martes, 2 de junio de 2020

ESTADOS UNIDOS. JUNIO DE 2020



El otro día, me comentaba un buen amigo que se alegraba de que sus hijas fuesen de piel clara para que así tuviesen una buena vida. Esta frase de un alegre habitante de Buffalo, al que yo definiría por su pasión por el Manchester United y los New York Rangers pero que cada día se enfrenta con un mundo que le ve por el color de su piel, es lo más triste que he escuchado recientemente. Así que creo que los sucesos que acontecen estos días en la nación que se jacta de ser la líder del mundo libre merecen, cuanto menos, una breve reflexión.

La muerte de George Floyd a manos de la policía de Minnesota no es más que otro eslabón en la cadena de sucesos lamentables que se vienen sucediendo en este país desde hace muchos años. Muchos informes se están centrando en la rama político-social del tema y analizan con detalle la respuesta o la falta de la misma del presidente Trump. Sin embargo, y sin defender en ningún momento la figura del actual ocupante de la Casa Blanca, es evidente que los problemas de brutalidad policial y de desigualdades raciales en territorio norteamericano son algo que viene de lejos.

En Julio de 2014, Eric Garner moría en las calles de Staten Island, asfixiado por los policías que le detenían y que luego saldrían del paso sin mayores problemas. En 2014 la Casa Blanca la ocupaba Obama. Tanto él como el gobernador Cuomo lamentaron estar ante un gran problema de los Estados Unidos, pero no remediaron este tipo de situaciones. De alguna manera, ni gobernadores ni presidentes parecen ser capaces de solucionar este problema. A un malpensado como yo le parece que tanto gobernadores como presidentes están más centrados en utilizar estos eventos políticamente que en evitar que se repitan.

Podemos juzgar que Trump no está respondiendo de manera adecuada y sería verdad. Sin embargo, desde el punto de vista de un presidente en busca de reelección, su respuesta es la más acertada. Trump sabe que Estados Unidos es un país segregado y separado. Un país en el que contentar a un grupo social supone enfadar a alguno de los otros. El presidente sabe a qué jugar y que cartas mostrar porque conoce a su electorado. Es por ello que arrima la cerilla al bidón de gasolina. Contentar a un grupo de votantes acusando a estas manifestaciones de disturbios de socialistas, comunistas y vándalos de diverso pelaje es retrotraerse a los peores momentos del McCarthysmo más duro. Aquel en el que cualquiera podía denunciar a su vecino por comunista y traerle la ruina. Ahora, y siempre, en Estados Unidos han existido bandos y Donald, ignorante supino pero conocedor de su gente, se aprovecha y prende la mecha para que esto siga ardiendo el mayor tiempo posible.

Pero antes que este sinvergüenza, otros pudieron hacer algo y nunca lo hicieron. Y la gente estadounidense sigue apoyando su segregación y aceptándola como algo natural. Por ello existen barrios judíos, latinos, negros, blancos y chinos. Por eso en determinadas universidades es más habitual encontrar estudiantes de Sri Lanka que negros. Estados Unidos funciona así y no va a cambiar. Viviremos estas revueltas un tiempo hasta que todo pase y nadie se acuerde. Y Trump volverá a ganar salvo que la economía siga sin despegar. Y si no gana, otro vendrá que nada hará. Es así. Y no es culpa de Donald, Barack, George W., o la santísima concepción. Estos señores han llegado allí con el voto de la gente y se han mantenido allí con el apoyo de la gente. Poco ha cambiado y el país de los valientes sigue viviendo en base al miedo. Por un lado, el policía que está a la espera de que el conductor al que ha dado el alto por saltarse un stop vaya armado. Por parte del conductor, el saberse del color equivocado y temer por su vida. El miedo, la gasolina barata y el Wal-Mart abierto son los ejes de la sociedad americana.  Y todo seguirá su camino cuando la muerte de George Floyd quede en el retrovisor. 

4 comentarios:

  1. Amén, Adolfo. Me asombra la buena prensa que tiene Obama cuando ¿qué es lo que hizo? Nada de lo que prometía(aquel Premio Nobel de la Paz que le concedieron cuando mandaba drones a matar gente a Irak fue surrealista). Claro que comparándolo con este lunático(que de tonto no tiene un pelo, aunque lo parezca) parece todo un líder. Aquello de "Otro vendrá que bueno me hará".
    ¿Y cómo ves por ahí la gestión de la crisis del Coronavirus? Es un tema complejísimo de gestionar, eso está claro, pero aquí la chapuza y los mensajes contradictorios mandan desde el primer día. Los políticos de uno y otro signo(al final, todos iguales)se están retratando.

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    1. Amigo Iker, yo desde aquí, la gestión del coronavirus en España la veo con envidia. Esta pandemia es un tema científico y aquí, los científicos, hemos fracasado como perros. Inmunólogos, epidemiólogos, virólogos… todos de prestigio, no se ponen de acuerdo en nada. Nos dijeron que no era nada, que lo era todo, que máscara sí, que máscara no. Solo hay que ver los estudios de la dichosa hidroxicloroquina. Raoult hace un artículo chapucero diciendo que es la cura definitiva y se convierte en un icono científico. Después, múltiples artículos pequeños dicen que la hidroxi nanay de la China. Ahora salen dos artículos gigantescos en Lancet y NEJM diciendo que la cloroquina caca de la vaca y resulta que tienen datos más falsos que los del artículo original. Un delirio. Y de la vacuna no pienso ni hablar. Bastante han hecho los accionistas de Moderna vendiendo sus acciones a precio de oro tras anunciar que la tenían cerca. Una vacuna no sale de hoy pa mañana salvo milagro.
      Y la gestión española bien en su mayoría. No tenían ni idea de qué iba a pasar, como todo el mundo. Han hecho lo que han podido. Ahora es cuando tienen que demostrar, recuperando la economía y preparándose para una posible siguiente ronda del covid, que saben hacer su trabajo. Quieren ponernos el ejemplo de lo bien que lo hizo New Zealand pero somos españoles, coño. Si Sánchez va el 6 de marzo al congreso, sube ahí y dice “ni toros, ni fútbol, ni misas, ni manifas, ni mítines, ni cines, ni bares, ni ostias, que llevamos 5 muertos. Se cierra el país”. Lo toman por loco. Fíjate que llevamos con la mierda del 8M al hombro como si fuese el eje del mal. Una manifestación que se dio por ser el día INTERNACIONAL de la mujer, y por tanto se produjo en múltiples países. Nadie se queja. Solo en España donde los políticos, en medio de una pandemia siguen con franquismos, etarras y bolivarianos.
      Así que no me quejo de España. Podría ser mejor y muchísimo peor. Ahora tienen que levantarlo. Y la economía no se levanta sola y menos con palos en las ruedas. Era un buen momento para que el congreso remase unido hacia adelante pero no se va a dar.
      Toma rollo.

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    2. De hecho, era "El Momento", momento de dejar intereses de los partidos y mirar por el bien común. de nuevo, gran decepción y constatación de la escasa humanidad de nuestros gobernantes.

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    3. Amigo Íker, no sé si estarás de acuerdo, pero yo soy de los que piensa que la clase política refleja en muchas maneras a la sociedad a la que representa. Trump, Bolsonaro, Iglesias, Johnson, y demás no están ahí porque hayan salido de debajo de una mata. Guste más o menos, Abascal representa las ideas y comportamientos de millones de personas, y eso es una realidad que hay que constatar.

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