AJARE NAO 7. SIETE

Es un hecho contrastado que ni tan siquiera un ejército compuesto por los Siete Samuráis, los Siete Magníficos, los Siete niños de Écija, las Siete Novias de los Siete Hermanos, los Siete enanitos y Raúl González, que ha sido, es y será el Siete de España, podría derrotar al Tito en combate singular. 

La razón no es que el Tito sea un Matasiete, que eso ya lo veréis. Simplemente estamos hablando de un ser que engloba los siete pecados capitales en uno solo y que acumula mayor sabiduría que los Siete sabios de Grecia. Un personaje que, como bien definía mi hermano Jandro, tenía y tiene unos testículos como los del Coloso de Rodas,  una de las Siete Maravillas del Mundo Antiguo que casualmente medía diez veces siete codos de altura.

Está claro que la séptima entrada de este cuaderno de bitácora que narra las aventuras y desventuras en el territorio hostil que eran los dominios del Tito tenía que tener algo especial, un invitado que en este caso es un actor estelar.

Me hallaba solo, fané y descangallado en la boca del lobo. Abandonado a mi fortuna por Jandro, vagaba como un ninja, envuelto en sombras y silencio, tratando de evitar cualquier confrontación que, como he explicado anteriormente, estaba destinado a perder.

Pero, ¡Ay!, el hombre es animal de costumbre y rutinas varias, y en uno de esos momentos de debilidad tuve que recorrer la larga milla verde que separaba los baños de mi pequeño refugio en el laboratorio. Caminé despacio, casi sin tocar el suelo. La policía no encontraría mis huellas si las buscara, pero el ojo del tigre solo es comparable al oído del Tito, capaz de detectar un pedo en un huracán, y caí como un bellaco.

Tan imponente figura surgió dominante de su refugio. Colosal en su avance, se impuso en mi frente y me preguntó por mis divagaciones. Para que nadie se queje de que no aprende nada, comentaré de manera más o menos científica que sucedió a continuación.

Me hallaba a punto de culminar un trabajo sobre la presencia de polimorfismos en la región promotora del gen BAT1, una ARN helicasa dependiente de ATP (No confundir con el transportador de aminoácidos de mismo nombre, que os conozco), y la relación de los mismos con la artritis reumatoide, enfermedad autoinmune y jodona. Tras meses de trabajo en un estudio que el Tito había calificado como “Puta mierda”, pero que al final dio su rédito, para escapar del encontronazo, decidí, como ahora, salir por la vereda científica.

Le comenté al Tito mis hallazgos, mis resultados, mis pensamientos. Él me miró como se mira a los ojos a una vaca muerta. Nulo interés por lo expresado. Nula gana por oír lo escuchado. Pero el Tito es un caballero ante todo, así que tras varios minutos (posiblemente siete) de explicación sobre mi trabajo de las últimas siete semanas, con una simple pregunta mostró todo su desdén hacia mi formación como pseudocientífico en ciernes.

-          ¿Así que lo de BAT21 sale adelante?-

No ha habido error. BAT veintiuno, ¿veintiuno? Llevo siete meses trabajando en eso y ¿No sabes cómo se llama el gen? No me lo tomé como una ofensa inmediata. Hasta el más grande de los pintores comete un borrón, pero como ni el mejor de los magos puede convertir el pan en pan, decidí que el error era del torpe patán que esto escribe. En la siguiente frase de la conversación incluí hasta siete veces el nombre correcto del gen. BAT1 salió de mi boca sin solución de continuidad para tropezar con el bache de la falta de atención de mi interlocutor que se atuvo a responderme.

-          Deberías empezar a escribir algo sobre BAT21-

Y el ego, esa falsa vanidad que entorpece al más vil, se instaló en mi mente y desplazó mi más cordial personalidad. Una respuesta, un error, una provocación. Llámenlo como quieran. Solo atiné a decir una cosa.

-          No puedo escribir sobre BAT21 y artritis-

-          ¿Cuál es la razón de tal negativa?- dijo él, prosa grácil, verbo florido.

-          BAT21 no es un gen- Su rostro denotó cierta sorpresa (aunque no mucha) –BAT21 es una película de Gene Hackman-

-          ¿Perdón?- dijo -¿Mierdecilla?- musitó.

-          Si, Tito, BAT21 es una peli de Gene Hackman y del negro de Arma Letal. Mi trabajo versa sobre el gen BAT1-

Momentos de tensión, culito prieto. Mirada perdida, gesto circunspecto. Mastiqué mi error como hacía Curro Romero cuando salía a la plaza y a medio camino se daba cuenta de que estaba frente a mucho Miura para pocas ganas. 

Pero el Tito se sorprendió, o simplemente se olvidó de forma inmediata de la conversación. Dio media vuelta y se fue al baño al que yo me dirigía previamente y que ahora necesitaba de manera imperiosa.

Una película de Gene Hackman. Cinco veces nominado al óscar y ocho al Globo de Oro. Es una pena que no fueran siete. Me habría quedado redondo.