domingo, 21 de abril de 2024

SESIÓN DE CINE 2024: CIVIL WAR Y ABIGAIL

 


Sólo había visto una película de Alex Garland, “Annihilation”, y reconozco que me pareció una nadería. Sin embargo, el tráiler de “Civil War” me tenía enganchado. Es cierto que combina varios intereses propios como pueden ser el cine de acción, la situación política y social estadounidense y la presencia de ese monstruo de la pantalla que es Jesse Plemons. Jesse es la versión poco agraciada físicamente pero sobradamente cualificada de Matt Damon y tiene a sus espaldas una carrera plagada de buenas películas y excelente televisión.
Jesse a punto de cenar cachorrito a la plancha

Así que nos fuimos al cine a verla. Me pasa que, de un tiempo a esta parte, los sitios oscuros y cerrados me generan cierta angustia. Esto viene de mi actual trabajo donde paso las horas en laboratorios subterráneos y oficinas sin apenas luz natural. Así que me es habitual ponerme un poco nervioso en las salas de cine, que no en los teatros, donde la luz desaparece y el ruido me envuelve.  Pero con “Civil War” fue diferente. La película es tensa, dura y sin concesiones. Sigue las andanzas de unos reporteros de guerra que avanzan por el Este de los Estados Unidos en busca de entrevistar a un presidente norteamericano acorralado tras el alzamiento de la fuerza conjunta de Texas y California. Hay varias cosas de esta película que la convierten en muy atractiva. Principalmente, la presencia constante de un enemigo desconocido. Los periodistas parecen más cercanos a las fuerzas sublevadas que al ejercito estadounidense, pero existen momentos en los que no queda claro si estamos presenciando las acciones de uno u otro bando. El caso más particular es el de la ya famosa escena con Jesse Plemons en la que poco conocemos, aunque intuimos, acerca de su particular postura en el conflicto.
Pregunta con mala respuesta digas lo que digas

Así que llegamos a los últimos minutos de película, con nuestros personajes en Washington DC buscando al presidente y mi mujer me pregunta:” ¿Estás bien?” Llevo un rato removiéndome en mi butaca y nervioso y para cuando los sublevados comienzan a tomar la capital, el caos se desata y la acción más inesperada y descarnada sucede en pantalla. No es una película política ni pretende serlo. No hay un “demócratas contra republicanos” ni lo plantea de lejos. Es un thriller de acción excelente con una temática atrevida y con eso basta y sobra. Muy recomendable.

 

Esa es mi pose cuando veo partidos del Sporting

Por su parte, "Abigail" viene a ser como “Sólo en Casa” pero con hectolitros de sangre. Unos delincuentes son seleccionados “al azar” para secuestrar a una niña y mantenerla en una casa segura por un tiempo hasta que llegue un rescate. Sólo que el azar no es tan azaroso y la niña tiene cientos de años de experiencia picando carne y un papá de tendencias culinarias similares y un lugar privilegiado dentro del mundo del crimen. Al final, los malos tendrán que correr por su vida mientras una muchacha prepuberal en tutú les va dando caza. Película con guion simple y rodada con brío. No se pide más que pasar un buen rato y eso es lo que da. Todos los personajes tienen un lado oscuro, con lo cual es interesante verlos combatir a una niña vampiro de diferentes maneras, pasando por la fuerza bruta, llegando a la negociación o simplemente chillando como cerdos mientras corren escaleras abajo. Mención especial merece la pequeña protagonista, Alisha Weir, que salta desde el musical de “Matilda” a esta peli de decapitaciones y desmembramientos asumiendo con total naturalidad un rol que le permite pasar de niñita desvalida a monstruo en segundos. Todo ello danzando alegremente entre cadáveres mientras sus rivales se dedican al sano arte de blasfemar y correr por sus vidas. Entretenida.

El nuevo cartel promocional de Ayuso para las elecciones

Vi ambas películas en un cine de Romford, pequeña localidad al este de Londres. Merece la pena hablar de la diferente actitud de los espectadores de ambas películas. Para empezar, no creo que fuéramos más de veinte personas en ninguna de las dos películas. Para concluir, mientras que en “Civil War”, estaba claro que la gente iba a ver la obra en pantalla, en “Abigail” tuvimos en nuestros alrededores varios de esos especímenes que van al cine como el que va de picnic. Mención aparte a la señora que estaba delante de mí y que se comió un bote de aceitunas y una manzana durante la proyección de Abigail. No lo había visto nunca y espero no verlo más.

El lugar natural de las aceitunas es la paella de marisco

2 comentarios:

  1. Me gustó "Civil war", aunque a veces se le nota un poco ese presupuesto de 50 milloncejos que resulta un tanto modesto para una peli de esas características. Tiene varias decisiones de guión un tanto discutibles, diálogos llenos de topicazos y apenas aporta nada nuevo al género(que sería más road-movie malrrollera que cine bélico), pero cuenta por otro lado con muchas virtudes: un elenco entonado donde brillan la joven Cailee Spaney (la nueva Ripley de bolsillo) y Plemmons en su cameo (ya daba escalofríos en "Breaking bad"), un ritmo imparable, una duración ajustada(gracias Garland por no hacer que dure dos horas y media), unos efectos de sonido escalofriantes, una puesta en escena y fotografía destacables...vamos, que no es la obra maestra que nos estaban vendiendo ni mucho menos, pero sí una buena peli de las que ya podría haber más al año.
    Lo de los especímenes en los cines en las películas de terror o de superhéroes es digno de estudio. No respetan unas normas mínimas de educación.

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    Respuestas
    1. El asalto a la casa blanca está rodado con más talento que el 90% del cine de acción de los últimos 20 años. Y que el final sea lo menos azucarado posible es algo que no se ve en el cine estadounidense en mucho tiempo. Yo salí del cine encantado.

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