PARQUE JURÁSICO Y EL CORONAVIRUS.

Inocente como era y soy, para mí ver Parque Jurásico en el cine fue una epifanía. Me abrió la mente a la idea de dedicarme a esto de la ciencia. Puede que por las razones equivocadas. Como adolescente, la idea de clonar un dinosaurio me parecía más interesante que la de luchar contra la artritis. Todavía me lo parece, pero no se lo digan a nadie. 

 

No admite comparación

Más allá de mi estupidez autoinmune, Parque Jurásico es una gran película y eso, amigos míos, es innegable. Más aún. La escena inicial de esta obra de arte es una demostración narrativa espectacular de parte del señor Spielberg. Una introducción a lo incontrolable de la naturaleza. Una demostración de que, como más tarde añadiría el doctor Ian Malcolm, la vida se abre camino. Y de alguna manera, esta escena introductoria le sirve a un iletrado como yo para explicar mi percepción acerca de cómo se está gestionando la expansión de este coronavirus que tiene al mundo en jaque. Vayamos poco a poco saltando de la pantalla al mundo real por doloroso que resulte salirse de un mundo donde los dinosaurios campan a sus anchas a otro donde no lo hacen.

 

Los dinosaurios no campan, son otro tipo de animal salvaje

Al comienzo de la película, Robert Muldoon, avezado cazador y guardia del parque, espera con firmeza la llegada de un elemento claramente peligroso. La gente que le rodea, en su mayoría hispanoparlantes al estar la isla localizada en territorio costarricense, espera órdenes. Su miedo es evidente. Sin embargo y sin dudar, acuden a la llamada de Muldoon y se hacen cargo de la mortal mercancía que llega al parque. Armados con porras eléctricas y todo lo que consideran necesario para combatir aquello que se encuentra dentro de la monstruosa caja que acaban de recibir, existe el temor de que nada sea suficiente. Sin embargo, todos acuden presto a ejercer su función e introducir al nuevo terópodo dromeosáurido en el parque.

 

Esta es la cara de alguien que sabe que su trabajo es una mierda aunque el casco sea muy guay

Nosotros, en este mundo sin raptores, T-Rex o hermosos dimetrodones, nos enfrentamos a un enemigo más pequeño, pero lo hacemos de igual modo. A ciegas, armados con una tecnología que no comprendemos completamente y bajo el mando de alguien al que creemos preparado, pero que no es infalible. Cuando el bicho llega, suponemos que todo está bajo control, pero de pronto, el dinosaurio sale por peteneras y, en lugar de avanzar a su confinamiento, arremete contra la jaula ¿Saben quién es el que cae primero? No es el que está ladrando órdenes. Las primeras bajas son aquellas consideradas plausibles o esperables. Uno de los obreros cae devorado por el saurio y, aunque Muldoon, un líder de verdad, de los de película, salta inmediatamente en ayuda de su subalterno, nada puede hacer por salvarle.

 

El dimetrodon, mi dinosaurio favorito del periodo Pérmico

Lo realista de la película y lo fantástico de este mundo real es que, a Jon Hammond, dueño del parque, le tira básicamente de los cojones lo que pasa. No quiero ser soez, pero es así. Los dinosaurios son peligrosos y Hammond lo sabe. El problema es que el Hammond de ficción o el que mande en nuestro mundo sin estegosáuridos ni ceratópsidos (gracias padres por haberme llenado la estantería de libros de dinosaurios, como podéis ver, de algo sirvió) va a poner la seguridad del obrero que se sube a la jaula por detrás del beneficio económico.

Colección completa tuve

Por eso la escena inicial de Parque Jurásico es tan buena. Es un reflejo de la película y de la vida. Ya se nos dice que, pese a todo el control que se plantee la cosa va a ir mal. Ya se ve venir de lejos. Muldoon se da cuenta y aprende de su error. El problema es que Muldoon es un asalariado de alto rango que no pinta un pimiento en la trama cuando el caos se desata. Hammond sabe que todo va a ir mal. El muy mamón se pasa media película diciendo que no ha escatimado en gastos y, sin embargo, a Dennis Nedry no le paga lo que pide porque entiende que no lo merece. Es una putada que, oh sorpresa, el parque no funciona cuando Nedry se las pira y no hay ni un solo alma en la isla (Ni siquiera Samuel L. Jackson) capaz de realizar la labor del infravalorado informático gordito.

Nedry no era trigo limpio, no vamos a mentir

Conclusión. Todo el mundo sabía que el asunto iba a salir mal desde que empezó, incluso el jefe máximo. No había manera de controlar al bicho. No hay suficientes personas cualificadas para controlar la situación y las que están cualificadas están infrapagadas o minusvaloradas. No existía un solo escenario en el que el parque fuese a funcionar bien y, sin embargo, el que manda tira para adelante hasta que ya es tarde. No sé, llámenme loco, pero veo paralelismos con lo que nos pasa hoy en día. Al final Hammond cierra el tenderete cuando ya no hay vuelta atrás. En España se tomaron su tiempo. Aquí en Estados Unidos, nuestro estimado presidente despidió hace tiempo al equipo de respuesta contra pandemias y, preguntado al respecto respondió:

• Yo no lo hice, tenemos un grupo de gente que pudo…Puedo preguntar quién lo hizo. Es mi equipo de gobierno, pero le puedo preguntar a Tony (Tony Fauci, inmunólogo que no sabe nada de este asunto, pero se convierte en cabeza de turco), yo no sé nada. Tú dices que lo hicimos, pero yo no sé nada.

• (Cuando le preguntan si no sabe cómo tuvo lugar la reorganización de determinadas administraciones). Es el gobierno. A lo mejor ellos lo hicieron. Ya sabes que se deja a la gente irse. Tú antes trabajabas en un medio y ahora en otro. Estas cosas pasan (Trump corta el micrófono a la periodista).

• Estamos haciendo un gran trabajo (El plural mayestático se usa cuando un tío lleva media hora diciendo que otros hicieron el trabajo del que él no tiene ni idea).

Hay gente que no acepta la responsabilidad de sus actos

Será cosa mía, pero yo creo que el señor Donald se hace cargo de Parque Jurásico y a los dos días los T- Rex se fugan nadando estilo mariposa en dirección a prados más verdes. Todo pasará. El aislamiento parece esencial en este momento. Puede que no funcione tan bien como en otras partes, pero es difícil extrapolar técnicas que funcionan en Singapur o Corea porque, aceptémoslo, no todos somos coreanos o ¿singapureños? ¿singapurenses? Además, ellos estaban sobre aviso. El dinosaurio ya les había llegado en forma de SARS, ya le habían visto los dientes al bicho y aprendieron la lección, que es lo más difícil. Fíjense que, después del desastre que fue Parque Jurásico, años más tarde volvieron a abrir el parque (Jurassic World) y ¿qué pasó? No lo recuerdo del todo porque la peli era una mierda, pero creo que no acababa bien. Veremos si en unos años tenemos un reboot de lo que estamos viviendo en este nuestro mundo con coronavirus y sin pteranodones. Esperemos estar mejor preparados para entonces. Por lo pronto, Parque Jurásico es la película recomendada de hoy.