Existen maravillosas ciudades en el papel de
los mejores comics. Tienes muchas opciones a la hora de elegir. Puedes viajar
en metro hasta la hermosa Neópolis habitada por superhumanos y vigilada por
Toybox y sus compañeros de la comisaría de Top
10. Piénsatelo bien antes de desplazarte a la oscura Gotham con su
vigilante nocturno acechando desde las pesadillas de los criminales, los
cobardes y los supersticiosos. También hay un pueblecito en la Galia que se
resiste a morir bajo el yugo de los invasores. Si te acercas podrás disfrutar
de sus frondosos bosques y fiestas al calor de la hoguera. Por último y pese a su nombre,
viajar a Tirania para deponer al dictador Bruteztrausen y sentar en su lugar a
Rompetechos puede ser maravilloso cuando te acompañan los dos agentes más
eficaces de la T. I. A.
Todos sitios imaginarios. Todos diferentes.
Brillantes, tenebrosos, divertidos. Ahora mis fantasías pasean por Astro City.
Kurt Busiek es un guionista excepcional con
una cualidad que le ha dado el éxito. En Marvels
su objetivo dejó de apuntar a los héroes y villanos y enfocó a un tipo de a
pie. Su pregunta era simple ¿Cómo vive un neoyorquino el encontrarse con un
hombre araña o invasiones Atlántidas? Fue una cuestión tan sencilla y hermosa
que, con Alex Ross a los lápices, Marvels se convirtió en una obra
maestra del noveno arte.
Y me encanta ese estilo. Esa manera de mostrar el lado más fantástico partiendo de la premisa más terrenal me parece una genialidad. Yo
mismo lo he intentado en algunas de las historias colgadas bajo el título de cuentos,
en este mismo blog. He tenido que aceptar que contar buenas historias de esa forma es tan fácil de decir como difícil de realizar.
Busiek nos muestra en Astro City aquello que nadie se atrevió
a contar en un comic y a la vez nos da todo lo que siempre quisimos saber. De forma
simple y genial, asistimos a la misma historia mil veces contada pero narrada
como si fuera la primera vez. Por poner unos ejemplos. El Trapero, genial
ladrón de bancos se dejará atrapar para que su golpe perfecto le reporte la
fama que añora en lugar del dinero que necesita. Steeljack, eterno perdedor con
el rostro de Robert Mitchum y la piel
cubierta de acero, saldrá de la cárcel para pedir perdón y cumplir la ley solo
para descubrir que esa opción se perdió largo tiempo atrás. La pequeña hija de
la versión apócrifa de los 4F que Busiek
coloca en Astro City se escapará
para ser una niña normal capaz de jugar a la rayuela (el cascayu en mi tierra) en lugar de combatir seres extradimensionales.
Historias tan simples como hermosas, tristes
y elegantes ¿Mi favorita? La que tiene lugar en el primer número. El
Samaritano, la visión que Busiek
tiene de Superman, salva al mundo día tras día y cuando se acuesta sueña, como
todos hacemos, con volar. La diferencia es que él puede volar despierto, pero
cuando ser un héroe no es una opción sino un deber, volar se convierte en un
lujo y Samaritano ya no vuela, solo viaja a la velocidad de la luz de un punto
a otro. Así que se acuesta y sueña que no hay límites para surcar el cielo. Una oda a la libertad y al
estrés de la responsabilidad que nos impide alcanzar cotas mayores de felicidad.
Hermosas narraciones. Las hay flojas, como
no, pero es una lectura recomendada. A mí me ha animado a volver a retomar la
redacción de mis pequeñas historias, pero como el Samaritano, el tiempo a
menudo me impide sentarme y dejar que la musa me visite. Es por eso que a veces
viajo a Astro City y sueño que
escribo tan bien como Busiek.
Luego me despierto.
Leí los 6 primeros números hace tiempo y escribí reseña en mi blog en Julio. A mí me encantaron los números 3 y 4, pero en general también opino que es un gran cómic y el Samaritano mola. Ahora están editando los de ECC números nuevos, pero esos todavia no los he leído.
ResponderEliminarLuego busco la reseña. Yo tengo los comics en casa de mis padres en Asturias, pero aquí me los descargo de Howtoarsenio, que tiene el enlace en esta página. Los mejores son los primeros, las cosas como son. Un saludo.
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