miércoles, 24 de abril de 2013

AJARE NAO 9. RASHOMON



Existe una tradición extendida a todo ser humano de faltar al respeto a sus superiores. Que esta actitud sea debida a razones evidentes o motivada por simple envidia o maledicencia no me corresponde a mí decirlo, pero, que levante la mano el primero que no haya hablado mal, aunque sea por lo “bajini”, del cabrón de su jefe, la lerda de la directora o el inútil del encargado.

Por decirlo científicamente, la liberación de endorfinas que prosigue a estos estallidos de incontinencia verbal suele producirse únicamente cuando el criticado no está presente. En ese horrible momento en el que el criticador es cazado “in fraganti” por el criticado, la corriente de opioides naturales se ve sustituida por la vergüenza, la irrigación desmesurada de la tez y la proverbial escondida del rabo entre las piernas.

Como no, en un mundo donde nuestro jefe, qué digo jefe, nuestro Dios hecho carne, ese vástago de Apolo y heredero de Atenea, el Tito para más señas… a lo que voy, que me distraigo en elogios. En un mundo donde el Tito estaba presente, la crítica no tenía cabida pues criticar lo que es perfecto solo denota hambre en la boca del miserable. Así que en lugar del Tito, el recipiente de las críticas a las que hago referencia hoy fue un médico vanagloriado y respetado en el departamento de Medicina local. Un casi jubilado, querido y apreciado por todos. Un hombre que se llevó las iras del respetable, al igual que el Equipo A, por un crimen que no había cometido.

Nació la semana con la visita de este eminente médico a nuestros dominios. El buen hombre, corto de estatura, contrahecho y de voz dulce y aflautada, atravesó el territorio de la bestia y se dirigió en busca de su ex secretaria, conocida como María de los Soles, la cual, en un gesto que la honraba, decidió que nos cedía su despacho y su ordenador a los pobres becarios que carecíamos de ambos elementos. De esa manera ella se iba de compras y a la peluquería en horas de trabajo y nosotros teníamos una sala propia donde ocultarnos y utilizar la tecnología informática puesta a nuestra disposición para los más diversos menesteres.

Así que el buen hombre vino en busca de su antigua amiga encontrándose el conjunto vacío ocupado por dos elementos dedicados a sus menesteres científicos. En un gesto amable y tras descubrir que estábamos haciendo “CIENCIA”, así, con mayúsculas, el buen médico nos lanzó una puya envuelta en piropo.

Son ustedes como Watson y Crick.” Nosotros esbozamos una sonrisa y agradecimos la comparación con los “supuestos padres” de la doble hélice (nunca se ha dado igual mérito a Maurice Wilkins y Rosalind Franklin en el hallazgo), pero tras el diamante llegó el carbón.

Ellos también eran dos, al igual que ustedes” Ahí concluía el parecido. Muy simpático el razonamiento. El buen hombre no sabía que lo iba a pagar a finales de semana. Es aquí donde empieza el Rashomon.

Para el que no lo sepa, “Rashomon” es una película de Akira Kurosawa en la cual un crimen es narrado desde cuatro puntos de vista diferentes. Como yo no atesoro el talento del maestro japonés, mi historia solo tiene dos puntos de vista y aquí empieza por fin la historia de degradación personal que tanto gusta a los visitantes de éste, su humilde podreblog.

Venía yo por el pasillo, ahíto de trabajar en la sala de cultivos celulares. El largo camino desde un extremo a otro de la estancia se me hacía eterno cuando de pronto, escuché una voz que me sonaba a conocida. Dicha voz provenía del interior de nuestro laboratorio y decía (Cito textualmente):

Qué maricón, ¿ya estás otra vez escondido tocándote los cojones y leyendo el MARCA?

Identifiqué que mi buen compañero Jandro había caído por fin en los insondables abismos de la locura y hablaba con un espectro imaginario que, por azar, había adquirido mis hábitos de lectura. Sin embargo no era así. El bueno de Jandro daba por hecho que un servidor se había ocultado de sus quehaceres diarios y los esquivaba dedicándose a leer una de las obras de arte escritas más influyentes de tiempos modernos. El diario deportivo del grupo Recoletos conocido como diario MARCA.

Todo el día escondido tocándote los cojones” repitió, haciendo hincapié y chanza de mi notoria facilidad para distraerme con temas menores. Mientras lo decía, su voz avanzaba en dirección al despacho de María de los Soles, ubicado al final del pasillo y estancia a la que en ese momento yo me dirigía, efectivamente a leer el MARCA. De pronto, el objeto de las mofas y los insultos habló.

No, no. Si yo ya me iba

La voz aflautada y reconocible se anticipó a la apertura de la puerta y a la salida por piernas del reconocido médico que huía de su agresor con paso decidido solo para encontrarse con la maligna sonrisa del compañero de su atacante en mitad del pasillo.

Vayamos a la versión defendida por el indefendible autor de tal atrocidad.

Jandro, solo en el laboratorio, escucha ruido en el despacho que solemos ocupar y de inmediato su cerebro junta causa y efecto asumiendo que yo me hallo escondido allí sin más deber que el de tocarme la pera. Me hace saber con voz de tenor que mi actitud es indecorosa y exclamando los improperios anteriormente expuestos avanza para lanzar una reprimenda directa al vago indecente que soy pero que sorprendentemente no está allí. Al llegar a su objetivo, Jandro comprende que se ha equivocado en el mismo momento en que ve al nervioso mini-médico (que había acudido de nuevo a nuestros dominios a visitar a su desaparecida amiga) tratando por todos los medios de salir de la habitación ante la amenazante figura que se le aproxima. Finalmente, el médico logra abandonar la estancia y lanza su disculpa ya mencionada

No, no. Si yo ya me iba

Mientras cierra la puerta, Jandro solo acierta a confesar una disculpa barata y cobarde

No, si yo pensaba que era usted mi compañero que se esconde aquí…

Entre la nube de mentiras, Jandro solo recibe un portazo por respuesta y desde lo lejano del pasillo escucha una risa a carcajada abierta procedente de la otra mitad de los actuales Watson y Crick, personaje que esto escribe y fácilmente conocido por disfrutar de la desgracia ajena.

En resumen y como moraleja para esta historia acerca de los riesgos de burlarse de dos becarios que pasaban setenta horas semanales en su lugar de trabajo:

Antes de rajar, asegúrate de mirar y piensa detenidamente con quien te la vas a jugar”.

17 comentarios:

  1. Bueno, bueno, Dr. Dolfor, menudo garrulo ese compañero tuyo!!!. Primero le da postazo en todo el careto a la gente y se dedica a llamar "maricón" a los catedráticos de Medicina!!. ;)

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    1. Era un muchacho de voluntad hermosa pero mala fortuna. También hay que tener en cuenta que una cosa es llamar maricón a un catedrático y otra llamar maricón a un catedrático y asustarlo hasta el punto que se de a la fuga. Seguro que si lo hace con algún otro no funciona igual.

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  2. Muy bueno, como siempre Dr. Quiñones. Me alegro de verle por aqui, Dr Lopez-Soto.

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    1. Muchas gracias Dr.Román Pol. Igualmente un placer ver por aquí a tanto doctor. Os acordáis cuando íbamos a la biblioteca a estudiar y a los diez minutos nos íbamos a comer panchitos? Y todos doctores... qué país.

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    2. Uff!, mira que no me pude morir de risa en la biblioteca de Bioquímica cuando os quedasteis uno mirando pal otro y os dijisteis "unos panchitos??. Venga, vamos".

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    3. Dicho así no parecemos gente seria, que lo somos. Solo fue un momento de debilidad. Era como cuando en el labo yo te decía "Pincho de revueltaco?" y no lo dudabas.

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    4. Hombre, es que no cabe la comparación!!!. Cualquiera que se haya enchufao un pincho de revueltaco o de lomo picao lo sabe ;)

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    5. Bueno, es que si a mi, ante la pregunta "pincho de revueltaco?", alguien me responde, "no, que estoy cargando un western blot" o "no, que estoy estudiando la ruta de las pentosas fosfato", perdemos la amistad automatically. Lo primero es lo primero, compais.

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    6. Daba yo los dientes por un pincho de revueltaco de setas, pero en la cafeta de aquí solo venden wraps y sandwichs blt, que ya son ganas de deprimir a uno.

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  3. Aquí lo más parecido a un pincho de revueltaco diríase que es la Double Baconator Burger de Wendy's (por desgracia, mis cartas a la compañía pidiendo que saquen la Triple no han provocado respuesta alguna, pero no pierdo la esperanza!)...

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    1. Yo, como soy más comedido, me quedo con la "Son of Baconator", porque además me parece poético que Baconator tenga un hijo.

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  4. No me hableis de comida. Aqui lo mas cercano a un picho de revueltaco + cocacola es cerveza caliente y engrudo con sabor a genitales de yonki acompañado de unas patatinas de bolsa.

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    1. No voy a entrar al trapo de preguntar cómo demonios reconoces el sabor a testículos de yonki.

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  5. Hombre, el sabor de los huevos de yonki viene a ser como la tinta de impresora barata o el cuerno de un unicornio. Una mera hiperbole usada en pos de fomentar el ambiente literario de tu "blon".

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    1. Me lo suponía, pero no quería quedarme con la duda, que las dudas traen más preguntas, y como nos atrevimos con aquellos kebabs holandeses fabricados mientras el cocinero echaba el pitaco, pues eso, que de ahí al genital de yonki hay un salto cualitativo escaso. Aquí tampoco hay kebabs, por cierto.

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    2. Comorl?
      Ya te ahorro yo el trabajo. http://www.cheapflights.com/flights-to-madrid/greater-buffalo-intl/

      Yo aqui tengo unos amigos turcos en la kebaberia de al lado de casa, que ya me dicen "como ye ho" cuando entro por la puerta.

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    3. Jajaja, y seguro que son socios del Oviedo. Es que aquí el Kebal es una carne clavada en un palo, que está buena, pero no es lo mismo. Aparte los restaurantes morochos son incluso más sórdidos que las tiendas de comics (en una no me atreví a entrar no fuera que me pasase lo mismo que a Bruce Willis y Ving Rhames en Pulp fiction)

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