Y DISNEY SE HIZO ¿WOKE?

No sé qué es el “wokismo”. Supongo que un huevo colgando y otro lo mismo. Para otros, parece un tema fundamental. Hoy por hoy, parece que a mucha gente le llama la atención sentarse ante su pantalla amiga y que aparezcan negros, mujeres, homosexuales o incluso mujeres negras y homosexuales. Echan de menos los tiempos en los que humoristas hacían chistes sobre mariquitas tartajas. Yo también echo de menos aquellos días, más que nada porque tenía treinta años menos y todo era más bonito al tener toda la vida por delante, no me dolían las rodillas todo el tiempo y no tenía que trabajar el lunes. Cualquiera en su sano juicio cambiaría las libertades de otro por volver a una vida con cero responsabilidades y de felicidad plena. Quizá ahí esté el problema.

Megatron es trans. Antes se llamaba Loretta y tenía una panadería en Chueca.

Ahora, veo quejas por doquier de que no se puede hacer humor ni pelis ni cosas buenas, pero buenas de verdad. Aparecen protestas a la Pablo Motos, que no ha hecho humor en su vida, sobre los límites de la conversación o la creatividad a la hora de hacer comedia. Protestas sinceras, honestas, pero creo que estos muchachos que farfullan sobre el buenismo de la sociedad, y más específicamente de la comedia, no han escuchado o seguido recientemente a Jim Jefferies, Dave Chapelle, Jimmy Carr o Ricky Gervais, comediantes capaces de reírse con el asesinato de la mujer de Pistorius o de cualquier barbaridad inimaginable. El humor sigue ahí. Lo que ha bajado es la calidad. Eddie Murphy no puede hacer Raw otra vez porque Eddie Murphy está acabado y Eddie Murphy lo sabe. Por eso lleva haciendo comedietas de mierda varias décadas, porque ya no tiene talento para otra cosa y tiende a rodearse de gente sin talento para otra cosa. Y Eddie fue muy grande, grandísimo. Uno de los mejores humoristas del planeta y su “Kill the Whitepeople” en SNL es uno de los mejores gags jamás vistos en el programa ¿Podría hacerse hoy en día el mismo gag? Claro, que podría. Sólo hay que ver a Colin Jost y Michael Che intercambiar chistes. No llega al mismo nivel, porque ni Jost ni Che están a la altura del mejor Murphy, pero tiene su punto. Claro que, si sólo quieres centrar tu frustración en lo de que no hay libertad y en la persecución del hombre blanco heterosexual por las legiones de mujeres lesbianas negras, es fácil cerrar los ojos, apretar el culo y decir que todo va mal. Pensándolo bien, imaginen que Murphy vuelve a SNL a interpretar a Tyrone Green mientras canta que maten al hombre blanco. Legiones de buenistas de derechas se sentirían tan ofendiditos que dejarían de respirar por el ataque a su dignidad. Quizá no sea tan mala idea.

Así que, vayamos con una dosis irreal de realidad. Vean aquí debajo la denostada escena de Peter Parker danzando por Nueva York en Spider-man 3. Nueva York tiene un 30% de población blanca. Cuenten cuantos negros salen en dicha escena. De las tres o cuatro que veo, una parece ser pelirroja, porque en Marvel ser pelirroja es casi obligatorio ¿Gordos en América? No, gracias ¿Latinos? Para qué, hay asiáticos que vienen a ser lo mismo. Nadie ve ningún problema con la irrealidad racial de la escena porque a nadie le importa ¿Han visto malos negros o latinos en los tebeos? Pocos. Cuando Daredevil reparte candela por Hell´s Kitchen, salvo Turk, casi todos los delincuentes son blancos porque casi todo el crimen de Gotham y Nueva York es blanco en las viñetas. Es un racismo raro donde, con tal de no ver mulatos o hispanos, nos parece bien que se trate a todo hombre blanco como criminal. 

Sigamos por el mundo de la viñeta en pantalla. Bane, nacido en Santa Prisca, isla inventada en el Caribe, es hijo de un Sir Inglés y una lugareña. Vamos, que Bane es mestizo. En los cómics, crece en la prisión, de Peña Duro donde desarrolla su temible físico y capacidad de lucha. Todo bien, así que es hora de llevarlo a pantalla y lo interpreta Tom Hardy, blanco 100% y que mide lo mismo que yo, así que cero problemas. Ra´s Al Ghul, berebere de origen en las viñetas resulta irlandés de adopción en la pantalla. Su hija en las películas es francesa, por cierto, pero qué más da. Selina Kyle ha sido rubia o morena, pero siempre blanca. No cuento a Eartha Kitt como Catwoman porque en el Batman de los sesenta Bruce Wayne estaba chichoso y el Joker lucía bigotazo y por ahí no paso. Una cosa es ser abierto de mente y otra tolerar que Batman tenga tetillas de señor mayor. Llega el papel a Zoe Kravitz y algunos se preguntan qué pinta esa mulata haciendo de villana de Batman. Sin embargo, en los tebeos se nos cuenta que Selina es hija de un siciliano y una cubana. No son los sicilianos los más rubios de los italianos ni los cubanos los más oscuros de los caribeños, pero dudo mucho que la hija imaginaria de Chazz Palmintieri y Celia Cruz saliera como Michelle Pfeiffer. Luego Gordon es negro y la gente enloquece porque claro, todos sabemos que Gordon es descendiente de escoceses y por tanto… ah, no, que es porque les jode ver negros en las pelis. Perdón, ¿en que estaría yo pensando?

La madre de Selina es claramente una lapona rubia y de ojos azules

Abandonemos las páginas llevadas al cine y vayamos al cine histórico, a las biografías o similares. Evidentemente, ver a Mónica Bellucci haciendo de María Magdalena mete miedo ¿Se imaginan a Mónica en la Judea del año 33 después de Cristo? Les sacaría una cabeza a todos y, además del color de la piel, sería la única con dientes de toda la aldea. Que Christian Bale sea Moisés y Joel Edgerton interprete a Ramsés no le importa a nadie. Los egipcios de aquella eran gente blanca de bien ¿Ben Affleck haciendo del hijo de un latino y una italiana en Argo? Nada, no pasa nada. Henk Rogers pasando de hindú a blanco en la peli de Tetris, todo bien. Coño, si Jake Gyllenhaal protagonizó una película llamada “El Príncipe de Persia” con Gemma Arterton. Ambos son persas de esos lechosos que parecen haber nacido en Glasgow y a todos nos da igual. Hasta salía Alfred Molina. Pero, una ¿Sirenita negra? Por ahí no paso. La Sirenita es pelirroja y los negros no pueden ser pelirrojos. Eso me saca de la realidad de la película sobre una mujer medio pez y su padre, el rey de los mares. Negras pelirrojas en Marvel, ya se lo he dicho.

¿Era John Wayne Mongol?

Si la peli es buena, si el guion funciona, si la interpretación es apropiada, que Halle Berry interprete a Hulk Hogan no debiera ser el problema. Quizá no es la mejor elección de reparto, pero eh, nadie se quejó cuando Robert Downey Jr. fue anunciado para interpretar un personaje del Este europeo de ascendencia gitana como el Doctor Muerte. Porque claro, los gitanos de Marvel son blancos. Doom, Pietro Maximoff, coño, hasta la Bruja Escarlata. De hecho, la Bruja es pelirroja y pechugona y eso está bien. No es woke porque woke es lo que me molesta y lo que me molesta es que en la pantalla no salga gente como yo. Pues vayan al vídeo del principio, el de Peter Parker bailando. Si alguno de ustedes vive en una región donde todas sus habitantes son modelos de talla fina, que levanten la mano ¿A que no hay este ganao en Vallecas o la Barceloneta o Brooklyn o Stratford? El problema no es que salga o no gente como ustedes, es que a ustedes les gustaría ser como los que salen en pantalla. Les gustaría ser así y vivir así y creer que son como Henry Cavill y que se pueden ligar a Jessica Alba. Perdón, a Jessica Alba no, que tiene herencia latina, india y no sé qué más. Además, hizo de Susan Storm que era blanca y Johnny Storm fue negro una vez y el mundo se va a acabar porque ya nadie respeta mi derecho a no ver otras razas en la tele malditos comunistas todos. Yo quiero blancos que se enamoran de blancas. Lo que no quiero es que el personaje sea homosexual. Eso me confunde porque los homosexuales están bien cuando te puedes reír de ellos y contar chistes de mariquitas, pero si son homosexuales fuertes y serios, ¿qué va a ser de mí?

Reed latino, Silver Surfer mujer...mucha gente sin empleo ahora tiene problemas de verdad

Yo, por mi parte, no tengo problema en ver a personajes homosexuales, bisexuales, negros, blancos o mediopensionistas. No me importaría que John Wick sea del Oviedo, que Dutch sea republicano, que McClane sea homófobo o que Bruce Wayne le dé al fentanilo. Mientras la historia sea buena me da igual. Estoy abierto a todo y no me genera ningún sonrojo porque me importa un huevo. Yo soy de esa generación que creció viendo parejas homosexuales interraciales como Mac y Blane en Depredador. Soy de una época donde las mujeres duras proliferaban. Ripley eliminaba Aliens, Sarah Connor combatía el fin del mundo y Esperanza Aguirre dirigía con mano de hierro la Comunidad de Madrid. Coño, mi Kingpin fue negro y no se nos cayeron los anillos. Lo que no soporto es que me vendan que Disney o Amazon son woke cuando son máquinas de hacer dinero y punto pelota. Poner sólo blancos heteros ya no es la única manera de ganar pasta porque hay otros que también pagan y, en este loco mundo, un negro puede tener Netflix y esperar ver personajes negros. Por cierto. El Profundo, personaje de la muy ¿Woke? Serie de “The Boys” es negro en los tebeos. Amazon, empresa conocida por su comunismo extremo, decidió cambiarlo de color, algo que no parece importunar a la pléyade de catetos que se ofendieron cuando el Patriota se empezó a parecer a Trump. No les importuna porque que sea blanco está bien y calma sus corazones hartos de ver como sufren una injusticia social. Sus razones tendrán. A mí que Harvey Dent o el Dr. Muerte sean bisexuales irlandeses me tira de ahí abajo. Lo que me dolió de verdad fue ver a Tommy Lee Jones hacer el payaso en Batman Forever dónde, lo dejo ahí, salen tres negros mal contaos, ni un homosexual a la vista y cero lesbianas comunistas. Debe ser un peliculón. Corran a verlo.

Arggh, un mundo imaginario lleno de mujeres y gente de otras razas!!!