Tras mucho tiempo, vamos a volver, aunque sea brevemente para habar del noveno arte, de la viñeta, de una pasión que muchos disfrutamos y que este año viene cargada de excelentes tebeos. Voy a irme a lo básico y clásico, al cómic americano de toda la vida que está experimentado una buena época de manos de guionistas y gente de mucho talento. Creadores que se alejan de lo que vemos en las pantallas, un cine de superhéroes lastrado por lo repetitivo y lo reiterativo de una fórmula que, salvo que el Dr. Muerte lo arregle, está en franca decadencia.
Empezamos por “Escape”
del por aquí idolatrado Rick Remender, acompañado a los lápices por el
murciano Daniel Acuña. Sólo un número, pero vaya número. Espectacular
relato de guerra protagonizado por animales antropomorfos, perros, gatos y un
oso enfrentados a un ejército de murciélagos. Discusión filosófica, acción y
drama bélico del más alto nivel cierran un primer episodio que promete mucho.
Si sigue así, estamos ante un espectáculo narrativo.
Continuamos con Hyde
Street. Gente como Geoff Johns ya tienen el culo pelado y se pueden
permitir patinazos como el guion de la horrenda segunda parte de Wonder
Woman en la gran pantalla, una demostración de que incluso el carisma de Pedro
Pascal puede tirarse por el sumidero. Sin embargo, en Hyde Street, Johns
no se complica. Historias de terror sencillas y unos personajes suficientemente
llamativos como para enganchar al lector en las breves tramas que transcurren
en una calle que atrae a lo peor de esta sociedad. No aburre y cada episodio es
diferente sin bajar nunca el pistón.
Camino a Gotham,
nos encontramos con la nueva versión del Hombre Murciélago de Scott Snyder.
Sin parentesco conocido con Zack “El Chapuzas” Snyder, el otrora creador
de American Vampire le da una vuelta a la mitología de Batman y asociados.
No cae en los errores de otros creadores y de momento el Joker sólo asoma la
patita dejando sitio al resto del elenco de excepcionales personajes que
pueblan las aventuras de Bruce Wayne. En estas historias, Batman se enfrentará
a versiones parecidas, pero no similares de Mr. Freeze o Bane. La evolución del
Hombre Murciélago de estas historias lo aleja paulatinamente del retrato que
tenemos de dicho personaje y se hace impensable imaginarse a un Robin en el
horizonte. Más oscuro y enloquecido de lo habitual, se agradece un nuevo
acercamiento a esta leyenda del tebeo.
Quizá no perfecto, pero sí novedoso e interesante resulta Past Time, historia sobre béisbol y vampiros de la mano de autores desconocidos para mí. Joe Harris y Russell Olson nos llevan a unos Estados Unidos pretéritos y nos lanzan una historia acerca de la gran pasión americana por un deporte que, reconozcámoslo sin tapujos, es lo más aburrido que existe. Sin embargo, Past Time cuenta una historia interesante trufada de detalles realistas que engarzan con la parte más fantástica de la misma. No es redonda y termina de manera abrupta, pero merece la pena.
Geiger y Redcoat siguen manteniendo el nivel. Los tebeos de Image siguen siendo la esperanza de encontrar algo original en las estanterías, aunque sea a manos de gente con muchos años a la espalda en la industria de la viñeta. Las andanzas de Simon Pure, Tariq y Barney van camino de cruzarse en un final explosivo. Mientras llega dicho final, sus aventuras en mundos desolados por la radiación y esa América patrullada por fuerzas desconocidas y mitológicas, nos muestran cómics muy entretenidos y emocionantes. Sencillos, pero más que correctos.
Transformers sigue siendo mi tebeo mensual. Ese que compro sin pensarlo dos veces.
No baja el nivel y sigue entregando, número tras número, historias absolutamente
redondas que nos acercan a unos personajes robóticos mucho más realistas de lo
que han sido nunca. Las andanzas de Optimus Prime, Megatron, Soundwave y los humanos
afectados por sus batallas cobran vida de manera brutal y eficaz, siempre
mostrando el devastador efecto de estas poderosas máquinas de guerra, sin
apartar la mirada del campo de batalla, pero sin olvidar que, detrás de cada
enfrentamiento hay personajes con algo que contar. Todos los premios Eisner
acumulados por sus autores son merecidos.
Buenos tebeos,
engeneral que nos alejan, como digo, de la mediocridad del superhéroe en
pantalla. Los Thunderbolts es una buena película, al igual que Superman,
pero llega un momento en el que se hace imposible distinguir un personaje del
siguiente y parece que no hay consecuencias reales de nada de lo que ocurre en
pantalla, dando igual que el mundo se parta en dos o que el Vigía acabe con
medio Manhattan. Se necesita un lavado de cara o una vuelta a la épica, pero sobre
todo un acercamiento a lo que hace especial a cada personaje. El tiempo dirá.
Mientras tanto, lean, disfruten, coleccionen y viajen, viñeta tras viñeta, a
estas historias. Merece la pena.
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