La definición de “placer
culpable” es poco clara para mí. Entiendo que hace referencia a ese momento en
que, por poner un ejemplo, decides que, pese a alterar tu figura de forma
irremisible, comerte un litro de helado no tiene nada de malo. Hasta que acabas
y sientes que te quieres morir. De igual manera, a veces ver una película
realmente mala libera endorfinas suficientes como para que disfrutes de la
misma. Hasta que ésta acaba y la cantidad de errores cae por su propio peso.
Es por ello que ayer le hice caso
a uno de esos grandes de la vida capaz de hacer las dos cosas previamente
relatadas. El gran Pol, capaz de
engullir un litro de mouse de fresa pese a la toxicidad del mismo y de ver toda
la saga de “The fast and the furious”
sin romper a llorar.
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Vale, esta escena mola un montón |
Mi mujer y yo nos sentamos frente
a la televisión a ver la última entrega de esta saga de tuneros y policías. A
favor estaba la presencia de Gina Carano
y Dwayne Johnson, más la primera que
el segundo. Gina es una actriz de las
que no existen, una verdadera experta del cine de acción, lo cual queda patente
en sus escenas, en las cuales da la sensación que sería capaz de partir en dos
a Michelle Rodríguez con un solo
gesto. Una vez metidos en harina, las
escenas de persecuciones se mostraron rodadas de manera excelente y en más de
un momento te hacen soltar una exclamación, con lo que, la película no aburre y
no se hace larga, pero…es que en Hollywood tienen cada cosa que es para morirse.
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Yo creo que me da más miedo ella que él |
En la lista de barbaridades
solucionables con una búsqueda en Google, está la aparición de la base de la
OTAN situada en España, más concretamente en la ciudad de Lusitania, la cual,
ahora mismo, no caigo si está en Huesca o en Teruel, y me duele tan mala
memoria, ya que si por algo destaca Lusitania es por ser la ciudad más grande
de España. Solo hay que ver que la persecución final, desarrollada dentro de la
base anteriormente mencionada, transcurre durante veinte minutos por una pista
de aterrizaje. Cálculos aproximados indicarían una longitud mínima de veinte
kilómetros, con lo cual no entiendo la razón de situar Eurovegas en Madrid con
la cantidad de terreno baldío y urbanizable que hay en Lusitania. Cabe
mencionar, que cuando finaliza la persecución se observan, al fondo de la
escena, las señales que indican el fin de pista. Todo sea por dar realismo.
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Cálculos científicos dan esta longitud para la pista mencionada |
Otra vía de aportar dramatismo es
la sensación de abandono de toda ley de la física y la probabilidad. El malo
tiene un coche blindado que usa en medio de los tiroteos. Eso estaría bien si
no fuese porque el vehículo en cuestión es una especie de Formula 1 tunero y
macarrero con las ruedas y el motor totalmente al descubierto. Aún así no hay
bala que lo detenga. Por otra parte, es tal el desprecio por las leyes de Newton que Vin Diesel es capaz de saltar de un auto (muy feo) en marcha,
recoger en el aire a su amada que viene proyectada desde un tanque que avanzaba
en sentido contrario (chafando españoles sin que la guardia civil se persone a
mediar en el asunto), atravesar la mediana de una autopista y caer sobre un
coche que, en palabras de la protagonista, amortigua su caída. Tras todo este
zafarrancho, la camiseta de Vin ni se
deshilacha. Yo me esperaba ver trozos de vértebras incrustados en el asiento
trasero del coche impactado, pero va a ser que no. Éste es solo uno de los
ejemplos pero se acumulan de tal manera que, en la escena final, tuve la
sensación que “The Rock” iba a ser
capaz de frenar un avión poniendo la bota en las ruedas.
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Uno de los malos mide seis metros de alto |
También es llamativo que, durante
toda la película, se hace hincapié en el sentido de familia de la banda de
tuneros y tunantes. El amor, el respeto, la camaradería, todo ello es
fundamental para mantener al grupo funcional. Uno de ellos muere. A nadie le
importa. Se hace una parrillada en un jardín y pista. El drama y el romance son
parte de la trama, aunque no muy importante. Sin embargo, pese a que el corazón
no entiende de razones, hay una cosa que me llama la atención y es que la
tortuga humana que es Vin Diesel sea
capaz de ligarse a Elsa Pataky y
abandonarla por Michelle Rodríguez.
Yo no lo entiendo. Pero lo más grande es que al personaje de Elsa, no solo le da igual, sino que le
recomienda encarecidamente que la deje, busque a su ex novia y encima le admira
por ello. Solo lo comprendo si Vin
expulsa hormonas del amor por la calva. No hay otra razón.
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Si Vin hace de Visión en los próximos Vengadores, que no cuenten conmigo |
También me chocó la presencia de
Braga, un malo malísimo de nombre extraño que canta la Traviata de Verdi a la
velocidad del sonido, explicando toda una subtrama perteneciente a las entregas
anteriores en medio minuto. Lo divertido es que el personaje de Paul Walker cruza medio mundo para verle
y sonsacarle información y se va conforme cuando Braga le dice un sinsentido
del estilo “Solo atraparás al malo cuando
él quiera” ¿De verdad? ¿Has entrado en una cárcel de Los Ángeles para que
te digan eso?
Por último agradezco a los
productores que, tras la escena final, indiquen que todas las acrobacias y
peripecias acontecidas son realizadas por especialistas y son peligrosas. Menos
mal. Iba a agarrar mi Ford Taurus hoy y hacer unas “cafradas” dignas de mención, pero si tirar un trompo en mitad de la
autopista mientras vas culo atrás y conduces con los pies es peligroso, supongo
que lo tendré que posponer.
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Ese podría ser yo de no ser por los amables señores de Hollywood |
Aún con todo, y pese a la clara
oposición de mi esposa, la escena final con la aparición de otra bestia del
cine de acción, y lo bien rodadas de algunas persecuciones, posiblemente haga
que me siente en mi casa a ver la séptima entrega, con un Vin Diesel cada vez más cansado, un Dwayne Johnson cada vez más hinchado y un Paul Walker que tiene menos carisma que un caldero, pero…
SPOILEEEEEEEEEEEEEEEEEERRRRRRRRRRRR