ESCUADRÓN SUICIDA

Vamos a empezar siendo claros. Me ha gustado el "Escuadrón suicida".

Cada día estoy más convencido que, en el mundo de las adaptaciones del cómic al cine, el mayor error que se puede cometer es tratar de inventar la pólvora o dotar de una transcendencia salvaje a aquello que vemos en pantalla. Lo sencillo puede ser bueno pero no te tiene que tomar por estúpido, léase la segunda parte de los Vengadores o las últimas películas sobre Spider-man. Lo complejo, dentro de unos límites, está bien si detrás hay un talento como el de Nolan o una historia potente diseñada por Brubaker. Sin embargo si te columpias contando quince mil historias y lías la madeja hasta que nada importe, te puedes encontrar con el último pastiche de la Patrulla X o ese batacazo que es "Batman v Superman".

¡Buena peli, pardiez!

Sin embargo David Ayer, que me parece un director correctito con un gusto por lo macarra (la mitad del elenco va en chándal y cubierto de tatuajes), ha decidido no columpiarse. Una historia de andar por casa, personajes con carisma y una excelente banda sonora. Si lo primero funcionó con "Deadpool" y lo último con los "Guardianes de la galaxia", la mitad del trabajo ya estaba hecho. La trama es casi estándar, y siguiendo los patrones del cine convencional palomitero, los personajes principales (Deadshot, Harley, Weller y el Diablo) están definidos mientras que el resto son carne de cañón. Los malos son simples masillas venidas directamente del set de los Power Rangers, una tradición instaurada con la primera película de los Vengadores y que se ha venido manteniendo en cada pelea grupal de superhéroes contra ejércitos enemigos. Algo así como los clásicos Beat´em up que llenaban las salas de videojuegos años atrás.

No molaban ni nada estos juegos, pero acababas de Andore hasta las orejas

Con todo ello no entiendo las críticas brutales a esta película. No es una obra de arte. Escasa películas de superhéroes podrían ser consideradas buenas películas. Quizá las segundas partes del Spidey de Raimi, el Capi de los Russo y el Batman de Nolan. Se habla de que se enfoca más el culo de Harley Quinn que su cara y no es cierto. Que la trama es confusa es falso también, porque es lineal hasta el máximo. Que es oscura, dicen en los mentideros de internet. Pues no lo es más que el 90% del cine actual.

Vamos, que no esperen ustedes una obra magnánima, pero tampoco un horror estrepitoso. En el lado bueno, para mí, están las chicas. Amanda Weller se come con patatas a su contrapartida tuerta del universo Marvel. Decidida, inteligente, con clase y despiadada. El personaje solo falla cuando muestra terror ante la Encantadora, algo que creo que no pasaría nunca en las viñetas. La Encantadora, por su parte, no está mal. Es un villano arquetípico pero su diseño está bien hecho y  una de sus transformaciones es hermosa de ver. Harley es uno de los ejes de la película y Margot Robbie da el pego perfectamente porque es un clon joven de Jaime Pressly, la Harley ideal si se me permite. Aún más loca y el doble de atlética. La pena es que parece que con 39 años ya eres historia para Hollywood.

Parecidos razonables

En el lado malo, personalmente, dos personajes. Killer Croc no debería ser contemplado como un mero montón de músculo. Es un personaje con carácter y algunas historias que sacan a la luz su trama personal de monstruo maltratado han mostrado que hay mucho que hacer con el bueno de Waylon Jones. Aquí es un poco aquel Bane interpretado por Jeep Swenson en la innombrable "Batman y Robin". Habla poco y gruñe demasiado. Eso es lo malo. En lo muy malo, y esto es un tema personal, está el Joker.

Jeep Swenson, el hombre que tenía un bíceps hasta en el cráneo.

Creo, y lo digo sin tapujos, que el Joker que narraron en su comic homónimo Azarello y Bermejo es una mierda. La historia está bien pero no es una historia sobre el Joker. Es otro personaje. Ese Joker violador, drogadicto y llorón es una burla y una broma. Y si me tiran de la lengua diré que los autores se pasaron por el forro toda la dignidad de otros grandes personajes como Dent o Cobblepot para ponerlos al servicio de un Joker cutre. Aquí, Ayer y Leto, ramplón director y excelente actor respectivamente, se acercan más a esta versión choni del Joker que a cualquier otra, habiendo muchas disponibles. Y sinceramente, pese al esfuerzo, pese al intento, ese no es el Joker. Es un tipo ridículo, poco amenazante y una especie de matón callejero con un subalterno que le hace todo el trabajo (algo impensable para cualquiera menos para Ayer y para Tim Burton). Más aun. La relación Joker/Harley no es la que debería ser. Harley es una mujer maltratada y rendida a ese maltrato. El Joker la quiere como posesión pero la aprecia en la misma medida que a uno más de sus juguetes. Romper esa dependencia y colocar al Joker como alguien capaz de sentir amor es un error enorme. Es como en la segunda temporada de "Daredevil". Es cierto que Frank Castle empieza su vendetta personal contra la mafia neoyorquina tras su pérdida familiar, pero vendernos un Castigador que parlotea y llora es una vergüenza. Frank Castle es un psicópata al que le corre la matanza por las venas. A ver si en su serie se soluciona.

Patético

Volviendo al Escuadrón hay que hablar del final. Con happy ending. Un error, pero sabemos a lo que venimos. Y hemos venido a pasar el rato y evadirnos. Con los muchachos del Escuadrón suicida se puede conseguir. Hasta parece que Jai Courtney es un ser humano capaz de interpretar.

Jai demuestra que tiene expresiones faciales. Nivelón

De todas formas espero que Ben Affleck arregle el desaguisado que tiene en lo referente a Bat-villanos en su película. Si se va a centrar en el asilo Arkham falta le hará. 

Arkham Asylum. El primer comic de Batman que leí en mi vida