantalla en busca de dinero fácil.
Mira que no se puede hacer algo espectacular con semejante protagonista
Porque no nos engañemos, el amante del comic ocasional puede admitir que el Castigador no vista la calavera en su pecho, o que Kingpin sea de raza negra, pero los apasionados del comic suelen alzarse en armas cuando se toca a alguno de sus iconos y el poder “friker” es capaz de hundir una taquilla en semanas. 
Cutreeeeeeeeeeee
Hago esta eterna introducción ante el aluvión de críticas que ha recibido el villano de la nueva entrega de la saga de Iron Man. El Mandarín es un villano clásico del panteón Marvel y exigía un tratamiento que muchos consideran que no ha recibido. Mi opinión sobre el tema, cargada de spoilers, vendrá al final, pero antes un pequeño desglose de como han ido cambiando los archienemigos del superhéroe de turno en su salto a la pantalla.
Tela de cutre
Empezamos, no por Superman, que se escapa de mi memoria en sus versiones pretéritas. El Batman de Tim Burton, alabado y aplaudido, nos muestra a un Joker con el nombre de Jack Napier e incluso con un origen concreto. Si eso no es pasarse por el forro la naturaleza de un mito, no sé lo que es. Nolan evitó todo esto y en su intento de trasladar al hombre murciélago al mundo real, obvió la posible caída del payaso del crimen en un tanque de sustancias tóxicas que le hubiesen desfigurado la cara, dejando al Joker en un simple criminal maquillado con un par de cicatrices.
La verdad es que Nicholson pega como el Joker. Eso es incuestionable
La segunda entrega del hombre murciélago nos trae a una Catwoman zombificada que vuelve de la tumba lamida por gatos y a un Oswald Cobblepot rodeado de payasos de circo. De los destrozos causados por Joel Schumacher con Dos caras, Mr. Freeze, Bane y Poison Ivy me niego a hablar. Por cerrar el tema del hombre murciélago, quizá el que más ha visitado el cine. El Espantapájaros ya no es un psiquiatra convertido en psicópata, sino un vendedor de droga enmascarado, Bane no creció en Santa Prisca abrazado a su osito y aprendiendo como destruir a su enemigo y Ra’s al ghul es un tipo blanco con bigote en vez de un oriental con miles de años a su espalda. Sin embargo todos ellos funcionaron y no fueron vapuleados por el fan medio.

Vayamos a Marvel. Empecemos con el Duende Verde de latón, sigamos con el arrepentido Doctor Octopus que se torna en maníaco por casualidad y muere como héroe (del Hombre de Arena y Veneno no comento nada por vergüenza ajena) y culminemos con el penoso Lagarto del penoso renacimiento de Spider-man. Kingpin es negro, Obadiah Stane casi un padre para Iron Man, el Doctor Muerte una sombra patética de lo que fue, el Juggernaut ni te cuento y el Mandarín…

Pues para mí, lo que ha hecho Shane Black con el Mandarín es un acierto. Además realizado con ingenio. En un mundo donde meses antes de un estreno, todo se sabe de una película, Black ha escondido sus cartas y nos ha mostrado durante meses a un amenazador Ben Kingsley que luego se queda en nada. Durante la película, el aterrador Mandarín que canta las cuarenta a un gobierno estadounidense deseoso de encontrar enemigos allende las fronteras pero ciego ante los que se esconden en su propio territorio, se nos muestra como una amenaza difícil de detener. Sin embargo, llegados a un punto, descubrimos el engaño que Black había perpetrado y que de alguna manera nos había mostrado previamente. El Mandarín se convierte en un títere y su importancia se diluye pero nos entrega un momento divertido en manos de un gran actor y nos escupe a la cara que los villanos de comic reales son difíciles de conseguir, que el Joker de Nolan no podría entrar en una sala llena de mafiosos sin morir acribillado, que Dos Caras no podría caminar sin caer de rodillas presa del dolor, que un accidente de laboratorio no te vuelve un paranoico homicida, solo te encabrona. El Mandarín es una mentira, porque los grandes villanos no salen por la televisión y amenazan directamente a un presidente. Y el director de la tercera entrega nos avisó con tiempo. La nuca del Mandarín tatuada con el escudo del Capitán América corrió como la pólvora y muchos le dieron vueltas a la razón y a la simbología. Era sencilla, el heredero de Genghis Khan no se ocultaba en lejanas montañas, el poderoso Mandarín dueño de los diez anillos solo es un actor de segunda, fan del Liverpool y por lo que se ve, del Capitán América. Y puede no gustar, pero es un recurso que tiene su ingenio.
El tatuaje de la polémica
Es por ello que, sin ser una gran película, me divirtió este Iron Man más cercano a James Bond que al hombre de hierro, pero en mi memoria se ha quedado el momento en el que, encañonado, el gran Mandarín no puede dejar de celebrar un gol de su equipo favorito. A lo mejor es que me siento identificado. 

4 comentarios:

  1. La verdad que entiendo a los fieles de los cómics cuando una película destroza a su héroe de toda la vida o que su villano ideal se parezca más a una versión histriónica de Heidi. Yo con eso tengo suerte porqué vivir en la ignorancia del cómic me permite ver las películas de superhéroes con otro prisma. La foto de los Bane que has publicado, el de Schumacher es que da grima con tanta vena. Te sigo, un saludo!

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    Respuestas
    1. Tengo un amigo fan de World war Z que se hace cruces cada vez que ve el trailer. Si vas a adaptar, yo creo que debes hacerlo desde el respeto y no pasarte por el forro todo. Si ves la foto de Bane sin casco flipas, porque el tipo era feo con avaricia. Yo también te sigo, buen blog de cine el que tienes.

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    2. Lo que no entiendo es cómo se las arreglan los directores/productores de las pelis de superhéroes para restar siempre al cambiar las cosas con respecto a los cómics de origen. Si las dejasen estar, las historias estarían muchísimo mejor.
      Genial el post, como siempre!!!.

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    3. Hay una charla de Kevin Smith al que le encargaron un guión de Superman en el que Superman no llevaba capa, no podía volar y tenía que enfrentarse a una araña metálica gigante por eggs. El productor que le exigió lo de la araña acabó haciendo Wild wild west en la que por fin había araña gigante. Ya sabes que pasa con los jefes de grupo.

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