SPORTING 1 MIRANDÉS 1

La vida sigue igual.

El Sporting cae con la Ponferradina en la jornada 14 y desde entonces no pierde un partido. Siete encuentros sin perder y, que curioso, una racha que no vale para nada y plagada de empates insustanciales.

El último partido frente al Mirandés muestra la situación real de la nave rojiblanca en la que Sandoval ha decidido apostar por el cambio en defensa y a nivel organizativo. Si al final llega otro medio serían tres los jugadores recién llegados en el mercado de invierno, con el bagaje de un defensa y dos centrocampistas. Algo no convence al de Humanes en la sala de máquinas.

Y nadie lo diría tras el partido del domingo. El Sporting no juega a nada, eso es verdad, pero crea ocasiones. Lo hizo en Huelva también y resulta que en el Molinón tiene veinte ocasiones y lanza catorce saques de esquina. El resultado es un gol anotado y un par de buenas intervenciones del portero rival. Todo parece indicar que el problema se encuentra en que no hay dinamita, pero nadie parece esperar a un delantero que mejore las prestaciones de los que hay actualmente en plantilla.

La pena es que el Sporting crea ocasiones en ambas porterías. Ayer Luis Hernández hace un despeje de alevines y le cede el balón al único delantero libre. No es un problema puntual. Durante toda la temporada se ve a un Sporting que llega tarde a cada rechace o balón suelto, lo que implica pagar cualquier error. Quizá Sandoval tenga razón y sea un problema de mediocampistas. Mandi hace la guerra por su cuenta y todavía no ha aprendido que cargue legal o ilegalmente, le van a pitar casi todas. Trejo parece haber perdido la energía que le insufló la llegada de Sandoval y ayer, hasta que no lo vi sacando un córner, pensé que Carmona había sustituido al veinticuatro rojiblanco y no a Sangoy, el cual hizo un partido bastante más aceptable que David Rodríguez. El Talaverano ha bajado su rendimiento y parece un poco perdido en banda. Nacho sigue vagando por el medio campo sin encontrar que aportar en ataque o en defensa y Lora ya es suplente hasta de Carmelo.

Sin embargo hay que ser realistas. Bilic tuvo dos ocasiones en dos minutos justo antes de acabar la primera parte y nada más comenzar la segunda que podrían haber cambiado el sino del partido. El Sporting no golea pero lo intenta. No crea pero llega. Falla atrás, pero desde la citada derrota ante la Ponfe, encaja menos de un gol por partido. Ahora el problema es arriba, donde la pólvora está mojada y donde el ímpetu de algunos por atacar y la inseguridad de una defensa que hace aguas en algunos momentos, parte al equipo en dos y da lugar a tramos del encuentro que son un simple intercambio de ocasiones.

Veremos si llega Hervás, si Bustos es solución. Veremos si Bilic, Trejo, Sangoy o David recuperan el olfato (diecisiete goles entre los cuatro delanteros se me antoja un número escaso). El mayor o menor nivel estilístico en el juego se olvida si se mete el balón en la portería y el equipo se calma. 

Por otra parte y siguiendo la tónica de años atrás, volvemos a ver cambios extraños y jugadores que se mantienen en el once sin explicación clara ¿Qué hace Carmelo saltando al campo? ¿Está Carmona en forma para el fútbol profesional? ¿Qué aporta Nacho Cases? ¿Y Luis Hernández? ¿Y Lora? 

Demasiadas preguntas que no existirían si no hubiese mediado un despeje lamentable y media docena de ocasiones tiradas al limbo. La semana que viene toca el Numancia y toca espabilar. Cada oportunidad perdida es un paso atrás y veintiún partidos son muchos pero a veces no son suficientes.