Eran otros tiempos cuando Vercingétorix rindió sus armas y escudo
al César de Roma. Ese día toda la
Galia quedó ocupada ¿Toda? Toda no. Un pequeño pueblecito resistió la invasión
y continuó luchando contra las huestes invasoras.
Como la ficción muchas veces es más clara que
la realidad, me veo obligado a recurrir a este símil originario del noveno arte
para explicar mi sensación tras la victoria rojiblanca sobre el Xerez. Semana
tras semana he visto como Sabadell, Ponferradina, Guadalajara o Las Palmas
convertían el que iba a ser un tránsito amable por segunda en una pesadilla
homérica. La nave rojiblanca partió de puerto con las alforjas llenas y poco a
poco, aunque de manera fugaz, ha ido perdiendo pasajeros. Al final todos volvemos.
Ese pequeño reducto en mi memoria, ese sentimiento invencible de pertenencia a
unos colores, ese amor por el “Putu
Sporting” me obliga a empujar hacia adelante y animar cada gesto, cada
jugada y cada regate. Soy del Sporting, qué le vamos a hacer.
Tras alguno de los desastres anteriormente
mencionados, me vi incapaz de poner en negro sobre blanco mis pensamientos. Mis
ideas se nublaban ante lo ofrecido en el césped por el equipo de mis amores.
Desastre tras desastre aborrecí de su fútbol y negué la mayor volviendo al día
siguiente a sentarme ante la pantalla con nervios y miedo de sufrir el enésimo
ridículo. Harto ya de ver a la defensa hacer aguas, a Trejo regateando por placer, a Mandi
liquidando por lo civil o lo criminal a cuanto entrase en su área de
influencia o a Nacho Cases tratar de
dar el enésimo pase imposible, cada partido era un trauma insufrible. Hasta
hoy.
Sin haber hecho el partido de la década y
ante un equipo blandito y sin dientes, encabezado por José Mari y con la visita del “Tati”
Maldonado, el Sporting se impuso por tres goles a cero a un rival
inexistente. Sin embargo la existencia de enemigos de nivel se ha visto
acrecentada por la insana costumbre gijonesa de entregar las llaves de su área
con cierta facilidad. Así mismo las transiciones ofensivas suelen ser cansinas
y complicadas y la eficacia escasa. Como diría el anterior gobierno, hoy se han
vislumbrado algunos brotes verdes, pero también ramas podridas.
Empecemos por lo mejor. Atrás no se sufrió lo
indecible para sacar un balón o cortar un ataque. La llegada de Borja ha mostrado que el cuerpo técnico
tenía parte de razón al decir que en la plantilla había defensas de nivel. La
pena es que no eran los que jugaban. Luis
Hernández no hizo aguas y Canella
parece coger el gusto a no hacer el ridículo en cada partido. En la media lo de
siempre. Mandi repartiendo cera y Nacho y Trejo a su bola. Sin embargo la incorporación de Carmona y de las Cuevas parecía permitir alguna que otra asociación que moría
antes de nacer. Arriba David lo
intentó. Me parece el jugador más práctico de la plantilla. Sin excesos, pero
sin defectos. Cumplidor en cada faceta, el de Talavera se fajó arriba sin
acierto. Tuvo que salir el croata Bilic
a solucionar la papeleta. Otros dos goles al saco y la sensación de que hay
dinamita pero que cuesta encender la mecha.
Por el lado negativo, el equipo todavía no
despierta confianza. Si una jugada cualquiera de saque lateral ya provoca
nervios y tensión en la grada, no me quiero imaginar que pasa por la mente de
los encargados de defenderla. Gregory,
otrora baluarte, parece condenado a decir adiós al rojo y blanco. Miguel sigue corriendo como una muñeca
de trapo y sin aportar nada, inscribiendo poco a poco su nombre entre los de
otros futbolistas que pasaron de la primera línea a la segunda división B en
poco tiempo. Trejo da la sensación de
tener nivel de sobra pero encontrarse muy solo. Las jugadas nacen y mueren en
él. Sin embargo hoy no puede haber queja alguna. Sin grandes excesos se ha
vencido con un resultado amplio. Merece la pena soñar en resurgir, pero de
momento los sueños son solo eso y la distancia con los de arriba es mayor en
sensaciones que en puntos.
Pero pase lo que pase, desafine el bardo o
asediados por los romanos, allí seguimos, partido a partido. Hasta que el cielo
caiga sobre nuestras cabezas seremos rojiblancos.
Hoy le canto el gorigori a De las Cuevas. Vaya partidito que se ha cascao... A Carmona tampoco le he visto bien, aunque tuviera la ocasión que desvió Chema con el pie y aquel tirito por alto. Del primer al segundo tiempo ha tenido que haber un broncazo interesante, ojalá alguien lo filtrase porque ha tenido que ser una "cargada" fina.
ResponderEliminarSe te echaba de menos, llevaba mucho tiempo sin leerte, ni aquí ni en sportingdegijon1905. Llegué a pensar si te habría pasado algo malo. Pero me alegro de volver a leerte. Un abrazo.
Jaja. De hecho me pasó algo bueno. Me fui por Madrid a recoger a mi señora y traermela a los States. Eso y ver a la familia me tuvo entretenido. Además, los últimos partidos que vi me encabronaron tanto que no pude escribir nada coherente. Otro abrazo.
EliminarMe alegro de leerte otra vez!
ResponderEliminarPD. Te va a hacer falta caerte en la marmita, querido, que oleis a "lucha por evitar el descenso a segunda B".
Se me llena esto de bicicleteros oviedistas y no hay antivirus que lo quite. Esta semana en Asturias me caí en la marmita de la fabada perpetua. Casi 3 kilinos traje.
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